-¿En serio? Ya estamos con los terrícolas y sus problemas. Son realmente cansinos. ¿Qué se les ocurre a esos sacos de problemas, complejos y herejías?
-Verás. ¿Te acuerdas de Paco?
-Paco? Paco? Ah, sí!!!!! El capataz.
-Ese mismo. El que elegimos porque es un tipo alegre, avanzado y colega.
-Sí, sí, JC, lo recuerdo. Argentino.
-¡Ese!
-El que iba a revolucionar al clero, dejar casarse a los curas, a las monjas que llegaran a papisas y expulsar a los fariseos del templo.
-No seas tan duro con él, Pa. El hombre vive rodeado de la Curia.
-¿La Curia?
-Sí? esto? como los senadores romanos pero con sotanas rojas. Personajes que si fuera por ellos volveríamos a la Edad Media, con sus exorcismos, sus inquisidores, las misas en latín? esas cositas que tanto contribuían a hacer a la Iglesia comprensible ante el pueblo.
-Comprendo? ¿Y Paco intenta evolucionar?
-Lo intenta el hombre. Pero ha de ir poquito a poco. Fíjate en las últimas medidas.
-Veamos los gigantescos avances de ese santo varón.
-Ha prohibido la venta de tabaco en el Vaticano.
-¿La? venta? de? tabaco??
-Sí, Pa. Parece un hecho menor. Pero es un gesto significativo. Porque resulta que en el economato del Vati el tabaco salía baratísimo, y el negocio era redondo para todos. Eso sí, a costa de los pulmones de las gentes.
-Ya?
-De manera que Paco se ha puesto firme y ha prohibido el negociete: «La Santa Sede no puede cooperar con una práctica que daña claramente la salud de las personas, ningún beneficio puede ser legítimo si le está costando la vida a la gente». Así se ha explicado Su Santi. ¿Qué te parece, Pa? ¿Es o no un superhéroe con faldas?
-Bueno? bien visto? el hombre se esfuerza?
-Pero no acaba ahí todo. ¡Hay más!
-¿Más?
-Verás. El otro día estaba oficiando misa. Y unos fieles no hacían más que hacer fotos con sus móviles.
-Lo habitual.
-Puede que lo sea. Pero llega nuestro héroe y?
-¿Y??
-»Me pone triste ver tantos móviles alzados cuando estoy celebrando misa. Levantad los corazones, no los móviles».
-¡Santo varón!
-¿Qué te parece? ¿No ves tras sus palabras el inicio de un movimiento universal de rebelión contra el uso de móviles en el mundo, que puede acabar con esas maquinitas infernales en el basurero de la Historia?
-Pues no sé yo, JC? difícil me parece?
-¿No te das cuenta de que con esos pasos, que aparentemente pueden parecer pequeños pero que en realidad son grandes iniciativas, Paco se va haciendo sitio en las conciencias de las gentes?
-No estoy muy seguro?
-Hay más, Pa.
-¿Más?
-Sí.
-Verás: ha tocado el tema.
-¿El tema? ¿Ha hablado de Cataluña?
-¡Casi! ¡La corrupción!
-¡Bien por Paco!
-Pues fíjate lo que les ha dicho a los humanos: «Ante la astucia de la corrupción se debe responder con la astucia cristiana».
-Bueno, si de astucia se trata me parece a mí que los corruptos son los campeones de la Galaxia? ¿Cual es esa astucia cristiana que comenta Paco?
-Lo primero es «tener una sana desconfianza que permita estar vigilantes ante los que prometen demasiado, los que hablan demasiado», lo segundo es «reflexionar, ante las seducciones del diablo que conoce nuestras debilidades, meditar con la oración. Porque si hay algo que el cristiano no puede permitirse, es ser ingenuo».
-Vaya con nuestro Paco. Primero arrasa el tabaco, luego prohíbe los móviles y ahora zurra a los corruptos. ¿Sabes, JC? Me mola este humano. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Permitir que los sacerdotes se casen? ¿Dejar a las mujeres ascender en la Iglesia? ¿Liberalizar el tema del fornicio?
-Eso estamos esperando, Pa... ¡eso espero!
