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Otra asignatura por aprobar

He dicho por aprobar y la realidad es que tenemos que superarla con la máxima nota, más que sobresaliente: hacerlo con matrícula de honor

Otra asignatura por aprobar

¿A qué me refiero? A conjugar el verbo amar. Hacerlo bien es utilizar de forma correcta y permanente sus tiempos, especialmente el presente y futuro: amo y amaré, pero también su modos reflexivo -amarnos- y el recíproco -hacerlo unos a otros-, es decir, bidireccional o en ambos sentidos. Usted dirá que es fácil, pero si lo piensa puede haber más, el mundo admite más amor del que habitualmente circula. Basta que piense en los países en guerra, la pobreza, la desigualdad, la enfermedad.

Superar esta asignatura con nota supone no sólo conjugarlo con frecuencia, sino practicarlo. Podemos mejorar el uso que de él hacemos, poniéndolo en marcha, pero no basta sólo con la teoría sino que exige práctica.

¿Y cómo podemos aprenderlo? Para empezar, basta con aproximarse a los demás, luego hay que hablar, sonreír, tocar, acariciar, sentir compasión, empatía y después fundirse con aquello a lo que o a quien amamos. También puede empezarse con un objeto, habitualmente con algo que representa o tiene valor para nosotros, pueden ser los que nos traen recuerdos; muchas veces son protagonistas de libros o películas, pero conviene hacerlo con otros seres vivos. Progresamos con mascotas, animales que nos rodean, pero importa que sean humanos. Suele ser muy fácil con los niños, y de ellos pasamos a los enfermos y ancianos, pero hay que incluir a todos. Nos es más fácil cuanto más próximos están o más cercanos los sentimos, familiares, vecinos, de igual pueblo, provincia o país, con los que compartimos lengua, pero este aprendizaje debe abrirnos los ojos y sobre todo el corazón, tenemos que aprender que la diversidad nos enriquece. Luego los amigos. Amar es mucho más que ser tolerante, supone valorar y querer lo distinto, y por supuesto está muy por encima de admirar. El amor exige, además de admirar, tener buenos deseos para los demás, desear su felicidad. Tiene algo de compartir, es decir, partir con? Repartirse la vida.

Lo que no cabe duda es de que los que superan la prueba son muy inteligentes, pues son los más beneficiados con su decisión. Amar es una fusión, supone integrarse con el otro, es más que el querer, que en cierta manera conlleva posesión; es aceptación, respeto, admiración y complicidad. Amor es también fusión.

Ud. lo sabe bien porque ama, mi propuesta es que incluya a otros muchos más en esa decisión suya; y no le dé más vueltas, no lo piense; muchas veces ama y no sabe que tiene una gran fábrica de amor, puede entregar mucho y aún producirá más. Y cuanto más ama, más amor le queda, y cuanto más amor entrega, más fácilmente lo genera. Siéntase afortunado por ser así.

Amar puede ser flotar, volar, pero también hundirse, integrarse; amar es muchas cosas, pero todas son bellas. Disfrute con ellas y ame sin cesar.

No sé si sabe que una industria farmacéutica multinacional espera hacerse rica porque va a comercializar una píldora que todo lo cura, acaba de registrar su composición: contiene altas dosis de amor. También algunas iglesias quieren poner en práctica un nuevo mandamiento que exige utilizar permanentemente el presente de indicativo del verbo amar: yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman.

¿Es complejo entregar amor? La vida es compleja, pero es maravillosa, en el que ama la vida fluye sin esfuerzo y el amor brota espontáneamente. He convivido con jóvenes con daño cerebral grave, y he visto cómo sus parejas, amorosas, les dan todo; podría parecer que sus vidas son muy duras, que les exigen mucho esfuerzo, sin duda debe de ser así, pero desde fuera parece que les es fácil, están siempre allí, les dedican palabras dulces y les acarician sin cesar.

Dedica tu tiempo a amar a los que te quieren en vez de odiar a los que no te quieren. Piensa que no es más rico el que más tiene, sino el que más da, y si reflexionas tú puedes dar mucho más, y, sobre todo de lo importante: amistad, cariño o amor.

Fíjate si a veces hay gente maravillosa en nuestro entorno que les decimos: vida mía o corazón mío; y se lo decimos no sólo desde nuestra boca sino de nuestro corazón. Una niñita preguntó a su hermano de catorce años, ¿qué es el amor? Y él dijo: ver que todas las mañanas te comes mis bollos y mi chocolate y yo me levanto antes para reponerlos y que lo sigas haciendo.

No dudo de la importancia del amor en nuestras vidas. Por ello recojo una serie de ideas, muchas de ellas de gente de muy buena cabeza que espero nos permitan ampliar su dimensión y disfrutar más con él.

Decía Leonard Cohen que el amor no tiene cura pero que es la única medicina para muchos males. Rochefoucauld nos hacía ver que en los celos hay más amor propio que amor. Es real que los días llenos de amor son días felices y P. Garaldy explicaba que los días felices nunca son días perdidos, y Blaise Pascal que el corazón tiene razones que la razón no conoce. Leibniz decía que amor es encontrar en la felicidad del otro la propia felicidad

El gran san Agustín decía: ama y haz lo que quieras; si callas, callarás con amor, si gritas, lo harás con amor, si perdonas o corriges, perdonarás o corregirás con amor. Y la mística santa Teresa explicaba que, si Satanás pudiese amar, dejaría de ser malo. Zenón veía en la amistad otra forma de amor, y decía: un amigo mío es otro yo. George Sand añadía otros ingredientes al amor, así afirmaba que el amor sin admiración es sólo amistad. Nuestro Ramón de Campoamor decía que ser esclavo de quien se ama es tener por prisión el paraíso; también he leído que la libertad es incompatible con el amor, porque un amante es siempre un esclavo. T. Fuller dice que la ausencia aviva el amor, la presencia lo fortalece.

Algunas de estas ideas las tomé del libro Pensamientos brillantes de cerebros pensantes. No dudo de su importancia en nuestras vidas.

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