6 lunes

EL CIRCULANTE

«Estoy alucinado de que yo y la Reina de Inglaterra estemos en una situación tan compleja», ha sido la nada humilde reflexión de Xavier Trías al desvelarse su presencia en «Los Papeles del Paraíso». Supongo que el comentario paralelo de Isabel II habrá sido preguntarse quién es Xavier Trías. Los sabuesos que han descubierto «Los Papeles del Paraíso» se agrupan en el Centro de Periodistas de Investigación, una multinacional de profesionales y medios cuya paradójica característica es que no investigan nada, sino que reciben gigantescas filtraciones de las intimidades bancarias de particulares prominentes o mediopensionistas como el exministro Soria y Jorge Trías. Es seguro que detrás de estas maniobras circulan instituciones que intentan forzar la repatriación de fondos; también que la guerra subterránea entre Estados Unidos y Rusia tiene un frente económico y que el movimiento de capitales forma parte de su arsenal. La suma de las diez primeras fortunas mundiales es mayor que el PIB de 168 de los 191 países reconocidos y, francamente, me parece irrelevante que la oficina desde la que se puede derribar un gobierno o hundir una moneda esté en Panamá o en Wall Street.

7 martes

CAMALEÓN NACIONAL

Hoy es el «Día del Periodista Deportivo» y el gremio ha decidido celebrarlo haciéndose pruebas de daltonismo con la nueva camiseta de la selección de fútbol, un engendro cromático en el que aparece una franja azul o la bandera de la II República según el observador sea Rajoy o Pablo Iglesias. Yo mismo he comprobado que veo los colores republicanos en la fotografía de Marca y la franja azul en la de El Mundo Deportivo, lo que tal vez explica que el primero exija un implacable 155 contra la Federación y el segundo despache la anécdota con una sarcástica alusión al españolismo reaccionario que, además del oremus, también ha perdido la vista. Un señor con aspecto de haber estudiado oftalmología asegura que se trata de una ilusión óptica provocada por la distancia desde la que se observa la camiseta, pero no especifica si hay que retroceder unos metros o hasta Alaska. Algo alarmada por un previsible boicot, la empresa fabricante alega desde Alemania que los colores representan «la energía que se asocia con el combinado español». No sé si los alemanes se han confundido de colores, pero desde luego sí de país.

8 miércoles

TAL COMO ÉRAMOS

He escuchado la entrevista de Mónica Terribas en «Catalunya Radio» a Puigdemont y su banda de los cuatro. Terribas viene a ser la Goebbels con tirabuzones del «procés» y viajó a Bruselas para manufacturar una sutil apología del delito, lo que en términos desapasionados se reduce a un panfleto tan enloquecido como tedioso. Inenarrable el momento en que la entrevistadora ronronea cuando el orate que ha proclamado la independencia con un 35% de votos contados por él mismo describe a España como un «régimen totalitario». Creo que fue Mitterrand quien dijo que el primer edificio que debería ocuparse en un golpe de Estado no era el Elíseo, sino los estudios de televisión. Pero Mitterrand había leído «La técnica del golpe de Estado», mientras que Rajoy y Sánchez creen que Curzio Malaparte fue un cantante de ópera. Sólo así se explica que su 155 haya respetado la impunidad con que micrófonos y cámaras públicos resucitan el franquismo de alpargata en plena era virtual o presentan a Junqueras como un Mandela a dieta forzosa de tortilla española.

9 jueves

GIMNASIA Y MAGNESIA

Llamamos Estado de Derecho a una sofisticada trama de garantías que protegen al ciudadano. Algunas se enuncian mediante fórmulas enigmáticas (¿qué diablos es el principio de seguridad jurídica?) y otras tienen una hermosa concreción práctica (incluso alguien sorprendido saltando la tapia del corral ajeno con una gallina debe ser informado del motivo de su detención). Contra lo que suele pensarse, la finalidad del sistema no es que las leyes expresen el criterio mayoritario, sino el respeto a los derechos del individuo. En consecuencia, un gobernante que viola el procedimiento legislativo (o principio de legalidad) está legitimando la indefensión de los más débiles (minorías étnicas, lingüísticas, religiosas, políticas,?) aun cuando la aritmética democrática le respalde. Estas escuetas nociones al alcance de cualquier párvulo son aparentemente inalcanzables no sólo para prófugos, presos preventivos, Guardiola, el obispo de Solsona o el hombre del tiempo de TV3, sino también entre tertulianos eternamente adolescentes para quienes, si alguien atraca un banco porque no puede pagar la hipoteca, el problema es el precio de la vivienda.

10 viernes

INSTINTO FEMENINO

No sé si Carme Forcadell se ha reinsertado o ha sucumbido al pánico de la prisión incondicional, pero ayer acató el 155 ante el Tribunal Supremo y devaluó la declaración de independencia a un gesto simbólico. Admito que Forcadell me provoca tanta ternura como hilaridad Puigdemont. Por supuesto, no es la caricatura de una costurera a quien la neurosis colectiva ha aupado al estrellato de una mascarada, pero tampoco la «ideóloga del secesionismo» como sostiene la Fiscalía (ninguna mujer habría organizado esa chapuza) ni una agente del KGB con microfilms y ampollas de cianuro en el bolso, por más que la implicación logística y económica de Rusia en el «procés» sea un secreto a voces. Forcadell es simplemente una fanática avispada que en cualquier otra circunstancia hubiese presidido una comunidad de propietarios, dirigido una concejalía o encabezado alguna asociación cultural inocua y debidamente subvencionada. Ha eludido la cárcel porque carece de aspiraciones heroicas, porque siempre confió con mística esperanzada en que las fianzas judiciales fueran una muestra de indulgencia y porque sospecha que algo ha fallado si Manolo Escobar se ha convertido en canción-protesta y Lluis Llach en folclore cateto.