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Semana y media

Los Jordis tapan los incendios

16 lunes

¿QUIÉN DISPARÓ PRIMERO?

«Hoy es lunes» ha sido la respuesta de Puigdemont al requerimiento para que aclare si declaró la independencia de Cataluña. Sobrecoge la ternura del instante: el presidente del Gobierno ha preguntado si «declarar la independencia» significa «declarar la independencia», la tautología de los estadistas que se niegan a enfrentar hechos y juguetean con las palabras. Prescindamos de que la «independencia» fue suspendida, luego forzosamente tuvo que haber «declaración», y de que todo el fundamento del estrambote es nulo y así consta a los presuntos, con lo que huelgan las dudas lingüísticas. Tiene mayor cuajo morboso el intercambio de roles entre Rajoy, maestro contemporizador y sumo sacerdote de las evasivas, y un sorprendentemente escurridizo don nadie que desoye las súplicas de un Gobierno patidifuso. La torpeza acumulada ha colocado al Gobierno en la posición de quien, siendo inminente el tiroteo, no quiere iniciarlo pero es incapaz tanto de provocar al otro pistolero para que desenfunde como de disuadirle. Este escenario recuerda incómodamente al Ulster y su terapia de fuerza para un conflicto entre dos comunidades irreconciliables que comparten territorio.

17 martes

COMBUSTIÓN INTERNA

En las últimas setenta y dos horas han fallecido cuatro personas en los ochenta incendios que sufren Galicia y Asturias. La multiplicidad de los focos y su sospechosa sincronía han transformado el aséptico titular «Galicia y Asturias se queman» en un combativo «Queman Galicia y Asturias», aunque algunos análisis dudan de la intencionalidad de los incendios y desvían su origen a la ausencia de lluvia, el cambio climático o la reforestación incontrolada. Sea como fuere, la noticia frontal de la mañana son «los Jordis». En un primer momento he creído ingenuamente que «los Jordis» eran los Pujol, pero en su lugar han aparecido dos picapedreros del «procés» con mando en los barracones como cualquier sargento que gestiona la rutina cuartelera. «Los Jordis» han sido encarcelados por indiscreciones tan livianas como arengar al rebaño para que acometiera contra una comisión judicial que registraba la «conselleria» de Junqueras. La prueba de cierta patología colectiva no es que la catástrofe que sufren Galicia y Asturias recule ante dos «Jordis» en su minuto de gloria, sino que esa prioridad informativa sea inobjetable: una ópera bufa es hoy más trascendental en España que la incandescente realidad.

18 miércoles

LOS ELEMENTOS

La sentencia sobre los antiguos gestores de la CAM contiene un divertido razonamiento circular cuando censura su comportamiento pero modera el reproche debido a la circunstancia concurrente de una crisis financiera mundial. La pregunta que no se formulan los magistrados es qué provocó una crisis financiera mundial. La respuesta, al alcance de cualquier «homo sapiens» desde que Adán y Eva fueron destetados, es la codicia de gestores que engordaron compulsivamente los balances con operaciones temerarias o fraudulentas para incrementar sus retribuciones. Desde luego, la Cam fue sólo una muestra liliputiense de estas mañas si la comparamos con las grandes corporaciones estadounidenses, pero un atraco provinciano no es filosóficamente más honorable que un desfalco transcontinental. La falacia de la sentencia reside en exculpar parcialmente a los acusados por circunstancias que ellos mimos contribuyeron a crear. Entre Wall Street y la calle Óscar Esplá hay una diferencia de magnitudes, no de propósito, y los condenados, qué decir de los absueltos, deben agradecer no haber sido juzgados en Islandia. Allí desconfían de las catástrofes naturales como atenuante.

19 jueves

BON VENTO, BANCA NOVA

En un mitin de la campaña autonómica de 2015, Carme Forcadell retó a las entidades financieras: «Los bancos han dicho que si Cataluña es independiente se irán. ¡Que se vayan!». Artur Mas templó el arrebato: «Carme, tranquila, no se irá ninguno porque Cataluña representa el 20% del mercado español». Inevitablemente pienso en Nerón tañendo la lira mientras Roma comienza a arder al recordar aquella maliciosa falta de clarividencia y desvergonzada chaladura que el tercer espada Romeva rubricó con un «bon vento, banca nova» al que ni siquiera Nerón hubiese podido poner música. Bien, durante el último mes han abandonado Cataluña más de 800 empresas. Aunque el cambio de domicilio social pueda ser un acto más simbólico que operativo, siempre acarrea consecuencias cuantificables: el valor de las empresas prófugas supone el 50% del PIB catalán. El paso siguiente si persiste la incertidumbre será lógicamente el traslado de los centros de producción. Piensen en el sector alimentario, cuyas ventas han disminuido un 40% en el resto de España gracias a Nerón y emplea a 400.000 personas. Que se vayan.

20 viernes

TAMBORES LEJANOS

Esta tarde se ha entregado el Premio Príncipe de Asturias a la selección neozelandesa de rugby y sospecho que a Felipe VI no le hubiese importado bailar la «haka», la danza guerrera maorí que los quince jugadores recrean sobre el césped antes de que comience el partido. «Es mi tierra que vibra. Es mi hora, mi momento», rugen estos neozelandeses cuyo ardor debe de resultar exótico al primer súbdito de Felipe VI según el escalafón institucional, un tal Mariano Rajoy. En términos militares, Rajoy es reacio al concepto de «batalla decisiva» y prefiere la «aproximación indirecta», que alarga el conflicto pero idealmente reduce su coste humano. La «batalla decisiva» en Cataluña sería la inmediata aplicación sin reservas ni matices del artículo 155 de la Constitución y del Código Penal; la «aproximación indirecta», un batiburrillo parsimonioso que incluiría la amenaza de imponer elecciones autonómicas, tolerar cierta dosis de desertización económica, fomentar el aislamiento internacional y provocar fisuras en el independentismo. El PSOE también es partidario de esta estrategia, lo que garantiza un brillante porvenir de «aproximaciones indirectas» que se prolongarán durante meses. Salvo que el otro bando opte por la «batalla decisiva».

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