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«El niño Leone», una vida de cine

Ha trabajado en un centenar de rodajes de cine, casi todos del género western. Participó en la «trilogía del dólar», con Clint Easwood, Lee Van Cleef y Eli Walach en «Por un puñado de dólares», «La muerte tenía un precio» y «El bueno, el feo y el malo»

«El niño Leone», una vida de cine

Aunque nació en Málaga, su familia se trasladó a Tánger cuando Antonio Ruiz Escaño tenía poco más de un mes de vida. Su padre, Antonio, trabajaba como patrón en un barco de pesca que faenaba en el Estrecho de Gibraltar. Estudió hasta los 12 años en Los Marianistas. Pero las obligaciones laborales remitieron a los Ruiz a Almería. Ya no estudió más. Trabajó como aprendiz en un bar de la calle Altamira. Al menudo chaval le llamaban «El morito».

Recorría velozmente las calles de una Almería pobre, pero abierta al turismo y con vocación de que en sus áridos paisajes se escenificaran películas del viejo oeste americano. Una tarde, de vuelta a casa, un señor que se encontraba sentado en la terraza del Hotel Costasol reclamó la presencia del chaval. Era Sergio Leone, el director de cine que hizo del «spaghetti western» un género entonces de moda del séptimo arte. El niño se acercó con reparo al grupo que formaban, además, Tonino Valeri y Julio Sempere. Y salió con un papel en el rodaje de «La muerte tenía un precio», en 1965, protagonizada por Clint Eastwood, uno de los films decisivos para Leone y preámbulo de lo que sería la «trilogía del dólar».

Un años más tarde, el menudo y avispado muchacho participó en «La muerte tenía un precio», con Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Aldo Giuffrè, Rada Rassimov, y con el también español y exfutbolista del Alcoyano Aldo Sambrelli en el reparto.

Sergio Leone rodaba una película por año. Antonio, «El niño Leone» estaba en todos los montajes. Para finalizar la llamada «trilogía del dólar», el director italiano rodó «El bueno el feo y el malo», con los mismos actores que en la película anterior. Y cerró el círculo a una trayectoria de éxito.

Antonio Ruiz Escaño siguió vinculado al cine hasta 1984. Participó en 15 producciones: «Yo soy la revolución», «Duffy, el único», «La quinta condena», «Mando perdido» y «Villa Cabalga», entre otras. Ha trabajado con los más grandes del cine: Anthoni Quinn, Alain Delon, Robert Mitchun, Charles Bronson, Yul Brynner, Claudia Cardenale y los citados Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach. Recuerda con cariño a Eastwood, de quien dice que «era receloso con sus compañeros de reparto; todo lo contrario que Lee Van Cleef, siempre dispuesto para la fiesta. Charles Bronson era distante y Yul Brynner un cachondo».

También fue uno de los pioneros en recuperar poblados del oeste para un sector turístico necesitado de nuevos atractivos.

Tras participar en algunos eventos en Almería y en la película «Al este del oeste», de Mariano Ozores, decidió trasladarse a Alicante. Fue contratado en el espectáculos «Fort West Barranco», que, situado entre los términos municipales de El Campello y La Vila Joiosa, creó el empresario Antonio Ibáñez. Después de largos veranos en aquel seco paisaje y de pocas salidas profesionales, Antonio Ruiz Escaño decidió optar a una plaza de agente de la Policía Local en el municipio de Aigües.

Próximo a cumplir los 65 años, ahí sigue «El niño Leone». Con ganas de volver a llenar de turistas un viejo poblado de madera entre tiros y galopadas. Sigue empañado en su sueño: tomar las riendas de su caballo para que el sol siga brillando por un improvisado, cercano y apuntalado oeste aliSigue solo ante el peligro.

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