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Púberes canéforas

Púberes canéforas

12 lunes

EL NOI I LA LLUNA

Produce cierta desgana que las críticas a la soflama independentista de Guardiola resalten sus internacionalidades con España o la sospecha de que su prestigio como entrenador se ha cimentado sobre una generación prodigiosa de jugadores antes que en la sabiduría táctica. Nadie acude a la selección por patriotismo sino por la ambición espléndidamente retribuida de disputar las competiciones más memorables; por otra parte, la incuestionable genialidad de Guardiola reside en haber mimado a Messi con mayor provecho que Aristóteles a Alejandro y no en diseñar un rombo de centrocampistas que había sido inventado antes de que naciera. Lo verdaderamente descorazonador es que Guardiola trabajó tres años en Baviera, que agrupa el 17,7% del PIB alemán (Cataluña el 18,8% español), el 16% de la población (Cataluña también el 16%) y donde los escasísimos separatistas son considerados teutones exóticos cuya petición de un referéndum de autodeterminación fue despachada por el Tribunal Constitucional con brevedad lapidaria: «En la República Federal de Alemania, los estados no son dueños de la Constitución». Guardiola no es un traidor, ni un bluf , ni un pelele que lee las melonadas escritas por Junqueras. Guardiola es, fundamentalmente, un paleto.

13 martes

LA MADRE DE TODAS LAS SESIONES

LA MADRE DE TODAS LAS SESIONES

Cuando varios tertulianos de las dos cadenas antisistema (propiedad, eso sí, del Grupo Planeta y de Silvio Berlusconi) se han referido al PP como «banda criminal» antes de que lo hiciera Irene Montero en su discurso, me he dicho que tanta clarividencia atufaba a consigna y vaticinaba una jornada de convicciones indomables rubricadas con una cita de Saint-Just, su admirado Arcángel del Terror jacobino: «No hay nada en común entre ustedes y nosotros». Pamplinas: me encuentro exhausto tras la prolija sobreactuación de Irene Montero, la réplica sin brío de Rajoy (tan clarividente como los tertulianos: la llevaba escrita) y el discurso del candidato Iglesias, la interminable tesis doctoral de un gamberro incorregible que en realidad era un codazo propinado al PSOE para descabalgarlo como alternativa. Rajoy había interpretado correctamente la maniobra (al fin y al cabo, Podemos es el Frankenstein del PP) y ha tomado la palabra sorpresivamente para institucionalizar a un candidato a la jefatura del Gobierno que no sabe qué hacer con la soberanía nacional.

14 miércoles

JÓVENES CON PRISAS

JÓVENES CON PRISAS

Rivera e Iglesias han protagonizado esta mañana el goyesco Duelo a garrotazos que ha confirmado la intemporalidad del arte y de las patologías colectivas. Rivera ha intentado abochornar a Iglesias presentándolo como un haragán frívolo que mansurrea con su circo itinerante; Iglesias le ha correspondido tildándole de monosabio del PP y cómplice en la estafa de las preferentes, por aquello de que Rivera fue empleado de banca antes de convertirse en estadista. No sé qué conclusión habrán sacado los bancarios que votan a Podemos tras esta excomunión. También se han enzarzado en una competición cómica sobre Dickens, Camus o Solé Tura. Aquí se han limitado a copiar las triquiñuelas parlamentarias de Rajoy, a quien sus asesores le proveen de citas de Shakespeare por si extravía algún dato macroeconómico. Pero la reyerta bibliófila entre Iglesias y Rivera rebosaba desprecio mutuo. En cualquier momento, uno de ellos podía espetarle al otro el verso de Darío «que púberes canéforas te ofrenden el acanto» y éste responder con «eso no me lo dices en la calle» creyendo haber sido insultado.

15 jueves

BANDAS DE HERMANOS

BANDAS DE HERMANOS

Las secuelas del debate son rutinarias: la moción fue derrotada, el portavoz del PSOE interpretó hábilmente el papel del testigo que reza para que ambos duelistas queden malheridos y Rafael Hernando volvió a hacerlo. Sólo la magia negra podría explicar que Rajoy haya elegido como portavoz de la mayoría más escuálida de todas las legislaturas a alguien que inevitablemente recuerda a los defensas centrales de antaño: todos tenían cara de asesinos o lo eran. No me refiero a su comentario zafio sobre Iglesias y Montero, no muy distinto de otros del propio Iglesias, sino a la tosquedad con que se enfanga en monsergas como la de las «bandas criminales». Con «banda criminal» ocurre el mismo fenómeno que con «genocidio», cuya utilización abusiva ha terminado por devaluar su esencia. Un partido que se financia ilegalmente no es una «banda criminal» (entonces también lo habrían sido el PSOE de Filesa o CIU desde siempre), pero tampoco lo es un partido en el que milita un acusado de pederastia o un saqueador de supermercados. El flemático Ábalos intentó elevarse sobre tanta banalidad: «Abstenerse tampoco es tan grave». Sabía de qué hablaba: desde hace un año, el PSOE no está en el gobierno ni en la oposición.

16 viernes

TAL COMO NO ÉRAMOS

TAL COMO NO ÉRAMOS

El cuadragésimo aniversario de las primeras elecciones tras la dictadura ha confirmado que el tiempo es un vendaval y no un soplo. Hace cuarenta años, nadie imaginaba la caída del comunismo, youtube, los coches sin conductor o los tomates transgénicos. Tampoco Adolfo Suárez pudo prever la fugacidad de UCD; Felipe González, que el socialismo extraviaría el amuleto socialdemócrata; Carrillo, que los cachorros neocomunistas regresarían a la revuelta permanente; Tarradellas, que la autonomía catalana degeneraría en una fosa séptica de corrupción e irracionalidad; Fraga, que la derecha gobernaría dieciocho años tras cuarenta de franquismo; el rey emérito, que sería emérito y su nuera pasaría de presentar un telediario a protagonizarlo, y todos que una etarra cumpliría menos de un año de cárcel por cada uno de los veintitrés asesinatos cometidos. Pero la nostalgia melancólica es engañosa: los tuits de Rufián son vástagos de aquella época con gérmenes latentes y España todavía es un soleado cortijo donde se elige a los capataces cada cuatro años.

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