Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Qué rica es el habla andaluza

Qué rica es el habla andaluza

Muchos no lo creen, y es que confunden su forma de hablar, su pronunciación, que acorta las palabras, elimina la z y refuerza la s, con su léxico. Y es que en Andalucía el vocabulario se enriquece, puede usar muchas palabras para llamar a una cosa o definir un hecho y utilizan muchas maneras para decir algo.

Recientemente ha caído en mis manos un libro que leía mi mujer, que es malagueña, sobre el tema, y he visto escrito algo que yo había captado hace mucho tiempo cuando conversaba en esas bellas tierras. Como quiero convencerle, le incluyo algunos ejemplos que espero respalden mis ideas. Pero les advierto que muchas de estas palabras están en desuso.

Por ejemeplo, para decir que algo es de hace mucho tiempo, dicen que es del año catapún

Cuando alguien es atento y educado, dicen de él que es apañao. Y también que estamos apañaos cuando la adversidad nos desalienta. El verbo apontocar se usa para expresar que algo sirve de apoyo, es un soporte.

Tiene buenos ardiles aquel que tiene buenas hechuras, o mantiene una buena actitud para tratar con la gente. Si uno tiene mala sombra, es un poco gafe, se dice que tiene mal bajío.

Un pendenciero es un buscabocas. Quedarse sin dinero o no entender algo lo explican como quedarse en blanquete. Cuando hay un lío de cosas se dice que hay un batiburrillo. Si alguien es de carácter serio se le achaca tener mala follá. De igual manera se dice de alguien que tiene carácter agrio que es un bodrio, lo mismo que algo que está hecho con mal gusto, y sin embargo un individuo bueno es un cacho pan.

Un caliche es un desconchón, sea de una olla o un pedazo de pared que se ha desprendido.

Seguramente sí que sabe que morirse es cascar lo mismo que caerse es darse un cebollazo. Si ha leído a Camilo José Cela sabrá bien que el cipote es el pene, o el pito. Una habladuría es un chisme.

Si te digo que te voy a crujir es que te voy a pegar, que te voy a golpear, y cuando no te fías o se avecina una buena bronca es que huele a chamusquina.

Para calificar a otro la lista de palabras puede ser muy grande, por ej., hueca es una mujer sin hijos, de cierta manera es un despectivo para decir que es estéril; para los hombres, huero. Esaborio es alguien antipático, que tiene mal ángel, es un malaje. Lo mismo que un tipo sucio, con mal aspecto le llaman mangurrino. Un mastuerzo es un torpe.

A los homosexuales les llaman mariquita azúcar o de la cera (acera) de enfrente. A los que en Castilla llaman paletos allí los llaman manuos, lo mismo que el don nadie o sin categoría social son pringaos o pampringaos. A los tipos sin oficio ni beneficio, pelanas. Un tipo pesado es un plasta.

Al comer le dicen jamar, y en vez de comida dicen: ¿Qué tenemos de jamancia? Ya sabe que inflarse sea a comer o a dar tortas le llaman inflarse. Papa, además de patata, es no saber de nada, ni papa; también comer es papear, que puede ser una pechá, es decir, cantidad, y esa gran cantidad es una tupitina, de lo que sea, trabajar, comer, andar... En muchos sitios al dinero le llaman la pasta, allí también la manteca. Estar jabao es atontado; en vez de decir que dan coba dicen que dan jabón, y el que te dé un jamacuco o alferecía sucede si te desvaneces, tienes un ataque o convulsión, y un avenate es un brote repentino y agudo de locura.. También se dice me da lacha en vez de vergüenza.

Lo mismo que muchísimo es una jartá y puede ser de reír o de comer o cualquier cosa, como antes dijimos pechá. Sabe que un excremento grande es la majá, muchas veces de vaca. Tener mucha vista es tener mucho pesqui. Deja de decir parpujos, tonterías.

Estar asustado, tener miedo, es estar cagado. y jilao es estar loco o desvariar. También a los que están locos o lunáticos les llaman majaretas o majaras. Si algo está ajado o manoseado dicen que esta manío; y el contrario, emperifollarse o lucir sería niquelar y estar niquelao. Al sarampión le llaman el colorín; y a la varicela, chinuela.

El vocabulario es rico si se refiere a los genitales. Allí pueden llamar los mandao a los masculinos, el pene es el magué , el pepino, la pitorra o el nabo. Sin embargo, le recuerdo que la porra es una especie de sabroso gazpacho seco típico de Antequera, aunque te pueden mandar a la porra, es decir, despacharte de forma despectiva. A la bragueta la llaman la portañica. Y en lo referente al femenino el rosco es el pubis y fartusca designa allí a una mujer de la que no te puedes fiar.

Cuando exclaman, por ej. al ser sorprendidos por una tormenta, en vez decir Jesús di

¿Verdad que tienen un vocabulario muy rico?

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats