Paralelismos en la vida

Paralelismos en la vida

Se dice que el ser humano se compone de cuerpo y alma; hay quien duda de lo del alma, pero nadie discute que tenemos instintos, sentimientos o fe, algo que cuadra mal con lo que consideramos la razón

He pensado que podría ser interesante analizar si hay relaciones entre las funciones del cuerpo y las adscribibles a las otras categorías. Yo encuentro las siguientes y se las ofrezco.

Nadie duda que y uno de nuestros rasgos corporales o funciones de un cuerpo sano es la capacidad de ver, y algo más amplio, atribuible al otro de nuestros sistemas sería la capacidad de apreciar, de valorar algo, que es algo más que ver. Por ejemplo, si usted no es experto y le enseñen una radiografía sólo verá sombras blancas, negras o grises. El que lo es, el radiólogo, será capaz de apreciar si en el pulmón hay cavidades, el corazón está grande o que un órgano se deformó.

Sin duda usted conoce gente que no oye, que está sorda. Depende de que su oído, el tímpano o el nervio llamado acústico que trasmite las ondas sonoras de ese sonido o ruido al interior del cerebro estén sanos. Pero alguno de los que oye bien no escucha, porque esa es una función más amplia y exige además de captar los sonidos interés por el otro, por lo que se dice, es más que oír, es interesarse y exige también controlar el ego, etc. Oír sería una actividad de un órgano normal y escuchar también pero no como cuerpo físico sino como persona en su conjunto.

También tenemos la posibilidad de movernos, gracias a que nuestros músculos se contraen, y acortan sus extremos y como estos se apoyan en huesos, unos con otros conectados por las articulaciones nos permite cambiar de posición, avanzar, así nos movemos, o si quiere andamos. El cerebro nos permite hablar, oír o mantener el equilibrio pero la mente nos permite otras actividades, estas referidas a la persona en su conjunto, por ejemplo, gracias a ella somos capaces de soñar, que sería como avanzar en el futuro, o podemos recordar, lo que sería caminar hacia el pasado, retroceder en el tiempo.

Gracias a los alimentos que ingerimos y que deben ser transformados en nuestro cuerpo, ser digeridos por los jugos que producimos, y luego absorbidos en el tubo digestivo para una vez transportados por la sangre ser ofrecidos a las células de nuestro cuerpo, podemos crecer y a la vez es esas funciones son claves para luego seguir vivo. Algo parecido sucede con la persona que es capaz de percibir bien su entorno, lo integra, aprende y así va creciendo, pero no en tamaño sino en experiencia, que, le recuerdo serían los conocimientos que nos quedan después de haber vivido un suceso que nos enseñó; con ella crecemos en saber y en conocimientos.

Cuando un hombre eyacula, es decir deposita el semen que fabrican sus testículos y lo hace en la vagina de una mujer en sus días fértiles, puede poner en marcha en una nueva vida: engendra un hijo o hija. Y eso lo hace nuestro cuerpo. En el caso de la mujer lo harían sus ovarios ofreciendo un ovulo para que un espermatozoide de su pareja lo penetre. Engendrar es una actividad corporal, es reproducirse y crear nuevas vidas. Pero no se olvide que vivir es cambiar. En pocas horas muchas de nuestras células de parte del cuerpo mueren y muchas se regeneran. También fuera del cuerpo se produce se produce un fenómeno parecido. En la vida las personas actuamos, realizamos acciones sin cesar, eso nos sirve de enseñanza, el resultado es que permanentemente estamos cambiando la vida de los otros, estamos engendrando nuevos seres, distintos de aquellos con los que nos relacionábamos antes, y lo más admirable o prodigioso es que eso también nos cambia a nosotros. ¿no cree que la maternidad, el haber dado a luz cambia la vida de la mujer?

Como ve, hay ciertos paralelismos entre nuestro cuerpo orgánico y su mente o su alma, ¿será todo lo mismo y sólo son diferentes las palabras con la que llamamos las acciones del cuerpo, de la mente o del alma?

Lo cierto es que el cuerpo se muere y se integra en el mundo y luego renace o reaparecer formando parte de otros cuerpos animales y vegetales o integrados como minerales en la tierra; lo del alma es más complejo no sabemos qué hace, no sabemos dónde va; algunos dicen que transcurre por un camino y que hay luz al final del mismo; otros la tildan de infinita y que debe esperar a ser juzgada para saber su destino.

El daño cerebral, bien por un traumatismo, o por un ictus es decir la lesión de uno de los vasos del mismo condiciona a veces pérdida de memoria, lo que es una expresión de lesión del cuerpo, y podría establecerse un paralelismo con algo que muchas personas, como individuos completos, desean como puede ser superar el pasado, olvidarse de él. De algo que nos causó dolor tiempo atrás, queremos borrarlo.

Podemos establecer otro paralelismo entre el cansancio, que se favorece por la anemia, el fallo cardiaco, o la expresión de fallos de órganos, y que puede considerarse paralela a la apatía, que es un canYa ve que paralelismos pueden establecerse entre una parte de nuestro cuerpo y todo él. Pero le confieso que a mí me sigue pareciendo complejo el relacionarlos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats