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La épica y el éxito

La épica y el éxito

6 lunesPares y nones

Una asociación de prensa ha denunciado el acoso de Podemos a algunos periodistas y el toque de clarín ha sido secundado por una avalancha de editoriales escandalizados. Una primera pincelada lleva a la sospecha de que ha caducado el período de gracia de Podemos, el epílogo previsible para un producto promocionado al alimón por televisiones y Gobierno: el ruido vende, se consigue el favor del BOE y el PP abre un boquete a la izquierda del PSOE para compensar el que va a propinarle Ciudadanos. Jugada maestra. Existe una diferencia esencial entre la actitud de los partidos tradicionales con los medios informativos y la de Podemos. Como revolucionarios de salón, éstos abominan de fariseos mediáticos que amparan intereses corruptos; como evangelistas del tercer milenio, consideran irreprochable la fiscalización política de la información. Al otro lado de la colina, los partidos respetables aseguran profesar la fe liberal aunque, como los católicos domingueros, procuran amortiguar alguna de sus molestas consecuencias. Son las presiones en negativo (retirar la publicidad institucional) y en positivo (evitar la quiebra de algún medio intercediendo ante sus acreedores).

7 martes

EL COCHE FANTÁSTICO

Hace poco mencioné que un corresponsal había comparado la relación entre Rajoy y Puigdemont con el «juego de la gallina», el duelo entre dos conductores con rumbo de colisión en el que el primero que se desvía es tachado de cobarde. Sin embargo, el «procés» presenta demasiados matices: Rajoy no puede variar la trayectoria de su vehículo, tan sólo modular la velocidad, y el de los secesionistas es una guagua con un conductor provisional y varios pasajeros con hojas de ruta distintas. El enigma no es si este vehículo dará un volantazo, sino cuándo lo hará y, ante todo, cuántos ocupantes se habrán arrojado de él antes de que ocurra lo inevitable. Por ahora, todos resisten apiñados en el asiento del copiloto e incluso animan a acelerar: esta mañana, el Parlamento catalán ha aprobado una tramitación de urgencia para las llamadas «leyes de desconexión». Existen algunos precedentes poco honorables de cámaras que dinamitaron con entusiasmo las vigas maestras de su función, debate legislativo y control del gobierno, pero el caso se aproxima conceptualmente mucho más a los mejores momentos folclóricos de Jesús Gil como alcalde de Marbella: «Esto de los plenos es una pérdida de tiempo».

8 miércoles

MIL PALABRAS

La tradición británica considera inaceptable parlamentariamente el uso de algunas palabras (por ejemplo, «mentiroso»), pero allí sería simplemente chocante que el líder laborista se golpease la mejilla un par de veces con la palma de la mano mientras interviene la primera ministra. Esto es lo que ha hecho hoy Albert Rivera cuando Rajoy ha sufrido un brote de amnesia que le impedía recordar el pacto contra la corrupción para de seguido amenazar con recluir una comisión sobre algo que había olvidado en el Senado, donde el PP disfruta de una "mayoría búlgara". El equivalente verbal del gesto de Rivera es "caradura" desde mucho antes de que alguien imaginara que existiría un país en el que habría que pactar la lucha contra la corrupción, aunque los británicos utilizarían, salvo en el Parlamento, «shameless» («sinvergüenza») en el contexto murciano en el que Rivera ha exhibido su lenguaje corporal. Hablando de lenguaje corporal, mientras Rivera se abofeteaba y Rajoy arqueaba las cejas (significa «qué le vamos a hacer»), el presidente murciano repetía con sonrisa de pillastre que un imputado no es exactamente un imputado.

9 jueves

LA MAGIA (NEGRA) DEL FÚTBOL

Sugiero que el primer condecorado por la futura república catalana con la Gran Cruz de Wifredo el Velloso sea un enjuto y espigado alemán llamado Deniz Aytekin. Para sus vecinos de Oberasbach (Baviera), Deniz es un próspero empresario; para el resto del mundo, es el árbitro que anoche perpetró un atraco perfecto en el Nou Camp. Fue perfecto porque aunó la épica y el éxito; fue un atraco porque se consumó en el descuento del descuento (habrían estado jugando hasta hoy de ser preciso) y porque requirió ignorar varias ilegalidades cometidas en el área del Barcelona e imaginar otras en la del Paris Saint-Germain. No es desde luego nada nuevo en la historia del deporte de masas, en el que la trampa se considera un ingrediente tácito del juego que siempre beneficia al poderoso, pero sí conviene resaltar que las magnitudes económicas que movilizan competiciones trucadas como la Champions hacen especialmente patético el fanatismo agropecuario de los hinchas y especialmente cochambrosos tantos sorteos con lentejuelas e himnos apoteósicos que preceden a la estafa impecable.

10 viernes

CON FRANQUEZA

Este periódico publica hoy en portada una fotografía sorprendente. En ella aparecen el presidente de la Diputación y el alcalde de Alicante sentados tras lo que parece un pupitre. Es sorprendente porque la lúgubre expresión de ambos sugiere que se encuentran ante un tribunal que va a juzgarles por cualquier trapacería hoy al uso. En realidad, presiden una cumbre sobre la «zona franca del Puerto», un proyecto de área logística auspiciado por la Diputación que ha suscitado un descriptible entusiasmo: no comparecieron la Generalitat, ni la Administración Central, ni las autoridades portuarias, ni los alcaldes concernidos salvo Echávarri (su presencia tal vez obedecía más a la cortesía del anfitrión que a un improbable interés por la propuesta).

Aparentemente, la creación de una zona franca admite pocas objeciones; los problemas comienzan cuando se hieren susceptibilidades, surge el afán de protagonismo o no se consensúan las fases de ejecución teniendo en cuenta los ritmos asumibles por cada uno de los implicados. Añádase una sobredosis de política minúscula y entonces se comprenderá por qué comenzó a hablarse hace treinta años de una zona franca.

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