Estamos en plena ola de frío y más que nunca pienso en los animales que malviven en la calle, que viven en refugios o que son utilizados como herramienta para «guardar» fincas. Me pregunto: ¿qué pasa con ellos en situaciones de emergencia?, ¿existen planes o protocolos de actuación que les incluyan? Al igual que se adoptan medidas para proteger a las personas, ¿existe alguna previsión para estos animales?
Más allá del interés y la colaboración de voluntarios y particulares, no existen a nivel nacional medidas ni planes públicos que protejan a los animales de situaciones de temporal y frío como las que se están viviendo en algunas zonas de nuestro país. Dicha ausencia de previsión es extensiva a otro tipo de emergencias como incendios forestales, inundaciones, etc., lo que supone un verdadero desastre.
Las últimas inundaciones que afectaron la provincia de Málaga pusieron de relieve la necesidad de crear protocolos de emergencias que incluyan a los animales. Frente a esta falta de previsión, nos encontramos con actos de personas anónimas que tienden su mano a quienes lo necesitan.
Hace unos días veíamos una imagen que ha dado la vuelta al mundo: la de un centro comercial de Estambul que ha abierto sus puertas por la noche para acoger a perros callejeros y resguardarlos del frío. La falta de planes y medidas da paso a la HUMANIDAD.
