El matador madrileño llenó junto con el diestro alicantino José María Manzanares la plaza de toros de Alicante en la corrida más importante de la Feria de Hogueras. En pleno choque político entre los ayuntamientos de izquierda, que buscan prohibir la fiesta, y los taurinos, el torero generó un negocio de millones de euros.