El 4 de septiembre un incendio con varios frentes arrasó 1.200 hectáreas de monte y varias casas en Benitatxell, Xábia y también en Bolulla (Marina Baixa), dejando tras de sí estampas de desolación en la otrora verde cala de La Granadella. Atribuido primeramente a un pirómano, la investigación se decantó poco después por una negligencia como causa.