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De norte a sur

De norte a sur

Prácticamente todos los municipios aledaños al río Segura tienen alto riesgo de inundación. Cualquier actuación urbanística está muy condicionada por ese riesgo físico, menor desde que en los años 90 se llevó a cabo el encauzamiento del río. Hecha la ley, hecha la trampa, porque en los últimos años, sobre todo con el «boom» inmobiliario, los ayuntamientos autorizaron cientos de viviendas en municipios como Formentera, Rojales o Almoradí, en suelo de riesgo. Incluso se construyó en terrenos ganados a antiguos meandros del río un centro comercial. La ribera del Segura y las ramblas-río que desembocan en Orihuela Costa y Pilar de la Horadada también son peligrosas. Estos cauces secos se convierten en virulentos torrentes que encuentran nuevos obstáculos como parques, jardines, aparcamientos o casas.

En Elche, las zonas que plantean más problemas son las que se encuentran en el cauce del Vinalopó a su paso por las partidas rurales de Daimés y Derramador, con viviendas en los dos márgenes. También el tramo final del barranco de San Antón suele presentar problemas. En este caso porque algunas viviendas hacen de «muro de contención» del caudal que lleva la rambla, lo que provoca anegaciones incluso en la carretera de Santa Pola. En el caso de la partida del Llano de San José, casas situadas entre los barrancos de Los Arcos y Barbasena, la situación viene provocada por una de las tuberías de desagüe y drenaje que Fomento instaló en el tramo de la N-340 de Elche a Crevillent, cuando se desdobló el vial.

La avenida del Mediterráneo, acceso principal a Elda, constituye uno de los puntos de concentración de aguas más peligrosos. En Monforte del Cid, las obras del AVE han sido en muchas ocasiones las causantes de que el curso de las aguas se haya modificado alterando las canalizaciones, y provocando con ello el estancamiento de las aguas. El barranco de Benito, la Serreta de Novelda y las estribaciones de la sierra del Cid de Petrer son otros puntos de riesgo. Tras la finalización de las obras, las líneas de desagüe funcionan correctamente. En Villena, la zona de El Grec constituye otro de los puntos conflictivos cuando se producen fuertes lluvias. Esta zona, ubicada cerca del Mercado de Abastos sin urbanizar, de dos centros escolares, La Encarnación y El Grec, y de dos institutos, suele retener agua.

El final de la avenida País Valencià, la más importante y de mayor tráfico de Cocentaina, es el escenario de las inundaciones en caso de lluvias intensas, que incluso en alguna ocasión han llegado a ocasionar daños en establecimientos comerciales e industriales. En este punto se concentran las aguas pluviales procedentes de la falda del monte de Sant Cristòfol y de la propia calle, lo que unido a la falta de capacidad de los conductos de desagüe propician la inundación. La Foia de Castalla no presenta riesgo por inundaciones. En cuanto a Onil hace unos 15 años que se desvió un barranco. Alcoy también soporta bien las lluvias.

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