28 lunesVIEJA TROVA
El primer cubano que conocí fue hace más de cuarenta años en una clase de bachilleres. Nadie sabía por qué estaba allí pero resultaba un simpático exotismo que pronunciaba las erres como si llevara incrustada una peonza en el paladar, tamborileaba ritmos salseros en el pupitre e intentaba organizar sin éxito un partido de béisbol entre cincuenta devotos del fútbol. Una mañana alguien mencionó dos palabras remotas, «Fidel Castro», y el lápiz dejó de tamborilear. Descubrí entonces la irreproducible riqueza del castellano cuando se abate sobre él la cólera caribeña. Quedó claro que no simpatizaba con aquella criatura de la Guerra Fría y nadie captó la paradoja, nosotros nos limitábamos a perseguir pelotas y faldas, de que una familia buscara refugio en una dictadura huyendo de otra. Le perdí la pista tras el bachillerato y no sé si ha jaleado la muerte cantando «Guantanamera» o Fidel Castro ya sólo significaba para él otro ogro de la niñez ahuyentado por el tiempo. Un ogro singular, desde luego. Los dictadores suelen morir exiliados, en el paredón o en su palacete con la falsa seguridad de que todo ha quedado «atado y bien atado». Es insólito que un dictador resigne el poder, ceda el paso a una apertura política y muera pacíficamente. Pinochet y Castro son los dos únicos ejemplos que me vienen a la cabeza.
29 martesDE DIFUNTOS
Sólo el PP puede organizar una campaña contra oposición y medios informativos tras la muerte de una senadora y conseguir que el tiberio degenere en un conato de crisis interna. Recuerda demasiado el resignado veredicto del conde de Rodezno: «Cuando los carlistas montamos un desfile, nos sale una romería». Contra todas las previsiones de los estrategas, ahora no se discute qué tertulianos mataron a Rita Barberá, sino qué compañeros la abandonaron por cobardía y quiénes celebraron con saña su ostracismo. Es una competición dudosamente honorable que el portavoz del partido, Rafael Hernando (el nombramiento político más incomprensible desde que Calígula hizo cónsul a su caballo), logra avivar cada vez que divisa un micrófono. Ayer habló de «hienas», una alusión zoológica que no se compadece con el funeral que se celebrará esta tarde en Valencia, en realidad un gesto de desagravio dirigido contra la conciencia del propio Hernando y otros subalternos.
30 miércolesDELICATESSEN
Desde que Reagan definió a los hippies como unos tipos que visten como Tarzán, andan como Jane y huelen como Chita, el juego de las comparaciones ha ganado en virtuosismo. Rufián, un diputado del que admiro su facilidad para condensar los razonamientos más sofisticados, ha preguntado a Rajoy si le parece justo que se pague el mismo IVA por un condón que por una suite de lujo. Es el tipo de comparación imaginativa que por un instante hace creer al oyente que un condón y una suite de lujo cuestan lo mismo. Podría haber añadido, tangencialmente, que los tampones también tienen el mismo IVA que el caviar iraní, una queja aireada en los últimos meses con la campaña «Tampons from Canada» (allí no están gravados). No tengo muy claro si todas estas enmiendas impositivas pretenden incrementar el IVA de unos productos, reducir el de otros o ambas cosas. Si la pregunta la hubiese formulado Iglesias, su conclusión inevitable habría sido que los únicos que pueden comer caviar iraní en una suite de lujo son los fabricantes de condones y tampones.
1 juevesEL JURADO
Dada la paquidérmica agilidad de nuestra justicia, es probable que Sonia Castedo sea condenada o absuelta cuando en Rabassa haya un aeropuerto interplanetario. Esta mañana ha reaparecido en televisión con una entrevista que seguía escrupulosamente las pautas del marujeo audiovisual: intimismo relajado, tono apacible y guión melodramático. Ignoro si la exalcaldesa es una corrupta, aunque no parece aconsejable que los cargos políticos mantengan relaciones personales de confianza con particulares cuyos intereses económicos dependen de sus decisiones. Puede que no sea ilegal, pero desde luego sí lamentable. De todas formas, la ley y la ética son irrelevantes en este asunto. Tras haber sido despellejada por el tribunal popular del plató con filtraciones de sumarios troceados y conversaciones telefónicas engarzadas para inducir un veredicto anticipado de la audiencia, se ha ofrecido a la rea protagonizar un «reality-show» lacrimógeno que suscite una polémica de altura entre los inconmovibles partidarios de las condenas sin juicio y quienes piensan que unos sollozos sinceros bien merecen la absolución. Volvemos tras una pausa publicitaria.
2 viernesPACTANDO
Como en mi plan de estudios se incluía el griego, no me quedó otro remedio que aprender el significado de «logomaquia», una discusión centrada en las palabras y no en el fondo del tema. En castellano coloquial es sinónimo de «comisión» y se reproduce por partenogénesis bajo la fórmula «creemos una subcomisión», con la que se pretende superar la primera incidencia de cualquier comisión: su nombre. Un proceso tan intrincado como fatigoso. Bien, en los últimos treinta y cinco años, España ha tenido siete leyes de educación y catorce ministros del ramo. Ahora, el decimoquinto ha encargado la octava criatura y, naturalmente, se ha constituido una comisión parlamentaria. Adivinen el obstáculo inicial. El ministro propuso bautizarla «Pacto Nacional por la Educación», pero la única nación inexistente en España es precisamente la española, por lo que se optó en un segundo esfuerzo por «Gran Pacto de Estado por la Educación». Sin embargo, la modificación parecía excluir a la comunidad educativa y finalmente se ha elegido «Gran Pacto de Estado Social y Político por la Educación». Y todavía no han comenzado a discutir el primer párrafo del acuerdo.
