-¡Qué cosa tan interesante! ¡Estoy que no vivo de emoción!
-Noto en tu voz un tonito sarcástico, JC.
-Que va, Pa. Mira, mira: Es una competición interesantísima. Ríete tú de la final de la Champions.
-Uf€ esos ojitos que se te están poniendo€ No te veía ese gesto desde que echaste a los Fariseos del Templo a latigazos€
-Vamos a ver si no tengo razón, Pa. ¡Que estoy a punto de explotar!
-Siéntate en esta nube y respira hondo. Relájate, JC. Piensa en algo agradable, no sé€ Pablo Iglesias en manos de la Inquisición€
-No puedo, Pa, no puedo. Mira esto: Informe Forbes 2016: Amancio Ortega alcanza un patrimonio de 69.860 millones de euros y rebasa por un pelo a Bill Gates, que solo dispone de la ridícula cantidad de 69.776 mi-
llones de euros. Ya muy atrás figura el fundador de Amazon, que es casi un menesteroso, con solo 60.493 millones de euros en el banco.
-Te noto en modo ironía.
-No Pa. Estoy en modo encabronamiento supino celestial.
-Siempre ha habido poderosos, obscenamente ricos.
-Cierto, pero cada vez se va agrandando la brecha entre los ricos y los pobres. Los poderosos lo van siendo más cada día y los pobres se van hundiendo en su miseria. Fíjate en el último informe de UNICEF: 50 millones de niños de todo el mundo han abandonado sus hogares por razones de fuerza mayor. Y 28 millones de ellos están huyendo de situaciones de violencia extrema o guerra abierta. En la actualidad uno de cada tres menores que reside fuera de su país es un refugiado.
-Vaya€
-Es decir, Pa: Que en el planeta Tierra hay cincuenta millones: CIN-CU-EN-TA MI-LLO-NES de niños sin hogar, que no asisten a la escuela, muchos de ellos teniendo que trabajar en condiciones penosas, algunos soldados a edades en las que debían jugar con juguetes y lo hacen con Kalashnikovs, niñas que deberían cuidar muñecas y en cambio son esclavas sexuales€ Individuos a los que se les ha robado su infancia y cuyo futuro es tan oscuro como su pasado.
-Uf€ ¡Qué panorama!
-Sí, Pa. Y eso no hace más que crecer. Pero a la vez, los poderosos lo son cada día más, y más, y más€
-Alguien podría decir que eso es demagogia, JC. Que esos señores se lo han ganado con su esfuerzo y su talento.
-¡Claro! ¡El esfuerzo y el ta-
lento justifican que un individuo atesore en cincuenta años más recursos que muchas naciones del planeta!
Eso no es admisible Pa. Diferencias sí, desde luego. El individuo trabajador, talentoso y emprendedor ha de tener premio, no puede ser igual al lerdo y perezoso. Pero hay límites, Pa, ha de haber límites.
¿Has oído la fortuna de esos santos varones? Casi setenta mil millones de euros. ¡Ni yo sé lo que es esa barbaridad! ¿Es lógico? ¿Crees que los humanos están haciendo una buena gestión de los recursos en el Tierra?
-No sé yo€
-Te voy a poner algún ejemplo más: Hay individuos que por jugar a fútbol -muy bien, eso sí- se embolsan al año más de veinte millones de euros. Mientras, chicos hiperpreparados, con sus carreras, sus másteres, sus i-diomas y mucho talento y muchas horas a sus espaldas de preparación, se las ven negras para sobrevivir con mil euros mensuales€ ¡¡¡investigando!!!
-Parece algo desequilibrado.
-¿Algo desequilibrado? ¡Es una monstruosidad social, Pa! ¿Qué pretendemos? ¿Aupar al liderazgo de la sociedad a los deportistas imberbes y despreciar el conocimiento y el ta-
lento en las actividades que hacen verdaderamente grande a la sociedad? ¿Hacer re-
ferentes de los jóvenes en esos sujetos cuyo único mérito es meter una bolita en una red, o ser famoso por serlo, o hacer unos videos graciosos o tener muchos seguidores en sus redes sociales?
-Es difícil el asunto, sí€
-Comprendo que en la Tierra se hayan desmotivado. Primero cayeron las utopías religiosas.
-¡Dímelo a mí!
-Luego las utopías sociales.
-Cierto.
-¿Y qué ha ido quedando? ¿Qué valores, qué referentes?
-¿Pasta, pelas, parné, money?
-Exactamente eso: «Quiero eso y lo quiero ya». La sociedad es un reflejo de esos valores, o mejor, de esa ausencia de valores: Eres valioso en función de tu dinero o tu popularidad, que a su vez suele ser consecuencia del dinero. Y resulta que los puestos de verdadera relevancia social, aquellos que realmente benefician a la comunidad, son poco menos que despreciados. No hay más que ver la consideración de un maestro, de un bombero o un cuidador de ancianos.
-Lo comprendo, hijo. Pero es que nadie se sienta ante el televisor a ver como un cuidador le cambia la sonda urinaria a un anciano de 99 años. En cambio, si juega Nadal, veinte millones de sujetos se sientan a comer palomitas ante la caja tonta.
-Cierto. ¡Bien por Nadal! Pero eso no implica desprecio hacia lo verdaderamente valioso, y muy necesario. Porque sin el partido de Nadal se puede vivir, pero si al abuelete no le cambian la sonda€
-¿Quieres decir que han antepuesto lo superficial a lo importante?
-Me has leído el pensamiento, Pa.
-Ya sabes que a veces lo suelo hacer.
-Perdóname Pa, pero es que hoy estoy realmente disgustado. Es que se han juntado las dos noticias y me he cortocircuitado.
-¿Se te ha ocurrido alguna solución?
-Pues no sé... Yo tuve que bajar hace muchos años, y la verdad es que no me apetece volver, no me trataron demasiado bien. Pero si hubiera alguien que pudiera encabezar una especie de revolución€ Alguien verdaderamente capaz, carismático, de ideas avanzadas y moralidad a prueba de tentaciones€
-Alguno ha de haber...
-Sí, pero ya han subido aquí. Gandhi, Martin Luther King, Sor Teresa, Francisco de Asís, Vicente Ferrer€
-¿No tenemos a nadie por ahí bajo ahora?
-Hay un hombre€ Emprendedor, sí es; carisma parece que tiene, ideas€ No sé yo€
-¿Nombre?
-Donald, Donald Trump. ¡¡¡Como el patito!!!
