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Una historia de carencias: déficits de vitaminas, del cuerpo y de la sociedad

Una historia de carencias: déficits de vitaminas, del cuerpo y de la sociedad

Hablamos de las necesarias para nuestra salud y la de la sociedad.

Son sustancias presentes en la dieta y que en muy pequeñas cantidades (millonésimas de gramo) tienen papel en muchos procesos del cuerpo; son imprescindibles, y su carencia provoca trastornos graves e incluso la muerte. Una dieta amplia y equilibrada suele ser una fuente más que suficiente de todas ellas. En los últimos tiempos se plantea su administración para prevenir determinados procesos: osteoporosis, envejecimiento, etc..

Desde un punto de vista químico se clasifican en dos grandes tipos: hidrosolubles, que circulan por el plasma y tenemos depósitos de ellas para poco tiempo (Vits .B;), y las liposolubles, que se mezclan con las grasas y sus reservas son mayores (Vits A, D, E, K). Todas abundan en la dieta de los países ricos y en ellos su carencia se asocia a alguna situación concreta: dietas muy restrictivas, alcoholismo, mala absorción. Debemos saber que administrarlas a dosis excesivas provoca cuadros tóxicos. También que las mejores vitaminas las vende el frutero.

La vitamina A es necesaria para que nuestro «revestimiento» (piel y mucosas) y la visión sea normal. Su déficit genera ceguera nocturna. Los alimentos (zanahorias) la aportan en forma de beta carotenos que se convierte en su forma activa, el retinol en el intestino, en el hígado.

La vitamina C o ácido ascórbico ayuda a producir colágeno y regula los mecanismos oxidativos del cuerpo; abunda en los cítricos y otros vegetales aunque se destruye por la cocción de los mismos o su almacenamiento. En la antigüedad provocaba el escorbuto. P ej. lo padecían los marineros que iban a América, con travesías muy largas sin vegetales frescos. A dosis altas favorece la formación de cálculos de acido oxálico en el riñón.

La vitamina D favorece la absorción de calcio en el intestino, su ausencia produce enfermedades en los huesos: raquitismo, osteomalacia y osteoporosis. Se administra añadida al calcio para que el hueso recupere masa ósea y frenar la osteopenia /osteoporosis.

Entre las vitaminas liposolubles, la vitamina E se aporta por los tocoferoles de la dieta que abundan en los aceites de maíz, girasol, soja. Es un antioxidante y protege las grasas de las envolturas de las células de las agresiones. Su déficit es muy raro y causa disminución de reflejos y de la sensibilidad del cuerpo. Darla a dosis elevadas altera la coagulación de la sangre.

La vitamina K es imprescindible para que las proteínas de la sangre sean activas y esta pueda coagular si nos cortamos; si es deficitaria hay tendencia a las hemorragias. La aportan las bacterias intestinales a partir de los alimentos vegetales verdes. Su déficit es raro en el adulto y es más frecuente en el recién nacido o el prematuro. Darla a dosis altas produce anemia en el recién nacido.

La vitamina B1 influye en el metabolismo de los hidratos de carbono. Abunda en los cereales enteros, soja. Su defecto produce la enfermedad conocida como Beri-beri. Dándola por vía oral no se han descrito intoxicaciones.

La vit. B2 o riboflavina favorece la actividad de los enzimas responsables de la degradación de ácidos grasos, el trasporte de oxígeno en los lípidos. La obtenemos de la leche y derivados, carne, huevos, pescado. Las personas muy desnutridas, alcohólicos o con malabsorción son deficitarias en ella. No hay toxicidad por exceso de dosis.

La niacina, ácido nicotínico o niacinamida interviene en el metabolismo de la glucosa y las oxidaciones. En la antigüedad, cuando faltaba, producía una enfermedad de la piel y mucosas que se llamaba pelagra y cursaba con diarrea y alteraciones nerviosas. Administrada a dosis altas produce vasodiltación, picores y una hepatitis.

La Vit. B6, piridoxina, interviene en el metabolismo de ciertos aminoácidos, su déficit es raro, se expresa con debilidad, diarreas, flebitis, y su toxicidad produce neuropatía periférica.

El ácido fólico y la vit. B12 intervienen en la síntesis de moléculas de la parte central de las células (de sus núcleos, el ADN), lo que permite que las células se dividan. Si faltan no pueden hacerlo. Por ej. en la medula de los huesos, y no se forman las células de la sangre, hay anemia?

Honestidad, esfuerzo, solidaridad..., vitaminas sociales

A nivel social podrían considerarse como «vitaminas» ciertos valores, que si flaquean hacen temblar la sociedad. Su presencia es importante para tener un cuerpo social sano. Su lista podría ser muy amplia. Pero me ceñiré a algunas que estimo importantes: honestidad, esfuerzo, solidaridad, perseverancia, humanidad, generosidad, tolerancia, responsabilidad y parquedad.

Honestidad, entendida en un sentido amplio, no se es honesto sólo si no se roba, incluye no mentir, no abusar, no estafar, respetar a los otros. Otra es el esfuerzo, la percepción de cada uno para él es relativa. Siempre he creído que un rico debe hacer mas esfuerzo en poner una mesa que para un minero sacar carbón de la mina. El esfuerzo es imprescindible para el desarrollo personal. Se lo debemos a la sociedad, que nos ha dado todo lo que tenemos. Casi siempre las cosas importantes no son fáciles de alcanzar, el esfuerzo es clave para alcanzar metas válidas.

Solidaridad: en nuestras sociedades hay desequilibrios. Es incomprensible que los aceptemos sin siquiera evaluarlos. No nos conmueve convivir con muchos cientos de niños que mueren a diario por falta de agua o alimentos elementales.

Humanidad. Las relaciones no pueden establecerse sólo reguladas por el derecho. Se establecen en base a sentimientos y los factores humanos son claves en la convivencia. Generosidad. Es más rico el que más puede dar, no el que más tiene. Ser generoso es un ingrediente clave en la felicidad. Tolerancia. La diversidad es un rasgo de nuestras sociedades modernas complejas. Aparece en las opciones políticas, sexuales, religiosas, etnias. Necesitamos entender que eso es enriquecer y que la tolerancia es imprescindible para la convivencia.

Responsabilidad. Es imprescindible para con uno mismo y con el medio. Está aneja a la libertad. No se puede ser libre si no se es responsable. Implica hacerse el protagonista de su vida, adquirir compromisos, no colocar o culpar al entorno, en los demás aquello que no nos gusta. Y finalmente la parquedad. La sociedad tiende a la exhuberancia, a la imagen externa. Hemos transformado las compras en consumo, dilapidamos agua, energía, trajes, comida, etc. Probablemente necesitamos un nuevo modelo social en el que esta vitamina abunde.

Es una selección peculiar y Ud. puede seleccionar otras muchas: alegría, empatía, esperanza, comunicación, etc. Por favor medite cuál añadiría.

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