La camarera de una heladería del aeropuerto no da abasto para servir cucuruchos y horchatas a la decena de personas que esperan tras el mostrador. Lo que llama la atención de esta joven no es su habilidad para llenar las tarrinas de helado sino su capacidad para cambiar de lengua. A uno les contesta en español, a otros en inglés y a un tercer grupo en ruso. Al preguntarle, dice que habla también alemán. Pese a sus cuatro idiomas, esta joven ha de conformarse con un trabajo temporal de verano en una heladería «mientras sale algo mejor». Como ella, son muchas las personas con preparación, experiencia e idiomas que sólo trabajan en verano aprovechando el aumento de la contratación en la provincia con la llegada del turismo. Algunos optan por este tipo de empleos para sacarse un dinerilllo extra en verano mientras estudian el resto del año aunque otros muchos no tienen otra cosa más estable. Son los nuevos temporeros cuyo acceso al mercado laboral, aunque sea temporal, alivia las cifras de desempleo de la provincia, o las disfraza según los sindicatos, con la llegada del buen tiempo.
«Se precisa ayudante de cocina para temporada de verano con experiencia para la elaboración de tapas para bar de Villena». «Se necesitan socorristas con titulación para trabajar en parques acuáticos hinchables en las playas de Guardamar del Segura». «Necesitamos camareros con experiencia en restaurante de al menos dos años, en principio para los fines de semana, con posibilidad de hacer temporada de verano». «Seleccionamos un o una recepcionista con inglés para realizar funciones de recepción en hotel. Experiencia de al menos un año en recepción de hotel. Imprescindible: Inglés hablado. Valorable: Estudios en Turismo o similar. Período estival, 25 horas a la semana»... Estos son sólo cuatro de las docenas de anuncios que se pueden encontrar estos días en los tablones de ofertas de trabajo de internet, en las webs de las empresas de trabajo temporal o en los cristales de bares y heladerías que incrementan su plantilla con la llegada de la temporada turística. La estacionalidad del turismo hace que la contratación temporal sea una de las opciones más utilizadas por las empresas para aumentar sus plantillas o para cubrir las sustituciones por vacaciones del personal habitual de forma que la previsión para este año es que la campaña de verano genere 480.000 contratos en España.
En la provincia, según estimaciones de la empresa de trabajo temporal Adecco, se prevé que entre junio y septiembre se realicen más de 19.200 contratos fundamentalmente dentro del sector servicios, lo que supondría un incremento del 15% en relación al año 2015. La temporada acaba de empezar y ya se notan los primeros resultados. En mayo la cifra de desempleados en la provincia bajó en 3.667 personas según los datos del Ministerio de Empleo. De esta cifra, 2.523 de los alicantinos que salieron la lista del paro pertenecen al sector servicios, un 68,8% del total.
Un análisis realizado por la empresa de recursos humanos y contratación temporal Randstad para este verano, señala que dentro del sector turístico los profesionales más demandados continúan siendo los de base como camareros, ayudantes de cocina, mozos de habitación, camareros de piso y personal de aeropuerto entre otros. La hostelería es el principal sector de actividad dinamizadora del mercado laboral en verano en la provincia. Así, según el mismo informe, se demandan sobre todo profesionales de animación y limpieza de pisos y habitaciones en hoteles y también los empleos relacionados con la hostelería ante el aumento del negocio en bares, restaurantes y cafeterías sobre todo en las zonas de playa. Con el verano también aumenta el tráfico en las líneas aéreas, barcos y trenes por lo que también hay más contratación en las estaciones y en el aeropuerto y aumenta la contratación de personas para puestos como operarios de rampa, venta de billetes, mozos de equipaje y auxiliares de cátering entre otros.
El impulso del turismo en la provincia se percibe en muchos otros sectores. Tal como ha indicado el presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca, Hosbec, Antonio Mayor, «el impacto del turismo es enorme; tanto, que es difícil de visualizar. Se crea empleo en todos los parques temáticos, chiringuitos, cafeterías, supermercados, taxis y hamaqueros, policías, guardaplayas... es una cadena fundamental para la economía alicantina». En la contratación de verano, además del incremento de plantillas en algunos servicios, influyen también las sustituciones del personal que se marcha de vacaciones. Por ejemplo, Mercadona ha anunciado la incorporación a su plantilla de un total de 5.000 personas para la próxima campaña de verano, de junio a septiembre, lo que supone un incremento de mil contratados respecto al verano de 2015. Estas contrataciones se destinan a cubrir las sustituciones por vacaciones y a aumentar el personal en las tiendas ubicadas en zonas turísticas.
Una de las personas que acaba de empezar a trabajar en un establecimiento de una cadena de supermercados de Alicante es Alejandro, un joven de 25 años que terminó Derecho hace dos y que se muestra satisfecho por dedicar este verano a trabajar. «Mientras consigo algo en lo mío me viene muy bien trabajar aunque sea sólo en verano, son jornadas de ocho horas y, para como están las cosas, no pagan mal. Trabajar estos tres meses me permite ahorrar algo porque aún vivo con mis padres, pero para un compañero que se ha incorporado conmigo, este trabajo es más importante porque tiene familia y no tiene otra cosa».
Según Antonio Mayor, «pese a lo que pueda parecer, en los hoteles no hay tantas contrataciones nuevas en verano ya que los que abrimos todo el año como ocurre con la mayoría en Benidorm, tenemos unas plantillas medias completas, camareras de piso son los mismos, en los restaurantes de los hoteles también...etc. Siempre se contrata algo más, claro, por ejemplo en animación exterior y cosas concretas».
¿Y qué perfil buscan las empresas? Será un trabajo temporal pero se busca personal cualificado y con experiencia. Las empresas que incorporan personal a su campaña de verano quieren profesionales que resulten operativos desde el primer día y se adapten con rapidez al puesto por lo que la experiencia es un requisito fundamental. Por otra parte, el inglés se considera dada día más indispensable por tratarse de un idioma básico en hostelería, restauración y refuerzo de infraestructuras de transporte. Además se valora el conocimiento de otros idiomas como francés, alemán y también ruso, chino o árabe ya que está aumentando la presencia de turistas de estos países en los últimos años. Victor Tatay, director regional de Adecco en la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete incide en este sentido en que «en Alicante, que está volcada en el turismo, ya no se pide solo inglés sino también en muchos casos un segundo idioma». Tatay incide además en el hecho de que el conocimiento de otra lengua es necesario también en el ámbito financiero o en cualquier puesto de perfil administrativo» En muchos casos, las empresas intentan repetir personal con respecto al año anterior tal como ha indicado Antonio Mayor «porque ya tienen un conocimiento del trabajo y del lugar muy importante, por ejemplo mucha gente de los parques temáticos suele repetir de un verano a otro».
Pero no todo es positivo en este incremento del empleo en verano ya que en muchos de los trabajos que se ofertan no hay contrato y, aún cuando lo hay, en muchos casos se obliga al empleado a trabajar más horas que las firmadas y con bajos salarios.
Jenifer, de 26 años, tiene amargas experiencias laborales. «He estado a veces trabajando sin contrato, luego con contratos de 10 horas al mes, y otro en el que cotizaba dos días en la seguridad social pero trabajaba todo el mes. En el último lugar que he estado en una franquicia de restaurantes, la hora salía a unos 6 euros pero la hora extra la pagaban a 5,50. Les recuerdas que es ilegal pero hacen lo que quieren». A juicio de esta joven trabajadora alicantina «cuando una persona no tiene nada, trabajar en verano le viene muy bien. Son muchos los que se aprovechan de las necesidades de la gente».
Sole trabaja como camarera de piso en un hotel de Benidorm. «Yo tengo suerte porque llevo muchos años y estoy fija, pero en general los trabajos que se ofrecen en verano son contratos de 4 horas. Donde había un empleado fijo ponen dos de 4 horas, aunque en realidad hacen de 8 a 10 horas. Eso sí, hay quien cobra 600 euros como si trabajara las cuatro horas del contrato, y ahí te pudras». Con respecto al perfil de los trabajadores de verano Sole ha indicado que «la mayoría es gente joven en paro o estudiantes, pero también hay madres de cuarenta y tantos que cogen lo que sea y que no denuncian los abusos porque no tienen otra cosa y con eso comen cinco personas, como he visto yo con una compañera». Sole se muestra especialmente enfadada «cuando salen los empresarios diciendo que se prevé un verano fantástico y que se va a crear no sé cuanto empleo, pero en realidad son contratos basura a media jornada. Si esto fuera mal, tira, pero los empresarios dicen que les va bien. Esperan un verano fabuloso a costa de abusar de los trabajadores con condiciones en los contratos que no se cumplen».
Los sindicatos ratifican estas denuncias y minimizan el impacto de la contratación de verano en la economía de la provincia. Desde UGT se resalta el hecho de que el paro en la hostelería ha aumentado un 16,93% frente a 2011 y que, aunque ha aumentado la contratación en el sector en este periodo, el mayor incremento se ha dado en los contratos a tiempo parcial. Tal como ha señalado Yaissel Sánchez, secretaria general de UGT l'Alacantí-Les Marines, «Es un hecho la precariedad en la hostelería. Se crea empleo precario, muchas veces sumergido y sin ningún tipo de derechos. No es posible, por ejemplo, que se tenga un cocinero trabajando todo el día con un contrato de cuatro horas o incluso de dos horas». A su juicio, «esto se resolvería si hubiera más inspecciones de la administración. Por ejemplo podría haber inspecciones ahora en bares, restaurantes y hoteles, y que se controle no solo a los que no están dados de alta sino también a los que se les contrata cuatro horas y hacen diez». Desde el sindicato se considera que en el sector «la temporalidad hace estragos, los contratos creados en estos meses son absolutamente temporales, y no solo hablamos de contratos de meses, sino contratos por fin de semana, de días sueltos o incluso por horas. Por ello, desde UGT no podemos hablar de creación de empleo, sino de contratos creados». Los abusos cometidos que con mayor frecuencia nos encontramos están atribuidos al exceso de jornadas, muy superiores de las firmadas en los contratos de trabajo, e incluso este propio exceso de jornada no suele ser compensados con los días de descanso reglamentado, lo que provoca descontento, ansiedad y fatiga de los trabajadores y trabajadoras del sector». El sindicato ha pedido a las administraciones una campaña específica de denuncia que llegue a bares, hoteles, restaurantes para erradicar la explotación y abusos laborales que se viene produciendo con este tipo de fraude social. «Esta campaña debe tener en cuenta y más ahora ante la proximidad de las fechas de celebración de las Hogueras de San Juan en la Ciudad de Alicante, el riguroso control del empleo producido en estas fiestas en las que se pueden ver afectados en torno a 1.000 trabajadores, que en un alto porcentaje se encuentran sin dar de alta a la seguridad social».
Desde CC OO también se resalta que la contratación a jornada completa en la hostelería se ha ido reduciendo en los últimos años hasta suponer poco más de uno de cada tres contratos. Además, «es una contratación muy precaria en la que la economía sumergida tiene mucho margen de acción» tal como ha señalado la secretaria general de CC OO de l'Alacantí-Les Marines, Consuelo Navarro, quien ha añadido que «la adaptación empresarial a la oferta se produce en base a deteriorar el coste del factor trabajo y ello conlleva una alta precarización de las condiciones de trabajo en el sector«. Para este sindicato, «tanto el subsector de restauración como el hotelero están creciendo en base a esos parámetros de reducir costes laborales. La economía sumergida no puede erradicarse si no existe un compromiso real por parte de los diferentes gobiernos y ello conlleva inversión pública y mayor arquitectura legal para reforzar las áreas de intervención sindical, inspectoras y judiciales. No habrá menos precariedad hasta que la Administración no se convierta realmente en garante de la estabilidad y legalidad en el marco de las relaciones laborales».
Consuelo Navarro ha incidido en otro sector que también favorece el empleo en estas fechas como es el de vigilancia de playas y piscinas, actividades acuáticas y deportivas que, a su juicio, «sufren también unos niveles de precariedad importantes». Por ejemplo, incide Navarro, «en el sector de vigilancia de playas nos encontramos con que, siendo unos servicios públicos, estan todos privatizados, y que ante la inexistencia de convenios colectivos de ámbito sectorial en la Comunidad y que suelen ser las adjudicatarias grandes empresas que tienen convenios de empresa, la subrogación del personal es una dificultad que conlleva que plantillas que llevan años trabajando en una zona sean despedidas. No hay ninguna estabilidad laboral en este sector, y además los ayuntamientos no incluyen mayormente esta cláusula en los pliegos de condiciones».
