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Testimonio

Curas elegidos para la reconciliación

Una de las iniciativas personales del papa Francisco que más expectativas ha generado dentro de la Iglesia ha sido el Año de la Misericordia, dentro del que se invita a una reconciliación por el fomento de la confesión, un sacramento por el que los católicos reciben perdón por sus actos contrarios a la ley de Dios. En el marco de iniciativas, la Santa Sede ha reclutado a un millar de sacerdotes de todo el mundo, a quienes ha llamado «misioneros de la misericordia» y dotado de permiso especial para perdonar pecados reservados, al obispo y en algunos casos a instancias superiores. García y Riquelme, sacerdotes que prestan sus servicios en la diócesis, son dos de ellos, pero no saben «por qué recibimos la solicitud del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización», admite Riquelme.

Quizá porque están formados y son jóvenes. García es párroco en Alicante, director de Pastoral Universitaria en la diócesis y profesor en varios institutos religiosos. Aunque como misionero puede perdonar pecados muy graves para la Iglesia, como el aborto, Riquelme está convencido de que su trabajo será más acompañamiento de personas «que estaban heridas» y que se habían distanciado de la Iglesia. Su compañero, director del Secretariado de Infancia y Juventud de esta Diócesis, destaca también que el nombramiento fomenta «la participación y la prédica» en círculos que no suelen frecuentar, como el educativo.

El efecto de esta medida impulsada por el Papa se ha dejado notar en las parroquias del país, según algunos medios, con mayor afluencia de fieles en los confesionarios.

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