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Bisiestos, redes sociales y uniformes

Semana y media

Bisiestos, redes sociales y uniformes efe/Toni Albir

Lunes

ERASE UNA VEZ

Con el «caso Brugal» ocurre lo que con los bisiestos: cada cuatro años reaparece un veintinueve de febrero que regresa al olvido a medianoche. Este año es bisiesto y de ahí que Ripoll, Ortiz, Lorente y Fenoll sean noticia por un procesamiento que revolotea sobre concesiones de televisión, plantas de basura y recalificaciones urbanísticas, componiendo una cristalina metáfora de nuestra identidad: tele-basura y mordida. A algunas almas caritativas les ha sorprendido la dureza de las penas solicitadas, aunque conviene situar el escenario en su perspectiva temporal. Los hechos se produjeron hace ocho años, el despacho de Ripoll fue registrado hace seis y Mónica Lorente dejó de ser alcaldesa de Orihuela hace cinco. Ahora, la jueza comunica que sus certezas tienen un extraordinario parecido con las de varios artículos del Código Penal y, por mera proyección de los antecedentes, es seguro que los acusados serán exonerados o condenados cuando la edición impresa de este periódico sólo pueda leerse en un museo de papel y la basura se recicle en un satélite de Marte, propiedad naturalmente de Ortiz. Dentro de varios años bisiestos, vaya.

Martes

S.M. LA COMPI

No deja de sorprender que personas cualificadas con asesores de postín todavía ignoren que depositar las reflexiones más íntimas en las redes sociales equivale a compartirlas con el resto de la humanidad. Eso es la aldea global y no encargar la cesta de la compra desde el salón. La reina Letizia, consorte regia pero esclava de su época, es usuaria de esa cháchara frívola y ha cometido la indiscreción de sincerarse con un amigo investigado por trapisondista, lo que acumula suspicacias tras el espectáculo del matrimonio Urdangarin y el equívoco papel que el PP adjudica al rey en otro espectáculo no menos estimable, el de la investidura. La única justificación de las monarquías contemporáneas es su pedigrí simbólico y esto requiere cierta dignidad pomposa que se desvanece si una reina llama «compi yogui» a un habitual de las páginas de tribunales o envía a la «merde» a quienes informan sobre sus peripecias. Aun teniendo mayores motivos, los reyes anteriores a internet deseaban los buenos días en el patíbulo y no insultaban al verdugo.

Miércoles

BUSCA Y CAPTURA

Según la última encuesta del CIS, la corrupción es el segundo problema para los españoles tras el paro mientras que la ausencia de Gobierno sólo preocupa al 1%. Estos datos sugieren varias reflexiones y una inquietante deducción: los españoles nos sentimos más seguros cuando nadie nos gobierna. Tal vez sea la constatación de que en España los zotes se dedican a la política y las lumbreras a la empresa privada, por lo que conviene mantener desocupados a aquellos el mayor tiempo posible. Todo esto revela cierta perspicacia que contrasta con una noticia transoceánica: un tercio de los votantes de Florida cree que Ted Cruz podría ser «El asesino del zodiaco». Para situarnos, Ted Cruz es uno de los aspirantes republicanos a la presidencia y «El asesino del zodiaco» el apodo de un criminal que hace cincuenta años mató a ocho personas en los alrededores de San Francisco sin que hasta hoy haya sido detenido ni identificado. Tras estas semanas de sal gruesa, es tentadora una adaptación hispánica antes de las elecciones de junio: Jaime «el Barbudo», Jarabo, Mateo Morral, Luis Candelas. Ustedes mismos.

Jueves

LA CHUSQUERA

«Debe ser cosa hermosísima la guerra, pues aun entre las mujeres parecen bien los hombres armados». Es evidente que Cervantes no conoció a Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona que como anfitriona en una feria de la enseñanza se ha molestado al detectar un estand del Ministerio de Defensa con sus correspondientes uniformes, condecoraciones y folletos belicosos, tal que una matrona de chiringuito playero con moscas en el menú que veta a los clientes descalzos. Se precisa una sobrehumana dosis de chaladura casposa para seguir jugando a la antigualla de los espadones con mostacho cuando es posible que los críos de la alcaldesa sean adictos a videojuegos que convertirían a Atila en un pacifista. Y se precisa una sobrehumana dosis de sectarismo para demonizar a una institución que hoy fundamentalmente se dedica a labores humanitarias, salvo que, pongamos por caso, estalle un motín fundamentalista con atrezzo de «kalashnikovs» en algún barrio barcelonés y un pelotón de soldados evite que la alcaldesa tenga que regresar a sus labores domésticas por mandato coránico.

Viernes

NEUTRALIDAD ACTIVA

Es admirable el descaro con que los medios han decidido convertirse en mamporreros del guirigay político renunciando a la crónica sagaz. Que un expresidente murciano a quien ni siquiera recordaban en Murcia sugiera la retirada de Rajoy se ha convertido en titular con la protocolaria jauría de tertulianos abalanzándose sobre «una primera señal». La reyerta en Podemos (que es meramente táctica y aderezada con personalismos de nomenclatura bolchevique) se presenta como síntoma de escisión. Y el monumental lío en que se ha embarcado Rivera intentando fusionar su «cualquiera menos Rajoy» y el «nada con el PP» de Sánchez para concluir «nos importa un pito quién presida el Gobierno» merece un elogio casi unánime por su altura de miras. Todo esto es tan forzosamente ridículo que un periódico digital que hasta hace poco amenazaba a los niños traviesos con la llegada de los socialistas y no del ogro se ha descubierto a sí mismo apoyando la investidura de Sánchez porque es (o era, que con Rivera todo resulta impredecible) la opción de Ciudadanos.

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