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El médico que reta al cáncer de páncreas

Responsable clínico de la Unidad de Patología Pancreática, organiza carreras urbanas para recaudar fondos

El médico que reta al cáncer de páncreas PEPE SOTO

Es el mayor de la familia De Madaria Pascual. Su hermana Mónica es psicóloga, como su madre; Pablo, el menor del clan, ingeniero de caminos, como el padre. A Enrique pronto le llegó la vocación de ser médico. Su abuelo, Ángel Pascual Mejías, digestólogo, y primer jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario de Alicante, le contaba experiencias con sus pacientes como cuentos; también su tío Ángel Pascual Mora, del gremio de gastroenterólogos. El chaval siempre permanecía atento: «Soy un profesional vocacional. Siempre quise ser médico».

Al finalizar los estudios de Medicina en la Universidad Miguel Hernández -facultad que Eduardo Zaplana (PP) usurpó a la Universidad de Alicante- se formó como especialista del aparato digestivo en el General de Alicante, como su abuelo y su tío. Y ahí se quedó como médico adjunto. Es doctor en Medicina con un trabajo que, en 2009, obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude. «Siempre fue buen estudiante y una magnífica persona», relata su tío Ángel.

Desde hace una década es el responsable clínico de la Unidad de Patología Pancreática, formada por un equipo multidisciplinar para hacer frente a las enfermedades de una jodida glándula situada detrás del estómago y cercana a la columna vertebral que tiene como obligación de la naturaleza descomponer alimentos a través de unos jugos que permiten controlar los niveles de azúcar en la sangre. Ahí lo colocó el doctor Miguel Pérez Mateo, un experto en esta dolencia y que acabó sufriéndola. Una putada. Hoy, su unidad, junto a la del Hospital de Santiago de Compostela, es la más reconocida del país.

Su principal batalla está centrada en el cáncer de páncreas, un trastorno celular con un porcentaje de mortalidad cercano al 80% de los pacientes. Del resto, después de someterse a intervenciones quirúrgicas y demasiados dolores, tan sólo sobrevive el 10% a los cinco años del diagnóstico. Una enfermedad letal. Ha publicado trabajos en prestigiosas revistas científicas y es considerado como referente nacional en el conocimiento del páncreas, una víscera que en sus principales males (el cáncer) no da síntomas. Ahora sólo hay esperanzas en la cirugía, porque este tipo de neoplasias son muy resistentes a los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. Malos bichos.

Enrique de Madaria detalla que cuando los enfermos presentan los primeros síntomas ya es demasiado tarde. «Son necesarios avances en el diagnóstico precoz y en el tratamiento del cáncer de páncreas para que los pacientes y sus familias tengan esperanzas». Mientras, menos de un 1% de las becas oficiales se destinan a investigar este sufrimiento. Existen vías de investigación, pero no suficientes, en su opinión: «Se ensaya con virus modificados que atacan las células tumorales; también se han experimentado avances en el conocimiento de cómo funcionan. Pero no es suficiente; hay que hacer mucho más».

Presidente de la Asociación Española de Pancreatología y vocal de European Pancreatic Club, un buen día se quitó de encima la bata y el fonendoscopio durante un ratito e ideó crear una beca para investigar este cruel dolencia: obtener dinero en carreras solidarias urbanas. Ya lleva un par en su haber: la primera entre Mutxamel y Sant Joan; la segunda en un recorrido por el centro de Alicante en la que participaron 3.000 personas que aportaron a la causa 15.000 euros. Ese mismo día del pasado noviembre, otras 850 personas participaron en la prueba que, simultáneamente, se celebró en la localidad madrileña de Las Rozas.

«La verdad es que fue un éxito, desbordó nuestras previsiones y sólo tengo palabras de agradecimiento para la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Alicante y para los participantes», asegura el médico. El proyecto de investigación sobre el cáncer de páncreas lo deliberará un jurado de expertos, con el voto de calidad de los pacientes, y gestionado por la Asociación Española de Pancreatología.

Quiere facilitar proyectos interesantes a la industria farmacéutica y así captar fondos para becas. Las ayudas estatales están recortadas y tiene que involucrar a la sociedad y así captar fondos para la investigación.

Este médico no cesa en su empeño. Su vocación le ha hecho recorrer medio mundo con el páncreas en el equipaje y en sus sesos. Participa en los más importantes congresos internacionales. Este año viajará a Bolivia, Gran Bretaña y Argentina, entre otros.

Se enfrenta con coraje al cáncer de páncreas. Lucha en defensa de la investigación de un trastorno callado que mata sin piedad.

Gracias, Enrique. Siempre a tu lado.

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