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La colección de la CAM vuelve a casa

La Fundación llega a un acuerdo con el Sabadell para recuperar el patrimonio artístico de la Obra Social

Casas José Díaz Azorín

Tras el naufragio de la CAM, el viaje a la deriva de la mitad de su gran tesoro cultural tendrá final feliz. El patrimonio artístico de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo, una colección de 6.400 obras de arte compradas, recibidas y coleccionadas por la Obra Social durante los 140 años de historia de la caja, se reunificará al fin bajo un único propietario y se quedará en la provincia. Casi cinco años después de su desaparición, las dos entidades herederas de su patrimonio, el Banco Sabadell y la Fundación Caja del Mediterráneo, han acordado la devolución de las cerca de 2.900 piezas que pasaron a manos del grupo financiero durante el proceso de absorción en el año 2011 tras haber sido separadas de la colección original para la creación del Banco CAM. Ahora, toda la labor de mecenazgo artístico de la caja pasará ser propiedad de la Fundación que hereda lo mejor de su trayectoria como entidad financiera de referencia en Alicante y también en Murcia y el resto de la Comunidad Valenciana.

Ha sido la propia Fundación Caja Mediterráneo quien ha confirmado a este diario el acuerdo alcanzado con el Banco Sabadell. En estos cinco años su relación ha sido intensa y no siempre ha habido entendimiento. «Ha sido un noviazgo tenso», admitía esta semana el patrono-portavoz de la Fundación Caja Mediterráneo, Manuel de Barros, quien añadía que «con mucho tesón y mucho diálogo hemos podido llegar a un final feliz». De Barros, junto con el presidente de la entidad, Matías Pérez-Such, y el patrono Miguel Valor, se han encargado personalmente de las negociaciones.

Los detalles de la devolución están por concretar, como por ejemplo la fecha del acto protocolario en el que se firmará el acuerdo o el proyecto de traslado de las piezas, diseminadas muchas de ellas en oficinas, despachos y edificios que ahora son propiedad del Sabadell. Los negociadores aseguran que el banco presidido por Josep Oliu se ha comprometido a devolver la titularidad de las 2.900 obras de arte que absorbió como parte del paquete de activos de la caja sin pedir «contraprestaciones» por ello, porque en las conversaciones se ha impuesto la visión de que «al Sabadell lo que le interesaba era el banco y a la Fundación tener su patrimonio cultural», según De Barros.

Al otro lado de la mesa de negociaciones se ha sentado el presidente de la Fundación Sabadell, Miquel Molins, un interlocutor de «predisposición excelente», según la valoración de Matías Pérez-Such. «Estamos realmente satisfechos del resultado. Se trata de la resolución favorable de un asunto importante, porque de esta forma Alicante y Murcia recuperan de forma definitiva un fabuloso legado de indudable valor histórico y artístico», celebró el presidente.

Lo cierto es que volver a disponer de la colección CAM íntegra es un gran logro para la provincia de Alicante, porque recupera importantes colecciones de algunos de los artistas locales, y también de fuera de la provincia, más importantes de los dos últimos siglos. Muchos de ellos dedicaron gran parte de su obra a captar la esencia del paisaje y la idiosincrasia popular durante los siglos XIX y XX.

En la colección del Banco Sabadell, como se denomina a las 2.900 piezas del total de 6.400 que han estado tuteladas por el banco estos años, hay recopilaciones de pintores alicantinos como Varela, Castelló o Soler y de artistas alcoyanos como Casanova, Pericás o Laporta Valor, así como muestras de vanguardia española, valiosas composiciones medievales, renacentistas y barrocas, y trabajos de artistas de diferente cotización de Valencia y Murcia. En total, y según la tasación que realizó la propia CAM de estas obras en 2011, el valor de mercado de esta colección es de 6.800.807 euros.

Ahora, uno de los proyectos inmediatos de la Fundación es recuperar físicamente las obras repartidas por decenas de localizaciones y organizar su exposición de nuevo, ahora que es posible un nuevo diálogo con las 3.400 obras que ya custodiaba. Los cuadros y esculturas que vuelven a sus fondos están en lugares tan dispares como oficinas del Sabadell en Valencia, despachos de la sede territorial del banco de Murcia -en el Edificio Salzillo- o en salas de reuniones de inmuebles gestionados por terceras entidades, como el emblemático edificio de la CAM de la calle San Fernando de Alicante, ahora ocupado por la sede de la Universidad. Para la tarea de reunificación, se cuenta con el inventario de obras de la tasación, donde se especifica dónde estaba en aquel momento cada una las piezas.

Aunque no están divididas en colecciones «comisariadas», sí se pueden establecer cuatro grandes bloques temáticos dentro de este vasto legado de 2.900 piezas. Una pequeña parte de ellas, muchas localizadas en el Edificio Salzillo, son de autores murcianos. En otra división están los autores foráneos, donde entrarían trabajos de importante valor monetario como la Natividad barroca de Jacob Jordaens -tasada en 150.000 euros- y obras de pintores españoles contemporáneos como Pancho Cossío o Lucio Muñoz. Y en la categoría más amplia, encontramos una gran representación de arte de la Comunidad Valenciana de los últimos dos siglos, con firmas tan destacadas como Manuel Boix, Equipo Crónica o Carmen Calvo.

Esta colección es tan profusa en obras de artistas de la provincia que merece subdivisiones para los artistas alicantinos y alcoyanos. No en vano, muchos de los cuadros que pasaron a estar custodiados por el Sabadell estaban expuestos en el Centre d'Art d'Alcoi (CADA), propiedad entonces de la Obra Social de la caja y ahora de la Fundación Caja Mediterráneo. El inventario recoge hasta 57 obras de pintores alcoyanos de los siglos XIX y XX, entre los que destacan Francisco Laporta Valor, Polín Laporta, Fernando Cabrera Cantó, Helios Gisbert o el citado Lorenzo Casanova y su alumno Lorenzo Pericás.

Más importante es el número de obras de pintores alicantinos, la mayoría de las cuales ha estado expuesta, siempre según el inventario, en la Sala Varela del edificio de la calle San Fernando. La Fundación recupera un total de 132 obras entre las que se encuentran 28 cuadros de José Pérezgil, 14 de Manuel Baeza, 19 trabajos de distinto formato de Gastón Castelló, 15 cuadros de Xavier Soler, 14 obras de Eusebio Sempere y 28 lienzos de Emilio Varela. La escultura tiene también una gran importancia en los fondos, los cuales cuentan con piezas de Eusebio Sempere, Andreu Alfaro o Amadeo Gabino.

Asimismo dentro del alcuerdo alcanzado se recibe también la colección denominada Raíces compuesta por legajos y monedas de todas las cajas de ahorro que han ido conformando la CAM a lo largo de su historia.

En suma, un patrimonio indispensable para entender la historia y el arte de Alicante que vuelve para quedarse para siempre en la provincia.

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