Las telecomunicaciones han evolucionado muchísimo durante la última década y eso ha convertido nuestro mundo en un lugar mucho más pequeño y accesible para todos. Pero esta tendencia parece que va a seguir estando al alza, al menos durante otros diez años más. Y es que la telepresencia podría convertirse pronto en una realidad, dejando a aplicaciones como Skype o Whatsapp tan obsoletas como el telégrafo.
Bienvenidos a Matrix
Aunque el teletransporte como tal es una meta aun inalcanzable para la ciencia, la ambiciosa propuesta de Facebook busca conseguir un efecto muy similar, pero sin el inconveniente de tener que desintegrarnos para viajar de un lugar a otro. Su idea no es otra que la de crear entornos 3D en los que los usuarios puedan interactuar como si realmente estuviesen allí, tal y como profetizaba la película de los noventa, Matrix. La primera demo creada con este fin se llama ToyBox y muestra una sala en la que dos personas, a través de Internet, pueden interactuar con objetos tales como: palas de ping-pong, tirachinas o bloques de construcción. Hasta aquí todo normal, pero ahora imaginemos un mundo persistente como el de World of Warcraft o el de Second Life, habitado por todos millones de usuarios de Facebook, a quienes podríamos ver e incluso puede que hasta tocar; aquí es donde la cosa cambia, y mucho.
Experiencias reales
Cuando uno piensa en realidad virtual se imagina mundos de fantasía, pero existen otros muchos posibles usos para esta tecnología. Tenemos empresas como Astrobotic, que planean enviar pequeños vehículos no tripulados a la Luna, con el fin de hacer streaming en directo, para que los usuarios de Oculus Rift puedan contemplar su paisaje, como si estuvieran allí mismo. Así que imaginemos las posibilidades que tendremos en el futuro de vivir experiencias virtuales únicas y extraordinarias.
Sensores de todo tipo
Ahora mismo Facebook trabaja en sensores capaces de detectar las expresiones faciales de los usuarios para transmitirlas a sus avatares, pero no es la única empresa que está investigando otras formas de telepresencia. Hace unos pocos años investigadores del laboratorio Kajimoto, de la Universidad de Comunicaciones Electrónicas de Japón, desarrollaron un dispositivo capaz de transmitir besos apasionados a través de Internet y más recientemente, ingenieros del MIT crearon InForm, una pantalla capaz de transmitir formas y tacto mediante una serie de varillas que se convertían en siluetas, en tiempo real. Es por todo ello que el futuro de la realidad virtual y, más concretamente, el del «teletransporte digital» parece bastante brillante, sobre todo si al final llegamos a lograr desarrollar dispositivos que nos permitan sentir el tacto a través de la red.
