Siempre se ha dicho que las modas son cíclicas y que lo que se lleva ahora volverá como algo novedoso con el tiempo, pues bien, esto es algo que también pasa con los videojuegos. Tras una época en la que a las grandes empresas les obsesionaba desarrollar la última tecnología y contratar a guionistas de Hollywood para elaborar complejas líneas argumentales, los pequeños estudios recordaron que la verdadera esencia de los videojuegos residía en las mecánicas divertidas, esas que nos hacían pasárnoslo bien cuando echamos unas partidas con los amigos.
Comenzó con MInecraft
El éxito más sonado en el campo de los títulos independientes y un caso digno de estudio. Este popular juego de construcción se ha convertido en uno de los más vendidos de la historia y actualmente ostenta el honor de ser uno de los temas más populares en Youtube, plataforma a la que le debe una buena parte de su éxito. Gracias a la mecánica abierta del juego, los usuarios pudieron dar rienda suelta a su imaginación, compartiendo sus creaciones, trucos y aventuras en estos mundos virtuales que son tan únicos como los usuarios que los exploran.
Humor y nostalgia
Los estudios modestos no pueden competir con los grandes alardes técnicos que hacen las empresas líderes, pero sí pueden innovar y arriesgar, ofreciendo planteamientos que sean sencillamente divertidos y eso es precisamente lo que quieren los suscriptores de youtubers como ElRubiusOMG o el mundialmente conocido, PewDiePie. Las situaciones disparatadas, mezcladas con un cierto aire «retro» despiertan la nostalgia de aquellos que conocimos consolas como la NES o la MegaDrive.
Un nuevo mercado
Los desarrolladores «indie» han encontrado un gran apoyo tanto en las redes sociales como en las plataformas de crowdfunding en las que presentan sus proyectos ante la comunidad de usuarios. Así, títulos como Five Nights at Freddy's, I Am Bread, Goat Simulator o el reciente Undertale se han ganado un lugar en el corazoncito de los usuarios más influyentes de Youtube. Actualmente podemos ver al Rubius o a JackSeptcEye jugando al desternillante «Keep talking and nobody explodes», un juego para dos personas, que nació de una game jam, bajo la premisa de que un usuario ayudase a otro a desactivar una compleja bomba.
Conclusiones
Aunque el streaming de videojuegos no asegure el éxito a los desarrolladores, hay que recordar casos como el del «Flappy Bird» que se convirtió en todo un fenómeno mundial tras conseguir sacar de quicio al mismísimo PewDiePie en uno de sus vídeos, por lo que es fácil ver que sí existe un cierto paralelismo entre estas dos tendencias que ahora van de la mano.
