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Sanos que podrían estar enfermos y/o enfermos que parecen sanos

¿Quién está enfermo? Acepto que el título induce a confusión. Intentaré aclararlo

Lo está quien tiene una alteración en la estructura de su cuerpo u órganos (brazo roto, hígado inflamado). O aquel que tiene órganos que le funcionan mal: el riñón o el corazón; el que tiene problema psíquicos, por ejemplo, oye voces que no existen (alucinaciones) o quienes no se adaptan a la sociedad o el trabajo: sufren por el exceso del mismo (surmenage) o están quemados por él (burn out). También está enfermo el que en su cuerpo algo le aleja de los valores normales (o medios) en su colectivo: así lo están los que son muy altos o bajos (gigantes o enanos) o tienen en la sangre el colesterol o el azúcar muy alto o muy bajo (diabetes, hipercolesterolemia). Pero aún así las cosas no son tan sencillas; hasta hace poco no se consideraba como enfermos a los adictos a las drogas y sí a los homosexuales, algo ahora que se valora justo al revés.

Pero puede ser difícil definir quién está enfermo; podemos estar tristes un tiempo y a alguno de nosotros los médicos le calificaran de depresivo, no a todos. Según esto ¿están enfermos los infelices o, por ejemplo, los calvos? Paso a hacer una broma sobre esta situación y trato de incluir cuales podrían ser nuevas enfermedades entre personas que estimamos que no están enfermas.

Atesorar. En la sociedad hay enfermos reales, cuyo problema consiste en que de forma hereditaria y por alteración de sus genes en su cuerpo se acumulan sustancias. Son enfermedades raras. Todas incluidas con el nombre genérico de «tesaurismosis» (de la palabra griega «thesauros» que significa atesorar. Así sucede con la enfermedad de Gaucher cuyos afectos acumulan en el cuerpo unas grasas (cerebrósidos) o la de Nieman Pick que acumulan otras grasas (esfingomielina). Aquí me refiero a otro tipo de tesaurismosis, la que padecen los que acumulan riquezas. Todos conocemos alguno de ellos. Son la expresión actual del tío Gilito de Walt Disney. Estos acumuladores de dinero acaban por ser los más ricos del cementerio donde los enterrarán. ¿Usted cree que están enfermos? Sin duda hay otras variedades, los que acumulan cargos, otros poder, sirvientes, etc. o en grado menor, discos, sellos, bisutería o motos ?

Otra enfermedad frecuente en la sociedad es «tener piedras» en la vesícula, en el riñón o la vejiga. En medicina hablamos de «litiasis» porque en griego la palabra «lithos» significa piedra. Las más de las veces lo que sucede es que en esos órganos se acumula una concentración elevada de sustancias que no pueden disolverse en el medio en el que están y precipitan, originan cristales, forman una o varias piedras. Hay personas que tienen piedras en esos órganos y a veces, al movilizárseles producen dolor; entonces decimos que tienen un «cólico» al riñón, vesícula, etc... Pero aquí me refiero a otra situación, que ocurre en supuestamente sanos. Seguro que conoce a alguna persona que padece lo que podríamos llamar «el mal de la piedra». Habitualmente son individuos vanidosos, profundamente narcisistas, con ego gordo que esperan que la sociedad reconozca lo que ellos estiman que son sus méritos, sus aportaciones, esperan que les pongan «una piedra/ lápida» con su nombre en una calle, en una sala... Probablemente no han pensado que sin forzarlo todos tendremos una en el cementerio. Si es una enfermedad, tal vez una variedad en grado menor de la misma sería, no ambicionar tener una piedra, pero sí aparecer en la televisión o en las revistas. Me dirá que muchos lo hacen por dinero, también, pero casi todos lo que desean es adquirir la categoría de «famosillo o popular», ser conocido. Al final es una alteración del ego, lo tienen grande.

De los grupos. La tercera propuesta de posibles enfermedades en supuestos sanos se refiere a las que pueden afectar a algunos que pertenecen a grupos cerrados y se lo toman en serio, sean estos profesionales, religiosos, deportivos, sindicales, políticos, etc?. Cursan con frecuencia con algo que podría ser una enfermedad contagiosa que yo tiempo atrás llamé: «grupósis progresiva», porque les degenera y avanza con el tiempo. En medicina se usa el sufijo «osis» al final de la palabra que señala el órgano afecto para definir una enfermedad degenerativa, por ejemplo artrosis es degeneración de la articulación. Entre sus rasgos está la pérdida de la capacidad de autocrítica, la percepción distorsionada de la realidad, el que encuentra defectos en los demás que no halla en sí mismos a pesar de tenerlos. Equivale al dicho popular de que ven mejor una mota en el ojo ajeno que una viga en el propio. Ello les lleva a tomar actitudes y realizar actos disparatados, sobre la base de que poseen la verdad y los demás viven en el error.

En general tienen una valoración excesiva o exagerada de los valores de su propio grupo, que les hace a ellos excelentes y enanos o ínfimos a los demás. A veces se les altera el lenguaje. Recuerdo haber leído una sentencia judicial que decía que algunos políticos utilizan el mismo lenguaje que el resto de los mortales pero su significado es diferente. En su habla utilizan con frecuencia eufemismos. Por ejemplo si se autocalifican de «unidos» es porque la unión es dudosa o frágil, si «populares» porque temen ser o que les acusen de elitistas, y si «obreros», porque la presencia de ese colectivo puede ser cada vez menor o aspiran a vivir como ricos. En su forma más grave trastocan los valores éticos y actúan creyendo que el fin justifica siempre los medios y realizan actuaciones de ética dudosa; piense que hay organizaciones de estas que ponen bombas. La enfermedad se mantiene y cronífica, a veces porque quieren mantener su propio «status», mejorarlo o tienen el temor a perderlo. El tratamiento de estas enfermedades no es simple. Tal vez fuera útil que el resto de la sociedad revierta a los afectos lo erróneo de sus planteamientos, en lenguaje psicológico: los confronte y todos disminuyamos nuestra tolerancia ante sus disparates.

Sería magnifico que estas reflexiones le ayudaran a verse mejor y en su caso orientar su vida para evita alguna de estas enfermedades peculiares, y si las detecta, ponerse en marcha para curarlas.

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