Desvertebrada, con el campus repartido en cuatro municipios de la provincia y de carácter mayoritariamente politécnico, el enfoque aséptico de la UMH no emocionaría al hombre de letras libertario que inspira su nombre. En su estatuto no están previstas las agrupaciones de alumnos como mecanismo de representación, sino que se ejerce por candidaturas individuales, según el delegado general de estudiantes, Víctor Marín. El fin es «evitar que los partidos metan sus intereses» en la UMH. Dos sindicatos tratan de movilizar el campus, sin demasiado eco. Marín sitúa las últimas protestas en 2013.