Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Piruetas electorales

Según la encuesta de hoy del CIS, la lista de Mas obtendrá menos votos aunque más escaños que las de PSC, Ciudadanos, PP y Podemos

Piruetas electorales

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS

Sospecho que la inmensa mayoría de menores de treinta años tiene de Ruiz Mateos el mismo recuerdo que de Menéndez Pidal o Celia Gámez: ninguno. Sin embargo, fue un personaje de pasarela casposa durante un par de lustros y símbolo del aventurero trapisondista, un Madoff de garrafón sin el abolengo exigido para mimetizarse con el paisaje financiero del palco del Bernabéu o una cacería real. Su palco era el del Rayo Vallecano con sillas de tijera y sus cacerías de feria las de un charlatán embaucador que vende crecepelo tóxico. Ese capitalismo piramidal sin patrocinio político claudicó con la expropiación de Rumasa, para entendernos la aparente Mercadona o Zara de la época que en realidad padecía metástasis contable, y ahí surgió el mito del rebelde quijotesco al que muchos jalearon por aquello de que en España la gente ruidosa suele caer bien si además regala estampitas de la Virgen. En una jungla de sentencias mimosas e indultos vergonzantes, él fue el apestado de la España oficial y «clown» efímero de la muchedumbre.

Zafarrancho

Algunas almas caritativas se preguntan qué podría haber respondido el ministro Morenés al ser preguntado por el papel de las Fuerzas Armadas ante una eventual declaración de independencia de Cataluña salvo lo que dijo: «Si todo el mundo cumple la ley, le aseguro que no hará falta ningún tipo de actuación». Es una declaración concisa y literalmente intachable, pero Morenés podría haber ahorrado metralla retórica remitiéndose a la Constitución, lo cual sin duda hubiese sido saludado como una perogrullada inofensiva. El condicional «si todo el mundo cumple la ley» unido al sustantivo «actuación» inevitablemente evoca una acampada legionaria en el Nou Camp con la cabra pastando junto al banderín del córner. Ahora bien, aunque aclarar lo que uno ha dicho siempre implica un grado más o menos intenso de humillación, ésta siempre es inferior a la de hacerlo acerca de lo que uno «no» ha dicho como es el caso de Felipe González, forzado a precisar ante los suyos que él habló de «identidad catalana» y no de «nación catalana». El problema es que nadie ha apreciado la diferencian.

El zoco de Damasco

Fátima Báñez es una ministra inquietante que suele acometer los micrófonos como si acabara de perder las llaves de su casa. Hoy ha convocado a las CCAA a una reunión logística ante la próxima llegada de miles de refugiados sirios, pero los consejeros autonómicos han criticado la convocatoria como una pérdida de tiempo ante la falta de propuestas del Gobierno. Aunque son los mismos que quemarían banderas estadounidenses si losmarines irrumpieran en Damasco y Palmira, por una vez cabe descartarque las críticas sean partidistas. La solidaridad es un lujo carísimo y el Gobierno suspira por que en Hamburgo quepan más sirios que en Cartagena. Siempre son tonificantes las declaraciones del tipo «Europa es tierra de asilo» y demás pretextos narcisistas, pero por sus obras los conoceréis y comienzan a proliferar desertores como Gran Bretaña, de nuevo espléndidamente insular, o Dinamarca, el edén que no quiere verse contaminado por desarrapados de piel oscura.

Más madera

Han bastado cuarenta y ocho horas para añorar los presuntos gazapos de Morenés y Felipe González, las que ha tardado García Margallo en incorporarse a la troupe de prestidigitadores que creen dominar el truco de la chistera catalana. Ejerciendo de policía bueno en el mejor de los casos o de quintacolumnista en el peor, García Margallo ha ofrecido una reforma sentimental de la Constitución (la «identidad catalana» asumida por Felipe) y un aguinaldo financiero, el bálsamo de ancestros y circulante con que pretende sosegar la insurrección pendiente de escrutinio. Según la encuesta de hoy del CIS, la lista de Mas obtendrá menos votos aunque más escaños que las de PSC, Ciudadanos, PP y Podemos. Estas piruetas electorales no son imputables a D´Hondt sino a la circunscripción provincial y el mínimo de votos, pero en cualquier caso incrementan el asombro cuando Mas repite que bastará un escaño para la declaración unilateral de independencia. Ahora recuerdo con ambigua nostalgia que en 1999 Pujol también consiguió menos votos, pero más escaños que Maragall y fue investido gracias ¡al PP!

Dia-D(A)

Último versículo semanal de la epístola catalana. Me llega desde el patio la voz del sacerdote durante la retransmisión de la misa: está pidiendo a los fieles que rueguen por Cataluña.

Acabáramos. Me pregunto si Piqué acudirá a la manifestación de la Diada. Piqué es uno de esos independentistas que, a falta de selección catalana, no hallan obstáculo moral alguno en enfundarse la camiseta española. Les pone lo nacional, supongo. Y si los abucheos a un himno deben aceptarse como ejercicio de la libertad de expresión, hacer lo propio con un jugador que viste la camiseta abucheada es una derivada completamente lógica. Las democracias tienen una extraordinaria facilidad para las exhibiciones de mal gusto (Piqué se justifica con una compleja metáfora acerca de quien lleva traje habitualmente, pero un par de días al año se pone chanclas) y el discurso de Mas de anoche lo corrobora: como aventuró Felipe en el artículo por el que parece estar pidiendo ininterrumpidas disculpas, alguien que dice encarnar la voluntad colectiva está retrocediendo peligrosamente a la Alemania de 1930. Con chanclas o con zapatos de charol.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats