Fue justo hace un año cuando Luis Martínez, director general de Covercrush y músico profesional involucrado en proyectos como Henry Saiz & Band, Hal Incandenza y Maxthor, tenía el álbum listo para publicar pero sólo le faltaba la portada adecuada para su proyecto. Por curiosidad, buscó algún servicio pero no encontró nada. Y, al sospechar que habría más artistas «en busca de una portada con aspecto profesional», decidió desarrollar Covercrush junto con Cynthia Nudel como directora de Arte, Javier Fernández como web manager y Ewelina Kijewska como especialista en Marketing para «llenar este hueco en el mercado».
Lo definen como una «galería de arte digital en la que los músicos pueden comprar diseños, fotografías o ilustraciones ya preparadas para ser utilizadas como portada de su disco. Sólo tienen que visitar el catálogo, elegir la portada y, una vez la compran, es exclusivamente suya». En definitiva, apuntan desde el equipo de este nuevo proyecto que tiene como base de operaciones Alicante, «conseguir la portada de un disco para un músico pasa de ser un proceso de días o semanas a convertirse en algo que puede solucionar en sólo unos minutos». Sí, a golpe de click. Y con la garantía de contar con la exclusividad de la obra de un autor.
Así, este punto de encuentro entre música y arte, que nace totalmente adaptado a las nuevas tecnologías tras un año de intenso trabajo, resuelve uno de los principales anhelos de los músicos cuando ya tienen sus canciones listas: la portada que complete el mensaje, que seduzca entre los millones de discos y nuevas referencias que aparecen en la industria musical cada día. Además de tener claro que «una portada es el escaparate de un proyecto musical», los creadores de Covercrush también tienen en cuenta que actualmente la mayoría de música se vende online. «Esto significa que si quieres atraer a los oyentes tienes que destacar, empezando por lo que la gente se va a encontrar en primer lugar: tu portada», añaden.
Spotify, Soundcloud, Youtube, iTunes, Bandcamp... Las vías por las que nos llega la música se multiplican y escucharla en streaming es la dinámica más habitual hoy en día. Pero esta realidad no ha acabado con la necesidad de contar con una portada de álbum con un diseño que represente la identidad del artista y de su trabajo. Es más. Ha hecho que el diseño tenga más importancia ya que la mayoría de estas plataformas ofrecen opciones de personalización limitadas. Por ello, que el control del diseño del álbum dependa del músico, brinda una oportunidad única y muy potente para diferenciarse.
Puesto que la mayoría de músicos no ofrecen sus trabajos en cd o vinilo, sino como descarga digital, en Covercrush incluyen en cada pack imágenes que el músico puede usar para promocionar su disco en sus redes sociales. Y, para aquellos que editan su música en formato físico, ofrecen versiones en alta resolución de las portadas «listas para enviar a imprenta» unas publicaciones que están experimentando un gran resurgir en paralelo a la presencia y auge del streaming.
Hasta ahora, según explican, lo más parecido que había a lo que han creado son las webs de plantillas o bancos de imágenes; pero esto, subrayan, «tenía el riesgo de que un mismo diseño podía ser usado por distintos músicos. Exploramos el mercado y vimos que muchos diseñadores ofrecían diseñar portadas por encargo a nivel individual pero no pudimos encontrar ningún catálogo amplio como el que teníamos en mente». Y lo que imaginaban hace un año, ya es real. Portadas únicas, artísticas y de calidad en un amplio y variado catálogo que van alimentando casi diariamente con nuevas obras. En definitiva, el consumo de música cambia, pero las portadas de los discos siguen siendo cruciales para un proyecto musical. Igual ya no visten tantas paredes como solían hacer, pero en el entorno online consiguen conquistar más oyentes que se acercan a escuchar determinada música por la magia, misterio, atracción o incluso enamoramiento que puedan sentir al ver su portada. Una vez se produce el flechazo, la música ya ha empezado a sonar.
