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Conmemoraciones y manifiestos

Este año se cumple el centenario de la publicación de los manifiestos Dadá, del Purismo y De Stijl, con influencias diversas en la plástica de aquellos años y en décadas posteriores

Interior de la casa Schöeder. SVB

En este año se celebra el medio siglo de acontecimientos convulsos y crispados, que tuvieron lugar en diferentes lugares del planeta: desde el Mayo francés en París, especialmente, y Nanterre, que pudieron resultar los desencadenantes, pero que se dieron en lugares como Bremen, Praga, México y en prestigiosas universidades norteamericanas, etc. De todo ello se hablará y disertará durante estos meses próximos. Durante esos años el Pop Art se encontraba ya consolidado e identificado, y en la década de los sesenta los Smithson, matrimonio de arquitectos ingleses, lo habían incorporado plenamente a la arquitectura.

Cincuenta años antes de aquel acontecimiento, esto es, cien desde el momento actual, se habían producido otros hechos destacados. En lo social y político en Alemania tuvo lugar la revolución espartaquista y, tras la rendición militar, la proclamación de la República de Weimar.

En el mundo de las artes y la arquitectura hubo importantes acontecimientos que venían gestándose tiempo atrás. Coincidieron ese año la publicación de tres Manifiestos artísticos el que dio contenido a Dadá, el de los principios del Purismo y también De Stijl. Asimismo, intermedio entre literatura y plástica fueron publicados los Caligramas de Apollinaire.

El Manifiesto Dadá 1918 fue redactado por Tristan Tzara, siendo publicado ese año en el número 3 de la revista Dadá que se editaba en Zurich. Ante las conjeturas de cuanto decía y significa la palabra dada en diferentes lenguas, Tzara escribió «Dadá no significa nada», supone la negación de cuanto se materializaba durante aquellos años y, más adelante, continúa «?nació de una necesidad de independencia". Su vigencia temporal fue breve, permaneciendo fagocitado por las corrientes del surrealismo más sistematizado y vinculado políticamente con el Partido Comunista Francés a partir del año 1927, si bien en la influencia posterior Dadá constituye el origen de distintas corrientes surgidas durante la segunda mitad del siglo XX.

Por su parte, el primer manifiesto de la revista De Stijl (el Estilo), de origen holandés, fue publicado en el número 2 de la revista del mismo nombre. Estuvo firmado por siete autores de diferentes artes, pintores, escultores, literatos y arquitectos. Entre los pintores, Piet Mondrian había seguido en su obra un recorrido plástico iniciado en la figuración, prosiguiendo por las demás expresiones de esos años, hasta alcanzar la abstracción más radical. De manera indiscutible esa evolución se aprecia en el modo de mostrar el tema único en la representación de un árbol, desde la figuración hasta la abstracción formada por el conjunto de líneas ortogonales verticales y horizontales, eso sí, dispuestas en el soporte convencional del formato cuadro.

Theo van Doesburg, también coautor del documento del manifiesto, desarrolló su arquitectura con la disolución de los planos y el recurso a los colores elementales. Por su parte Riedved, holandés igualmente, en la casa Schöeder donde también residió llevó a cabo un auténtico manifiesto construido. Esta vivienda de reducido tamaño fue diseñada hasta el último detalle que, mediante el desplazamiento de los tabiques en el interior, modificaba las dimensiones espaciales y los ambientes residenciales.

El tercer Manifiesto corresponde al Purismo firmado por el pintor Ozenfant y el arquitecto Ch. E. Jeanneret (quien poco después adoptaría el nombre Le Corbusier de su abuelo) inspirado como reacción al cubismo. El arquitecto lo incluyó en su publicación Aprés le Cubisme. Le Corbusier proponía el empleo de volúmenes simples, superficies definidas por medio de las líneas directrices de los volúmenes, la planta como principio generador y la arquitectura debía quedar articulada por los trazados reguladores. La nueva estética asumía presencia de la máquina y la producción industrial de los barcos, aviones y automóviles, así como el empleo de los materiales en bruto, considerando la formalización exterior como proyección del interior.

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