La Universidad de Alicante tiene, entre sus actividades, teatro, danza o música. Propuestas que pretenden el fomento de la formación integral del alumnado. Y que están abiertas al público. No es difícil recordar los mejores momentos que vivió el Paraninfo con su programación. Pero ahí se sigue con producciones propias y externas. El Aula de Danza Contemporánea, dirigida por Carlos Peñalver, prepara La última cena para el 8 de mayo. El famoso cuadro de Leonardo da Vinci, en el que Jesús anuncia que uno de sus discípulos le traicionará, es el punto de partida con una actualizada historia. El Aula de Teatro Contemporáneo representará, el 15 del mismo mes, En defensa (un concierto de despedida), de la alicantina Lola Blasco, que toca el asunto de los jóvenes desempleados bajo la dirección de Iván Jiménez. Por su parte, el Aula de Teatro Clásico tiene previsto ofrecer Hécuba, de Eurípides, el 29 de mayo. Una obra sobre mujeres que sufren las guerras, con versión y dirección de Pascual Carbonell. Respecto al Aula de Teatro de la Universidad Permanente, ofrecerá Los figurantes, del valenciano Sanchis Sinisterra. Esta comedia se verá el 12 de junio, dirigida por Elizabeth Sogorb, y plantea la rebelión de los figurantes contra los protagonistas como metáfora de la vida real. Al margen de la UA, vean la prolongación de la campaña de teatro no profesional en el Aula de Cultura de Alicante, de la Fundación Caja Mediterráneo, con el objetivo de continuar difundiendo la tarea de estos grupos en la medida de lo que una muestra puede dar de sí. Nave Argo se fundó en el colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante y ya ha ofrecido Sweeney Tood, una venganza por celos de Cristopher Bond y que Tim Burton llevó al cine. Teatro Buscavidas, de Aigües, ofreció recientemente A dos leguas de Jauja, una adaptación, de Adán Rodríguez, de los populares pasos de Lope de Rueda (s. XVI) con hidalgos, clérigos, estudiantes, celestinas, el pastor o el bobo. Se ha visto La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde, con el grupo Akra Leuka, de Alicante. Una obra sobre la sociedad puritana que se escandaliza cuando alguien cuestiona sus cimientos. El 26 de abril se verá a la agrupación alcoyana Identitas Teatro con Identitas, un asunto sobre los internos de un psiquiátrico, y el 10 de mayo será el turno de ¡Menudo jaleo tiene don Tadeo!, interpretada por los alicantinos de Hékate con la intención de divertir. Posteriormente, el 24 de mayo, Mentiras, incienso y mirra, de Juan Luis Iborra y Antonio Albert. Teatro Raspeig propone una dulce reunión de amigos en una noche de Reyes que se vuelve amarga al destapar cosas. El ciclo concluirá el 31 de mayo con los ilicitanos de la Compañía Clásica de Comedias y Chéjov in love. Desde Rusia con humor, que ofrece tres piezas cortas con temas de la vida cotidiana actualizados. Un breve paisaje de lo que se hace por aquí con mayor o menor fortuna. Antes de terminar, decir que anteayer, como cada 27 de marzo, fue el Día Mundial del Teatro, cuyo mensaje, de la escritora y periodista mexicana Sabina Berman, habla del arte más antiguo, más presente y más asombroso con su capacidad de representar personas. Pues eso.
