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Marisol Limiñana: «Hay talento a raudales en nuestro sector»

Marisol Limiñana es actualmente distribuidora de compañía. Ha trabajado en multitud de facetas en el teatro de Alicante

Marisol Limiñana

Marisol Limiñana comienza su relación de amor con el teatro como casi todos y todas las alicantinas de su generación, en el instituto Jaime II. De ese germen nace la compañía que ha sido la referencia teatral en Alicante durante más de 30 años, Jácara Teatro y Marisol fue de las fundadoras de la cooperativa artística.

Empezó actuando en los montajes y paralelamente desempeñando tareas de producción, que según ella, «eran cosas que hacíamos pero no sabíamos que eran tareas de producción». La inocencia de empezar un proyecto nuevo de la nada y el éxito casi instantáneo aceleró el proceso de profesionalización. El volumen de trabajo en las labores de gestión apartó a Marisol de los escenarios después de representar el montaje de El aumento una obra de George Perec, dirigida por Sergi Belbel. Ahí empezó una etapa dedicada por completo a la producción y distribución de los espectáculos de la compañía. «Al principio todo era mucho más complicado que ahora. Sin internet y sin móviles toda el trabajo se desarrollaba en una oficina física, mandando el material por correo y dependiendo de una línea fija de teléfono».

Ella me cuenta que «las tablas» que le dieron su trabajo de actriz fueron indispensables para empezar a desenvolverse en su nueva área. La distribución es una labor complicada. En sus inicios cada compañía tenía que tener una oficina o un local desde el cual realizar el trabajo. Hoy es muy extraño encontrar una compañía creada en los últimos cinco años con una sede física. Los tiempos han cambiado y la precarización del sector ha afectado a todos los eslabones de la cadena. Ahora lo habitual es que las compañías creen un espectáculo y busquen a un distribuidor «profesional» para que lo pueda vender.

«En la distribución, la producción y la regiduría hay muchas mujeres trabajando en este país. Te diría que muchísimas». Una afirmación que reconforta un poco pero que no debe sorprender en absoluto. «Las mujeres son las que han sacado adelante este país. Desde la postguerra, la mujer se ha ocupado de gestionar la economía doméstica con gran acierto, pese a las circunstancias. Con lo que administraban les llegaba para sobrevivir, ahorrar un poco e incluso irse de vacaciones». ¡Gestoras, damas y caballeros! Tomen nota.

Tras la disolución de Jácara, Marisol ha sido directora del Teatre Arniches, gestora del proyecto Teatro del Mediterráneo? Actualmente realiza su labor de distribución con la compañía valenciana Bambalina, la cual estuvo visitando nuestra ciudad el fin de semana pasado.

Respecto a la situación actual del teatro, la visión de Marisol no deja mucho lugar a la alegría: «No quiero ser pesimista, pero la cosa no pinta bien. El principal tema pendiente que tenemos en el mundo del teatro, es llegar al público. Llegar de verdad, que a la gente le interese qué pasa con la cultura. Si no lo conseguimos, los políticos no se van a involucrar, porque la cultura y el teatro hoy, no dan votos».

Es una tarea titánica y no sé si alguien se atreverá a decir que conoce la solución. Parece redundante decir que la cultura, el teatro, la danza, la música?en definitiva el arte, forman y definen la identidad de un pueblo, de un país. «En el sector del deporte, tras las olimpiadas de Barcelona, nos hemos aplicado mucho y ha habido mucha inversión y dedicación por parte de la administración. Pero con la cultura? desde los años ochenta cuando se construyó una casa de cultura en cada pueblo?» Silencio. Un enorme silencio administrativo que hace que cada vez resulte más difícil poder escribir esta columna sobre artistas y trabajadores del mundo del teatro de esta ciudad.

Pero no todo está perdido. «Hay talento a raudales en nuestro sector. Espectáculos maravillosos que la gente debería poder disfrutar. Hay mucha producción. Cada vez que voy a una feria me quedo asombrada, pero me pregunto: ¿Dónde se van a poder ver estos espectáculos?». Es responsabilidad de todos y todas revertir esta situación. Alicante necesita reencontrarse otra vez con el teatro. Hagámoslo posible.

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