Aun siendo insuficientes los simples escaparates, vale todo lo que se haga en beneficio de la promoción y difusión del teatro de aquí. Ustedes conocen Alicante a Escena, que se celebra en septiembre y que busca el salto a la profesionalización, y la idea de un certamen específico para grupos de teatro amateur en la próxima primavera, según el Ayuntamiento, destinado a centros de enseñanza especialmente. Se verá. Ahora funciona, desde el pasado 21 de septiembre, la Campaña de Teatro no Profesional del Mediterrani en el Aula de Cultura de Alicante, de la Fundación Caja Mediterráneo.
Bajo la coordinación de Rafa Hernández, hasta el 29 de diciembre, de momento, están previstas las actuaciones de diferentes colectivos, algunos de los cuales han transitado ya por el escenario del Aula, como Bolos Teatre (Alcoy) con la comedia Una noche de primavera sin sueño (1927), de Jardiel Poncela, aquel autor del absurdo lógico con, en este caso, una borrasca matrimonial y un personaje que cambiará el rumbo de esa pareja. Los espectadores han visto también a Melpómene (Alicante) interpretando Teatro en la guerra, de Miguel Hernández, en el 75 aniversario de su fallecimiento. Cuatro piezas breves que fueron escritas para dar moral a la tropa y promover el banderín de enganche a la causa republicana.
Por el mismo lugar pasó El Club de los Viernes por la Tarde (Alicante) con Adiós (es) o 103 formas distintas de despedirse, una comedia de situaciones, de creación colectiva, para jugar a decir adiós o a no decirlo. Y Epidauro (Alicante), que interpreta la historia de un joven que vuelve por un dramático suceso familiar en Una niebla de cenizas, de Paco Pando. Nuevamente Melpómene para, en esta ocasión, representar Como en el XVII, obra de José Manuel Vidal que expresa las similitudes entre ese siglo y el nuestro. La Asociación Asaute Aulas Tercera Edad (Alicante), con la vista puesta en activar la mente y el físico, escenifica esta misma tarde La barca sin pescador (1945), de Alejandro Casona. El pacto con el diablo de un empresario que pierde su fortuna, y Mobbing, de Antonio Cremades, con Imperio Teatro (Alicante), que plantea las consecuencias del acoso laboral.
El Microteatro de Charly tiene su sala en la avenida de Jijona, 74-1º (Alicante). Y en el Aula de Cultura ofrecerá El creador de risas. De Pinoso, Taules Teatre y El eunuco, de Terencio, con equívocos tradicionales y enredos de amor. Asimismo, La reina del hielo Cucarachito y el poema de la mariposa, Caperucita roja y el lobo vegetariano y Oliver Twist, montajes de teatro familiar que representan, respectivamente, Amity Artes Unión, El Liceo, Somnis Teatre y Taules. Una campaña en la que colabora la Diputación y este periódico.
Preferiblemente, el teatro aficionado debe tener un espíritu inquieto y comprometido. De renovación y con ganas de experimentar nuevas posibilidades. Esto ocurre a veces, si bien cada uno es libre de hacer lo que prefiera. Lo más importante es el trabajo con un mínimo de calidad al menos, al margen del interés económico. Sin perjuicio de entretener o divertir, mejor aún si se trata de un teatro de hoy con valor cultural, social y lenguajes contemporáneos.
