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Contra casi todo

El músico y agitador estadounidense Ian Svenonius lanza su furia contra lo que le rodea en su nuevo libro

Contra casi todo

No he leído el anterior libro de Ian Svenonius (cuyo apellido, por cierto, me encanta), pero el título me echaba un poco para atrás: Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock (Blackie Books, 2014). La palabra sobrenatural sí, esa siempre me atrae... pero lo de montar un grupo de rock está entre los tres o cuatro asuntos por los que menos interés siento en este mundo y que dudo mucho que alguna vez lleve a cabo (junto con pertenecer a un partido político, registrarme en una red social o ver un programa televisivo de cocina). Por ese mismo motivo pero en sentido opuesto, porque me ha encantado el título (más bien el subtítulo), me he lanzado sin red a la lectura del segundo libro de Svenonius (Chicago, 1968) publicado en España: Te están robando el alma: Contra Ikea, Apple, Wikipedia, el Rock corporativo y la depilación púbica. Ante semejante declaración de principios, ¿quién puede resistirse? Yo no, desde luego...

Semejante batiburrillo esconde una tesis atractiva: en el último siglo, el sistema occidental en el que vivimos ha ido creando una serie de modas, artilugios y falsas necesidades que, bajo el reclamo de la autenticidad y la novedad esconden en realidad una estrategia de desensibilización y desmovilización masiva para anular o adormecer el espíritu crítico y de protesta de la gente.

La idea no es nueva (y más o menos, en cierto grado, es fácil compartirla) pero no sé hasta qué punto hay que tomársela en serio hasta el extremo que nos propone Svenonius... El libro (libelo, más bien, ataca a todo y a todos: Ikea y Apple, pero también los documentales, las propinas o el twist) está lleno de rebuscadas teorías conspiranoicas (es delirante, pero fabuloso, el capítulo en el que demuestra el papel histórico del cultivo y consumo de azúcar en la creación y destrucción de imperios) que suelen acabar con la citada conclusión de que el malvado capitalismo lleva décadas llevando a cabo una cruzada perfectamente organizada para robarnos el alma mediante productos, costumbres y marcas que bajo su apariencia amable y limpia fomentan el individualismo y la deshumanización. Estoy de acuerdo, no lo niego, pero no me convence la oposición simplificadora (y peligrosa) entre capitalismo/malo y comunismo/bueno a la que alude una y otra vez. Pero bueno, cada uno es libre de dejarse engañar por quien prefiera: unos por Steve Jobs, otros por Karl Marx.

El libro me ha gustado, pero sin encantarme, para qué engañarnos. Está escrito con un estilo incendiario, directo y divertidísimo pero a la vez -y esto contrarresta los indudables aciertos que tiene- está lleno de afirmaciones categóricas sin demasiado fundamento o justificación, del tipo «todo el mundo sabe que...», «a menudo se afirma que...», etc. que difícilmente resisten una lectura medianamente crítica. En cualquier caso, es un libro que te hace reir, enfadarte, comentarlo en voz alta y releer algún que otro capítulo, y solo por eso ya merece la pena su lectura.

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