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Alemania contra Hollywood

Las producciones en español en el Tercer Reich y la labor del compositor de los estudios Columbia, objeto de estudio

Alemania contra Hollywood

La pugna que llevó a cabo Alemania contra Hollywood para obtener el control del mercado cinematográfico mundial benefició a España, puesto que para expandirse por América del Sur los germanos necesitaban hacer versiones españolas de los filmes. Para ello nacía la Hispano Film Produktion en octubre de 1936, para rodar dobles versiones o coproducciones (6) y documentales (12), muchos de ellos filmados en Berlín durante la fratricida contienda española.

Los directores Benito Perojo y Florián Rey y la actriz Imperio Argentina fueron los puntales artísticos de este proyecto fílmico (1936-1944), con éxito entre el público español, no tanto entre el alemán, y con apoyo de los gobiernos de los dos países. La presencia de Imperio Argentina era imprescindible para la difusión de las películas, ya que era una celebridad por entonces, mucho más que la otra intérprete, la estrella folklórica de fulgurante y breve trayectoria Estrellita Castro. Y es que Imperio Argentina fue «un objetivo para la cinematografía alemana» con el fin de que actuase en producciones genuinamente alemanas, algo que no lograron a pesar de su generosidad tanto con la actriz como con su marido, Florián Rey.

El autor explica, entre otros aspectos de interés, las diferencias entre la versión española y la alemana y los recortes de metraje entre una y otra, así como el planteamiento de los documentales de montaje de corte propagandístico, que defienden una España tradicional y católica frente a las ideas comunistas extranjerizantes. Curiosamente estos documentales muestran a un Francisco Franco «escurridizo y tímido, sin dotes para la oratoria y sin la suficiente prestancia física como para ser un personaje cinematográficamente interesante». Este es un interesante estudio pormenorizado sobre la HFP, que operó con una «inevitable tendencia a la improvisación» y exigua capacidad económica, ocupando un «lugar anecdótico en el cine alemán».

Cronómetro en mano

El barcelonés José Domingo Romero Mora desgrana la prolífica producción musical de George Duning (1908-2000) para los estudios Columbia en un ensayo de prosa ligera aglomerada de incontables datos técnicos, editado por la murciana Ediciones Rosetta. Duning fue cinco veces candidato al Óscar, autor de unas trescientas partituras para cine y televisión y el responsable de la banda sonora de películas como De aquí a la eternidad, Picnic, Dos cabalgan juntos y El tren de las 3.10. El maestro de la orquestación se fogueó en su juventud en orquestas de baile, bandas de jazz y musicales teatrales interpretando la trompeta y el piano. En 1939 dio el salto a Hollywood para la RKO y de ahí a Columbia en 1947. Era una época en la que se grababa la música con un cronómetro en la mano y en la que Duning laboraba más como orquestador y arreglista que como compositor, tarea en la que se consagrará a partir de los años cincuenta, siempre a la sombra de Morris Stoloff, director musical hasta 1962. Romero Mora detalla cómo componía Duning los temas musicales para un máximo de 35 ejecutantes en un tiempo límite de ocho semanas. Al dar a conocer las seis décadas de trayectoria de Duning, dividida por géneros, el autor nos ofrece la historia marginal de Columbia y rememora una serie de largometrajes hoy olvidados, pero revalorizados por la música del norteamericano.

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