La ciudad es uno de los símbolos más característicos de la sociedad moderna, el lugar de máximo desarrollo de las artes». Así comienza el texto que nos presenta la exposición Perdidos en la ciudad. La vida urbana en las colecciones del IVAM, actualmente en el MACA. Exposición que pudimos ver mucho más amplia en el IVAM, y que se ha adaptado para relacionar su contenido con las colecciones que conserva el museo de Alicante. Otra frase del texto redunda sobre la idea: «La ciudad (o la experiencia urbana) es sobre todo un conjunto de significados, un cúmulo de vivencias que no existen por sí mismas, sino que son producto de las prácticas que llevan a cabo las diferentes personas en un tiempo y en un espacio urbano determinado». La exposición no documenta la evolución social o arquitectónica, urbanística, de las ciudades, no, la integran obras que nos hablan de la historia contemporánea del arte, desde 1936 a 2002, que muestran diferentes concepciones del espacio, de la pintura, de la fotografía, la dinámica del arte, que tienen su centro de desarrollo en los centros culturales, las ciudades, a partir de la producción y la visualización de estos contenidos. Porque, como sigue el texto, «(los significados, las vivencias) no existen por sí mismos, sino que son producto de las prácticas que llevan a cabo las diferentes personas en un tiempo y en un espacio determinado». Por lo que resulta un tanto contradictorio que, así como en las exposiciones que muestran la excelente colección del IVAM siempre se cuenta con artistas de València ciudad, buscando pensar lo creado en su entorno en cada momento clave de su historia, en relación con los movimientos y obras generadas en el mundo, esto no sucede en el MACA. En nuestro museo de arte contemporáneo no tienen presencia los artistas de la ciudad y la provincia. Y en cuanto a nuestra relación con València, con el IVAM, seguimos siendo receptores pasivos de todo lo que desde este centro se realiza, sin que en estos proyectos haya una mirada de colaboración con los actores culturales de la ciudad y provincia.
La exposición actual cuenta con obras muy importantes para la historia del arte del XX y XXI, pues el IVAM posee una de las mejores y más completas colecciones nacionales, reconocida a nivel internacional. Las fotografías de Ruff, Hoöffer, Crewdson, los Becher, la obra de Rauschemberg, Opie, pero también del Equipo Crónica, Realidad, grupos valencianos que en toda exposición de tema aparecen. Ante tales obras de extraordinario valor no cabe ninguna crítica, pero la pregunta es cuál es el fin de estas exposiciones. Un aspecto fundamental en todo proyecto museístico, cultural, es la relación museo-arte-artistas-público, siendo cada uno de estos elementos igual de importante. Es decir, la institución debe considerar en cada una de sus actuaciones cuál es el efecto que puede conseguir en la ciudad a la que se dirige, de qué manera puede interesar a la sociedad receptora. En esta excepcional exposición, por la calidad de sus obras, no se interpela a los autores de la cultura de Alicante. La no promoción del arte de Alicante ha hecho que no exista para nadie, por lo que tampoco se ha cultivado al público, el artista de Alicante permanece oculto a la sociedad, y viceversa, esta sociedad vive al margen del arte, de su historia y de su presente.
