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Inma Mengual: «El arte cambia el mundo»

«Para ser creadores, es necesario respirar y observar el tiempo que vivimos y el entorno que nos rodea», afirma

Inma Mengual: «El arte cambia el mundo»

Ahora mismo, la frontera entre diseño y arte es lábil, ¿no? ¿Qué crees tú que definiría cada área? ¿Sería necesaria esta precisión?

El arte es hoy una hibridación que ha quebrado los límites de la creación y se hace valer de cuanto tiene a su alcance para expresar, para hacer ver, para comunicar. Exactamente igual que el buen diseño. Hoy no veo gran diferencia; artistas y diseñadores creamos proyectos personales y/o por encargo, que expresan, que venden historias, productos, servicios, o lo que sea. La escultura me ha ayudado a una mejor visualización tridimensional del diseño y sobre todo, a transgredir la norma de lo que debe o no debe ser, de manera que puedo crear más libremente. Como diseñadora, a veces recurro a la escultura para iconografiar un evento generando una pieza que sintetice su significación o creando objetos asociados a marcas. Cruzo permanentemente la fina línea que separa el arte del diseño para llevarme procesos y técnicas de un lugar a otro. El resultado siempre es enriquecedor.

Tu espacio de creación antepone las ideas, la ética, el sentido común, las relaciones humanas, la honestidad y la transparencia a cualquier otro valor ¿complicado en estos tiempos que corren, no, donde parece ser que se lleva todo lo contrario?

Ese es mi mantra profesional que traigo del mundo de la empresa y aplico también a mi actividad docente, investigadora y artística. La conceptualización y la puesta en marcha de las ideas, así como los procesos y la experiencia que todo ello me aporta, forman parte de lo que me interesa. Para ser creadores, es necesario respirar y observar el tiempo que vivimos y el entorno que nos rodea. Hablo de todo tipo de creación, no podemos crear de espaldas a la sociedad, al mercado, a las personas y desde esa perspectiva contemplo la honestidad, la transparencia, la ética, porque el arte es un instrumento de primer orden para cambiar al mundo y a las personas.

Perteneces al grupo de investigación FIDEX [Figuras del Exceso y Políticas del Cuerpo]. ¿Qué aportas y qué te aporta en tu práctica artística? ¿Siempre existió un proceso de investigación en el arte o es una cosa de la contemporaneidad?

Mi aportación al grupo de investigación gira en torno a las gráficas mentales, artefactos y otras formas de expresión en seres fuera de norma; ese es mi ámbito, el de la creación anormal por inducción. Como escultora que vengo produciendo una obra que explora los límites de la creación anormal, los códigos de comunicación y los soportes otros, trato la creación inducida como método creativo que aplico a la pruducción de mi propia obra, pero también a la docencia de grado y máster en la facultad. La investigación me ha llevado a la puesta en práctica del conocimiento adquirido, impartiendo talleres entre otros, a mayores o a enfermos de Alzheimer o a participar en congresos sobre arte y salud, creación, diversidad, etc. Siempre ha existido un proceso de investigación en el arte, en mayor o menor medida, seguramente supeditado al momento histórico y a las personas, pero sí, definitivamente sí, hasta en momentos de la historia del arte, digamos menos intelectualizados, ha habido un proceso previo de experimentación que ha hecho posible la llegada de esos períodos artísticos concretos.

Trabajar en el ámbito de lo doméstico parece estar de moda. ¿Qué supone? ¿Qué límites tiene? ¿Será una moda pasajera?

Mis escenas domésticas tienen relación con ese maravilloso subgénero pictórico que retrata el instante casero en apariencia apacible pero que está cargado de símbolos, gestos y sujetos que nos ofrecen una segunda lectura mucho más interesante. Presupone posición. En mi caso, inicialmente, una posición interior, subjetiva que siempre he tenido, que con el tiempo se hace pública y se alinea con una visión exterior más simbólica que hace cuestionamientos globales. El mercado del arte está en general polarizado, entre el inside y en el outside. En ciertos momentos prima más una posición sobre otra. A mi modo de ver no se trata tanto de una moda, sino más bien de una posición.

¿«...cómo contar historias debajo de una mesa» (2017)? ¿Por qué desde ahí? ¿Para qué? ¿Por qué?¿Para quién?

Debajo de la mesa ocurren las cosas más interesantes, los niños confabulan, hay caricias, patadas, comida despreciada,? es un no-espacio, un locus donde campan las historias de fantasmas. Las piezas de este proyecto bajo un aspecto sutil de alto contenido estético, hablan del límite como recurso, de imposiciones geopolíticas microencefálicas, puestas o autoimpuestas, de leyes no escritas, costumbres y tradiciones. Comprenden referencias a personas, a experiencias pasadas y de condicionantes impuestos por la familia social. Transitan entre los conceptos íntimo-privado-público-global, de lo micro a lo macro, de lo personal a lo social. Pero hablan también del proceso, del azar buscado, investigado, encontrado y expuesto. Pretenden repensar límites de las normas y de los comportamientos que nos limitan, condicionan y clasifican. Recurro por primera vez al lienzo como soporte pero lo uso del revés, invertido, como marco de mi expresión más íntima. Me interesa la visión periférica, lo que pasa fuera, al otro lado, en el límite

¿Qué te ha supuesto trabajar con huesos?

Viene siendo una constante en mi obra. Habitualmente provienen de comidas familiares, procesos reparadores a través del hecho nutritivo. Son casi indestructibles y conforman nuestra estructura básica, los instintos, la fuerza-alma, nuestra memoria humana. Muchos, sin manipular me parecen preciosas esculturas, rótulas que recuerdan capiteles de algún orden por descubrir. Y además, están asociados a los animales a los que pertenecen, con la simbología que ello comporta.

La normativización de las artes, la domesticación al fin y al cabo, no deja espacio para la libre expresión, ni para improvisar, probar, hacer hallazgos, jugar, inventar y eso es lo que más me gusta: investigar, experimentar, observar, seleccionar, distribuir y exponer.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Seguir explorando e investigando sobre la creación, las historias, los procesos inesperados? y ya el mes que viene, un proyecto expositivo donde desplegaré otras historias personales, Historias de palacio? para ser contadas despacio, en un antiguo palacio en El Verger, que gestiona la Fundació Baleària. En septiembre estaré en Dénia, en el Centre d'Art l'Estació con obra de gran tamaño que tiene como protagonista la piedra, la madera y el hierro. Cerraré este año con una exposición en Leipzig (Alemania). Y 2018 viene también cargado de proyectos expositivos?

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