Toni (cantante), John (batería), Pepe (guitarra), David (teclista) y Juanjo (bajista) han estado presentando este mes de diciembre su último disco tanto en la sala Ocho y Medio como en la I edición de la iniciativa Plataforma (Festival Rock de Alicante) en el Centro Cultural de Las Cigarreras, que forma parte del plan estratégico de la Concejalía de Cultura de Alicante y que organiza la Cooperativa Cultural Mistos y las asociaciones culturales Santa Leonor y Un Fulgor de Moda Antónima. Dos directos en los que el repertorio se centró en sus nuevas canciones, pero en el que también entraron algunas versiones. Y tras los que anuncian nuevos bolos de cara a 2017. Por ejemplo, el próximo 25 de febrero en Pedreguer en el Quatre Estacions.
Según explica su cantante y compositor, el hecho de no tener «ninguna atadura discográfica», les ha permitido hacer las cosas cuando les apetece y les sale. «Es el mejor disco. Pienso que es una mezcla de ambos. El primero era más crudo y el segundo más elaborado. Y este es una pequeña mezcla de ambos, resume la crudeza y los palos que tocamos en el segundo», concluye al hablar sobre Love, Peace and Chicken Grease. Además, en el disco que acaban de lanzar, formado por 12 temas, se detecta una evolución. Y es que han pasado 10 años desde su primer LP, Gimme Back My Mojo, una década en la que el grupo ha ido madurando el sonido y recogiendo influencias.
500 copias en vinilo y 500 en cd que han llegado gracias, en parte, a una financiación por una campaña de Verkami y una portada de la que está detrás el reconocido ilustrador de carteles y portadas de garaje, punk-rock, Mik Baro, forman parte del resultado final. También un original título bajo el brazo que, cuenta, salió de una frase de una peli, que buscó por Internet. «Me gustó la rima, me hizo gracia y creo que lo de la grasa de pollo, el pollo frito, es algo que se puede relacionar con la cultura sureña. Pegaba mucho», resume.
Además de este último disco, el grupo presenta nueva formación, tras la salida de Víctor (bajista) y Bruno (teclista), que sí estuvieron presentes en la grabación del disco y que incluso subieron al escenario en el Ocho y Medio en un concierto en el que pronto alcanzaron el sold out. Tal y como describe Toni Navarro, «fue un exitazo y muy emotivo», por ver la sala llena y por contar también con Noelia de Baralides, que ha hecho los coros del disco.
Preguntado por otras colaboraciones, señala la de Nico Antón a la mandolina y las de la sección de viento-les han acompañado Dani y Boro a la trompeta y trombón en algunos temas. En este sentido, aunque se reconocen como una banda de rock y los vientos no forman parte integral de toda su música, sí que les gusta tocar muchos palos. Y el soul y la música negra, por ejemplo, les gusta mucho. Están abiertos. Por ejemplo, bromea, «si me tuviera que llevar 10 discos a una isla desierta, tendría un dramón tremendo. Pero te aseguro que no me llevaría únicamente 10 discos de rock and roll clásico. Seguro que habría Jazz, soul?. Y eso supongo que se nota. Si somos algo, somos rock, pero huimos de las etiquetas restrictivas».
Se declara admirador absoluto de las tiendas de discos, como Naranja y Negro, porque se erigen como verdaderos puntos de reunión para artistas y se dan conexiones que levantan proyectos. Y, a nivel personal, encuentra en el proceso de escuchar un vinilo un verdadero ritual. «Es como el placer de coger un libro, que no tiene nada que ver con uno electrónico. La gente quiere sacar el disco de la funda, ponerlo en el plato, sacarse las letras?Es el ritual, es como cocinar».
El cantante de Empty Bottles, que recuerda perfectamente el Alacant Rock, celebra que aparezca un festival como Plataforma por la apuesta que significa para las bandas de Alicante y provincia. «Porque la escena es muy buena -opina- pero no siempre hay opciones de tocar. La programación de los bares a veces se vuelca demasiado con bandas exclusivamente de versiones». Cree que deberían alternar más con bandas que tengan canciones propias. Lo que está claro es que proyectos como el festival celebrado el pasado 17 de diciembre han servido de plataforma para comprobar el perfecto estado de forma en el que se encuentra el rock en Alicante.
