«Pensar la ciudad es pensar el campo extenso de los proyectos humanos de convivencia, su entorno de formas construidas, su arquitectura, sus símbolos, el torrente de su actividad transformada a lo largo de milenios de experiencia, las distintas formas de sus representaciones. (?) seguimos aún dando el nombre simbólico y real de ciudad al escenario que acoge la experiencia de habitar en comunidad. Es difícil responder al porqué de esta permanencia de la noción de ciudad como marco crucial de la arquitectura y de la vida. Para contestar a esta pregunta y para comprender mejor la realidad urbana de nuestro mundo se ha escrito este libro». Así comienza este libro de Marta Llorente (Gerona, 1957), arquitecta y profesora de la universidad de Barcelona, donde imparte la asignatura de Antropología de la ciudad. Precisamente de esto, de ciudad y antropología, de lugares y de personas, del espacio urbano, pero también de las maneras de habitar, entender y representar dicho espacio, es de lo que va este libro.
Lo que la profesora catalana -a la que tendremos la suerte de escuchar en breve en Alicante, en el marco de un ciclo de conferencias sobre literatura y espacio urbano- nos muestra en este profundo ensayo es que la ciudad es bastante más que una construcción física, que un conjunto de calles y edificios. Es un concepto mucho más amplio y difícil de definir. Al hablar de ciudades tenemos que hablar también de las relaciones entre sus habitantes, de las huellas -reales y simbólicas- ocasionadas por la Historia, de las sensaciones de miedo, pertenencia, seguridad, exclusión o aislamiento que producen en quienes habitamos en ellas (y más de la mitad de la población mundial lo hacemos), o las propias imágenes del paisaje urbano creadas a partir de las descripciones artísticas y literarias.
Los ocho capítulos del libro se articulan en torno a tres conceptos y a las relaciones entre ellos: la historia de las formas urbanas, la de los modos de habitar y la de las representaciones de ambos elementos. La evolución de dichos conceptos (forma, hábito y representación) ha ido desde siempre avanzando en paralelo, influyéndose y contaminándose mutuamente.
Se nota (o esta es, al menos, la impresión que deja su lectura) que este libro es el resultado de años, tal vez de décadas, de investigación y dedicación al tema tratado. La cantidad y diversidad de las fuentes manejadas, el dominio de las mismas, la profundidad de los enfoques así nos lo hacen creer. Una primera versión de este texto (con el título de La ciudad: inscripción y huella) apareció en 2010 con una distribución mucho más limitada y reducida al ámbito universitario. Es de agradecer que una editorial como Acantilado haya tenido la estupenda idea de acercar este texto (no siempre fácil de leer, pero necesario) al gran público.
