Las casas de los abuelos guardan siempre algún secreto. Quienes tenemos la suerte de vivir en una casa antigua donde vivieron nuestros familiares lo hemos podido comprobar en más de una ocasión. El protagonista de este cuento lo descubre tras el funeral de su abuelo cuando, en compañía de su padre, va a visitar la casa en la que aquel habitó y que no quiso abandonar hasta su muerte.
De una manera divertida, emotiva y cargada de misterio Nesquens nos muestra cómo los fantasmas que tomaron hace años posesión de aquella casa, convirtiéndola en un verdadero ser vivo, van haciéndose presentes de un modo inesperado.
Las preciosas ilustraciones y la sobrecubierta desplegable de Mercè López que acompañan el texto son fundamentales para entender el sentido pleno de la obra, ya que tienen una doble lectura que solamente se nos desvela una vez finalizada la historia.
