Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Kaufman: «Lo mío no es crítica pura y dura pero tampoco es arte por el arte»

James Alexander Marr es conocido en el mundo artístico como Kaufman, proyecto que comienza en 2009.

¿Cómo y por qué llegas al mundo del arte?

La verdad es que me acuerdo del día exacto en el que decidí enfocar toda mi energía y pasión en el arte. Fue el día que conocí al artista Labad y visite su estudio. Pensé: «Yo quiero exactamente esto, un estudio lleno de mi trabajo y dejar un legado de creación en mi paso por este mundo en el que somos bastante insignificantes como individuos y así destacar entre la multitud».

En mi experiencia, los autodidactas sois una especie muy peculiar, con un desarrollo de la obra muy personal y diferente, pero imagino que no es un camino de rosas ¿hubieras preferido la comodidad de la enseñanza reglada o te sientes a gusto en tu camino de aprendizaje?

Personalmente creo que la enseñanza no es para todos, ya que los grandes artistas no siempre han estudiado Bellas Artes. Incluso, pienso que puede cohibir o menguar tu creatividad. Pero al mismo tiempo, si hubiera tenido a mi alcance todo lo que ofrece unas instalaciones como las de una Facultad de Bellas Artes, ¡A saber qué sería capaz de crear! Lo bueno de haber acabado una carrera es la capacidad de recolectar información y digerirla ante una fecha clave como sería un examen. Eso te sirve para el resto de tu vida.

¿Qué te interesa de lo que has escogido investigar/trabajar?

Lo que más me interesa es buscar cosas que nunca hayan sido creadas antes. Es verdad que todo está inventado, pero aún se puede coger algo y re-inventarlo. A día de hoy lo siguen haciendo con el arte y también con la música, la moda... Así que investigar es la parte más divertida, para mí, crear mis propias reglas, es decir: encontrar algo y llevarlo a mi territorio y exprimirlo al máximo.

El uso de materiales reciclados ¿pose o convicción?

Supongo que un poco de ambos. Sí que es verdad, que está de moda todo lo reciclado, pero además, nunca he estado a gusto pintando un lienzo en blanco, me siento más a gusto trabajando con puertas oxidadas o madera rescatada, por el valor intrínseco que posee, por el viaje o vida anterior que posee y todo lo que cuenta o transmite. Como puede ser un pallet de madera que transportaba naranjas por la Comunidad Valenciana y ahora sirve de soporte para una de mis figuras geométricas.

¿Cómo concibes que hayan evolucionado los cánones de belleza?

Todo cambia y fluye a un ritmo vertiginoso. Pero, sinceramente, lo que fue bello hace cien años nunca dejara de serlo.

¿Qué opinas sobre la parte comercial del arte?

Siempre ha estado ligado y muchas veces van de la mano los dos. Para el artista sirve como apoyo importante, y la marca se destaca ligándose a un artista y su imagen.

Frente a la libertad de lo callejero ¿Cómo te sientes trabajando con galerías y exponiendo en instituciones?

Me encanta el desafió y la labor de llevar la calle a la galería o institución, ya sea con fotografía o replicas en miniatura de los grafitis urbanos, que es la transición perfecta para encontrar una pared en una casa privada que la luzca.

En el momento en el que nos encontramos, nada está acotado y las propuestas personales surgen de la intuición y de la forma en que se rescata el conocimiento. Imagino que eres partidario de la libertad absoluta a pesar de la esclavitud de las modas y tendencias.

Creo que nunca existe una libertad absoluta, ya que por nuestra educación y creencia nos limitamos nosotros mismos entre unos baremos, y sin querer admitirlo, todos formamos parte de alguna moda o tendencia, aunque sea la de anti moda, todos formamos parte de un clan o tribu aunque a algunos les cueste admitirlo.

Estamos en un momento de muchos cambios. Participas tanto en eventos como en exposiciones a la manera clásica. Creo has entendido que ambos modos son válidos y te sirves de ellos ¿cómo ves en esto que ha evolucionado el dispositivo a la hora de mostrar el trabajo propio?

La verdad es que la forma de ver y consumir el arte ha cambiado, a parte de la modalidad convencional la gente consume el arte de múltiples formas y yo me siento cómodo con los dos tipos de formato, tanto exponiendo en una galería/museo, como participando en un evento patrocinado por una marca.

¿Crees que hay una desconexión entre el «arte oficial» y la percepción del público?

Sí, la sociedad del siglo XXI tiene una forma de consumir el arte de una forma diferente. Ahora el arte se consume en tiempo real, en dispositivos digitales, a través de redes sociales o en la calle con el arte urbano.

¿Por qué crees entonces que se sigue manteniendo esto en contra del gusto del público?

Porque el arte oficial tiene una historia detrás y nunca va a desaparecer. Pero yo creo que las dos modalidades son válidas y se pueden complementar y retroalimentar.

¿Qué opinas cuando se afirma que el gran error del arte contemporáneo es que ha querido destruir la técnica y el oficio?

Después de muchos años donde era más importante el oficio del artesano como artista, ahora el arte es conceptual, y se valora más la idea y el concepto. Yo uso una mezcla de los dos y busco un equilibrio entre ambos. En una época donde prima la tecnología me gusta que se vea la mano del artesano. La perfección se esconde entre la imperfección.

¿El arte por el arte o el arte como modo de reivindicación, protesta o crítica?

Lo mío no es crítica pura y dura pero tampoco es arte por el arte. Yo creo en el arte como mensaje, ya sea de una forma o de otra, busco un arte para la reflexión. Aunque mi arte no es un arte crítico y social a simple vista, mis combinaciones geométricas, estudios matemáticos, combinaciones de colores y mi arte en conjunto busca una expresión de códigos generales y símbolos ocultos que reflejan nuestra sociedad de hoy en día.

La huella es una marca del arte callejero ¿cómo afrontas la idea de dejar tu huella?

Crear y dejar huella es muy importante en el arte urbano. Y mi trabajo está encaminado a crear un vestigio identificativo con mis formas. La huella se convierte en mi firma, ya que mi trabajo está ligado al post-grafiti.

Multifacético y muy trabajador, cuéntanos, ¿qué proyectos llevas entre manos?

El proyecto más inmediato es un mosaico en el Festival de Arte Mulafest, donde uno la calle con el espacio expositivo. Para septiembre, un mural y taller colaborativo en Cañada Real, de la mano de la Fundación Voces. Y para principios de 2017, una exposición individual en Madrid, con mis últimos trabajos.

Un deseo.

Exponer en la Modern Tate Gallery de Londres y en el MOMA de Nueva York.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats