«La casa es un personaje más que tiene vida propia, o una extensión de la persona que la habita». Quien así habla es Daniel Torres, uno de los más importantes autores de cómics de nuestro país y autor del monumental La casa. Crónica de una conquista, recientemente aparecido en nuestras librerías. Este ambicioso volumen de casi 600 páginas y más de dos kilos de peso, a caballo entre el cómic, el libro de historia, el tratado de arquitectura y el manual de sociología, presenta un recorrido fascinante y completísimo por la evolución de la idea de vivienda, desde el Neolítico hasta pasado mañana.
Torres, haciendo suya la máxima horaciana de «instruir deleitando», sabe que para transmitir una idea en toda su magnitud, lo mejor es no perderse en abstrusas teorías sino contar una buena historia que ilustre lo que se quiere decir. De este modo mezcla alegre y sabiamente en cada uno de los 26 capítulos unos cuantos conceptos arquitectónicos y constructivos, unos personajes por quienes sentimos inmediata simpatía, unas nociones básicas de historia y unos dibujos de una claridad y un grado de detalle asombrosos, que le confirman como uno de los grandes historietistas españoles contemporáneos.
Resultan especialmente interesantes los capítulos dedicados a las utopías, tanto las que se llevaron a cabo (de manera valiente pero fallida) en los siglos XVIII y XIX por visionarios como Owen o Fourier, como las imaginadas en los años 60 y 70 del siglo XX por grupos de vanguardia como los metabolistas japoneses, los situacionistas franceses o estrellas de la arquitectura más pop y colorista como los británicos Archigram, los italianos Superstudio o el español Prada Poole. Aprendemos además multitud de curiosidades, como los métodos de desahucio en la Grecia clásica (donde si no pagabas, el casero se llevaba, literalmente, tu puerta) y somos testigos, en la que es una de las mejores historietas que he leído en los últimos tiempos, de las miserables condiciones de vida de los mineros centroeuropeos en la época de la Revolución Industrial.
