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Stephen Greenblatt: Hacia una poética cultural

El americano, referente cultural de primer orden, será investido Honoris Causa por la UA

Greenblatt será nombrado Honoris Causa por la UA el miércoles. información

Stephen Greenblatt es una figura central de la crítica literaria, de impecable trayectoria intelectual desde su graduación en la Universidad de Yale, donde obtuvo su Doctorado en 1964, hasta el desempeño de su labor docente, primero y durante 28 años, en Berkeley, donde llegó a ser uno de los miembros del consejo editorial de Representations y donde se publicaron sus primeros trabajos sobre el nuevo historicismo, lo que supuso una auténtica revolución dentro de los estudios literarios; y continuándose, después, en la Universidad de Harvard al ser nombrado en el año 2000 John Cogan Professor of Humanities, donde ha venido desarrollando una incansable y prolífica labor docente e investigadora. Sus brillantes y continuados méritos le han supuesto un reconocimiento internacional.

Lo que, en una primera instancia, sorprende de su personalidad es su amplio espectro profesional como escritor, crítico literario, profesor y ensayista, así como la diversidad y variedad de sus conocimientos que van desde la teoría política, la psicología y el arte, pasando por la teología, la filosofía y la antropología, y teniendo su máxima expresión en las teorías críticas modernas, que ha utilizado para justificar y dar forma a su práctica literaria, lo que le ha convertido en una figura central de influencia y de referencia obligada dentro de los estudios literarios y de la cultura norteamericana actual, como prueban los prestigiosos premios con los que ha sido galardonado como el premio Nacional de Literatura en 2011, el premio Putlizer en 2012 y el Holberg Prize Laureate en 2016.

Sin lugar a dudas, su máxima contribución científica ha sido el nuevo historicismo, término acuñado por él mismo. Esta corriente crítica trata de establecer, mediante este nuevo método de interpretación literaria, las relaciones existentes entre el texto y el contexto, entre lo literario y lo no literario, así como entre las manifestaciones literarias y las artísticas. En una de sus primeras formulaciones se afirma que las construcciones colectivas sociales definen, por un lado, los límites de las posibilidades estéticas dentro de un modo representacional dado, mientras que, por otro lado, se relacionan con una compleja red de instituciones, prácticas y creencias que constituyen la cultura. Ello significa que la interpretación del texto no se agota en sí misma, sino que hay que verla en relación a las producciones históricas y culturales de la época que la relativizan, dado que el texto literario no puede aislarse de las prácticas políticas y sociales que lo posibilitan, eliminándose, así, la dicotomía entre texto y contexto y entre literatura y otras formas culturales.

En la práctica, la lectura del texto literario, para Greenblatt, opera dentro de una sofisticada intertextualidad, sacando a la luz obras que habían dejado ser centro de atención crítica, y que sin embargo él las considera significativas dentro del sistema de relaciones en el que se forjan la cultura, la sociedad y la identidad renacentistas, poniéndose con ello de relieve las discontinuidades que se reflejan en las producciones históricas y culturales. Renaissance Self-Fashioning (1980) y Shakespearean Negotiations (1988), muestran cómo se construye y opera el proceso cultural de formación de la identidad moderna a través de un sistema de prácticas discursivas y de negociaciones que tratan de superar los elementos de resistencia y de explicar las contradicciones inherentes al texto, determinadas por las relaciones económicas, políticas y sociales.

El centro de estudio de su investigación ha sido la obra de los grandes escritores del Renacimiento inglés como Christopher Marlowe, Walter Raleigh, Philips Sidney, Edmund Spenser y, sobre todo, William Shakespeare. El interés de Greenblatt por Shakespeare se debe a la intensidad de su obra, al sentido vital que contiene y a la relación que alberga para con la sociedad en la que vivió y se forjó como escritor al fundirse en ella lo humano, lo natural y lo cósmico. Ha sido Will in the World (2004), que recientemente ha sido traducida como El espejo de un hombre, donde, y dada la escasez de documentos biográficos, Greenblatt utiliza otros textos para descubrirnos nuevos aspectos de su vida y entorno.

Lo cultural conforma otra dimensión fundamental de su legado. Así en Cultural Mobility. A Manifesto (2010) reconoce la urgente necesidad de reflexionar y de analizar la diversidad de manifestaciones culturales desde distintas perspectivas y con la ayuda de diferentes disiciplinas para explicar la complejidad e inestabilidad cultural en nuestro mundo donde la emigración, la contaminación, el multiculturalismo, entre otros fenómenos de movilización, cambian y alteran el comportamiento humano. Es aquí donde Greenblatt muestra su interés por Cervantes y su obra, y a quien y como a Shakespeare, considera un autor central dentro la literatura y de la cultura actual. Aunque vivieron y escribieron en otro tiempo; su presencia e influencia les hace ser escritores contemporáneos dentro de una cultura globalizada. Es lo que se pone de manifiesto en el Cardenio Project que tiene como finalidad sopesar y valorar las respuestas y reacciones de espectadores ante la escenificación de una versión teatral de Charles Mee y del propio Greenblatt de Cardenio, la obra perdida de Shakespeare y cuya historia se origina en la primera parte de Don Quijote, adaptada a las lenguas y culturas de distintos países.

Todo ello, sobradamente, justifica y avala la concesión de la más alta distinción académica de la UA para honrar la memoria de Cervantes y de Shakespeare en el aniversario de su muerte.

* José Manuel González es catedrático UA

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