Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alternativas políticas digitales

Diversos movimientos confían en Internet y su tecnología social para abrir nuevas brechas

La plataforma Rucks.us, modelo de expresión democrática en Internet.

La temperatura democrática actual es bastante decepcionante. El desgaste acarreado por la crisis y por el actual gobierno en funciones, los pactos fallidos y sus «líneas rojas», el continuo lastre de la corrupción, etc. nos han dejado a merced de una amarga realidad política. Allende fronteras el paisaje no mejora. Trump, Le Pen, Putin (entre muchos otros) cada uno tirando de sus extremismos, mientras en Europa nos da por enterrar el acuerdo Schengen, al pueblo griego... En fin, es en estos mustios momentos de la democracia cuando vuelvo a «darle al coco» y a replantearme las alternativas vigentes. Me estoy refiriendo a la diversidad de teorías y plataformas que la ciudadanía mediante las redes sociales, internet y las tecnologías digitales ha ido erigiendo como nuevas formas de entender y «hacer democracia».

Una serie de rutas divergentes al modelo tradicional, que van desde la formación de partidos con funcionamientos similares a Internet, hasta la creación de plataformas cuya base es el rechazo a cualquier formato gubernamental conocido. Todos unidos por un objetivo común: escapar de la imperfección política. Este «tecnoescapismo», como lo citaría el ensayista Morozov, es amplio y diverso, y tan repleto de buenas intenciones como de pasos erráticos (a veces hasta el absurdo). En Europa uno de los ejemplos más visibles es el Partido Pirata. La organización lleva años defendiendo los derechos civiles de los usuarios digitales en el en el Parlamento Europeo. Y lo hace mediante un modelo político alternativo inspirado en la arquitectura de Internet («democracia líquida» lo llaman). Es decir, sometiendo sus decisiones al debate con cada miembro de sus bases mediante el programa online LiquidFeedbak, un software que permite a todos opinar por igual y en tiempo real desde su computadora.

Su funcionamiento es interesante e innovador, como una suerte de Facebook político, pero hasta ahora, no parece haber demostrado una verdadera eficiencia ante la compleja tarea de filtrar los intereses y los compromisos de sus usuarios (capaces, por ejemplo, de enzarzarse con igual belicosidad en cuestiones sobre la circuncisión de los alemanes como en sus leyes educativas). En la actualidad, el Partido Pirata se encuentra en sus horas más bajas, con un considerable descenso de votos y escaños obtenidos en las últimas elecciones europeas. Un movimiento aun más rupturista y decidido a hacer de Internet el principal modelo de expresión democrática es Ruck.us. La plataforma online creada por Nathan Dazzle y Ryan Glendening que nace de las cenizas del movimiento electoral Americans Elect. Este último intentó en 2012 escaparse del perenne bipartidismo demócrata-republicano promoviendo la elección de un tercer partido a través de las redes. Sus resultados fueron escasos, pero inspiraron a la plataforma Ruck.us para sumar a estas iniciativas la fuerza de los «grupos de presión» de los usuarios.

La plataforma se acoge a funcionamientos parejos a las redes sociales, enlazando usuarios de opiniones afines de modo que progresivamente puedan adquirir la suficiente fuerza como para imponer sus ideas en el stablishment político o incluso formar un partido propio. El problema viene siendo el mismo que en el Partido Pirata: el compromiso de sus usuarios no es igual a la hora de hacer click en la pantalla que en el momento de dar la cara y trabajar por el proyecto promovido. Con gran acierto (y acogiéndose a muchos significados) los creadores de Ruck.us la definieron como «el iTunes de la política».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats