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Jennifer Virginia Rotte

«Las actividades culturales parecen ser un pasatiempo»

Acaba de abrir la primera residencia de artistas, art N ground, en una cueva del barrio artístico

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Tienes dos facetas muy absorbentes, artista y gestora, ¿Cómo combinas ambas?

Para ser sincera, hasta el momento me cuesta combinarlas. Me involucro mucho en los proyectos que realizo e intento dar todo lo mejor de mí. Desde que gestiono la Sala Mengolero, mi actividad artística se ha quedado algo más atrás. Aunque diseño los catálogos de las muestras, para mí no es lo mismo que trabajar con las manos y la mente en un proyecto de creación propio, así que preferiría poder dedicarle más tiempo a esta tarea.

¿En cuál de las dos encuentras mayores dificultades?

Ser gestora no es nada fácil, pero creo que, por encontrarme delante mayores dificultades en el mercado de arte como artista y teniendo en su día la opción de llevar la sala, salió mi «síndrome de ayudante», por así decirlo.

Comparadas, ¿cómo ves la situación del arte entre España y Alemania?

Es difícil comparar ambos contextos. En Alemania, el mundo del arte se está convirtiendo en algo más alternativo y, a la vez, más accesible. Cada vez que vuelvo a Berlín, encuentro una nueva tienda, galería o espacio que han abierto; mucho arte contemporáneo se ha vuelto asequible para el público en general. Allí, muchos espacios culturales funcionan de forma independiente, algunos de iniciativa privada y otros públicos, pero, casi siempre, subvencionados. En España creo que las cosas no andan igual en este sentido. En Murcia, se acaba de cerrar Espacio Pático un lugar cultural que llevaba tiempo funcionando; a su vez, Alicante acaba de perder una importante galería como Parking Gallery.

¿Cuáles son tus desafíos como artista?

Como todo artista, quiero llegar al observador. Mi intención es que éste se identifique con la obra o, aunque no lo haga, que le conmueva o le haga repensar su comportamiento. Uno de los desafíos más grandes es entenderme a mí misma, como persona y en el contexto en el que vivo. Creo que esto se expresa muchas veces también en mis obras. La promoción de mí misma es lo que más me cuesta. Soy más bien una persona que promociona a los demás y que le cuesta hablar de sí misma.

Profesora, pero también alumna de muchos talleres de arte (en su mayoría no reglados), en los que habrás aprendido mucho. ¿Entiendo que para ti, la formación debe ser continuada?

He impartido algún taller. Me gusta enseñar y trabajar en equipo. Esto será también uno de mis nuevos grandes proyectos. Ofrecer cursos en el espacio art N ground en las Cuevas del Rodeo de Rojales. Se trata de una casa-cueva, tipo casa rural, que también funciona como residencia de artistas. Lo acabamos de inaugurar, mi pareja y yo, a principios de este año. Por fin, puedo cambiar mi casa por un taller adecuado. El aprendizaje nunca acaba y cada charla, taller o el simple intercambio intelectual me enriquece como artista y persona.

¿Vais a apoyar desde art N ground las residencias?

Llevamos tiempo trabajando la idea de la residencia y supongo que nos da fuerzas para seguir con el espacio expositivo. Visitamos previamente muchas residencias de artistas para colaborar con ellos, sobre todo en Berlín, una de las ciudades donde más abundan este tipo de proyectos. Actualmente, seguimos en contacto con algunas iniciativas que se llevan a cabo en mi ciudad natal. Además, también apoyamos iniciativas en otros centros culturales más cercanos a nosotros, como Murcia o Alicante. Nosotros vemos las Cuevas como conjunto, como un lugar utópico y con mucho potencial, en el que nos insertamos. Lo ideal sería ir, mano a mano, con los demás artistas que habitan el recinto, aunque somos conscientes de las dificultades de trabajar en una misma dirección. Esto, junto a la falta de apoyo institucional durante años, nos lleva a vernos un poco como David contra Goliat. Es por eso que buscamos relacionarnos más allá del río Segura.

Todo un gran reto, las transformaciones que estáis generando desde la Sala Mengolero, en una zona carente tradicionalmente de esas dinamizaciones. Imagino que con muchas satisfacciones.

La zona tuvo apoyos puntuales en ciertos momentos y se van realizando actividades interesantes desde hace muchos años, con o sin esos apoyos. Pero sí es verdad que no se ha logrado establecer una dinámica de continuidad en las relaciones entre instituciones locales, espacio público y actores culturales que suponga el reconocimiento expreso, por todas las partes implicadas, de la enorme oportunidad cultural y social que es el entorno de las Cuevas del Rodeo. Me choca mucho que mucha gente que vive en los alrededores no conozca ni el sitio ni tan siquiera haya oído hablar de él. Estamos tratando con un patrimonio histórico-cultural de gran valor. En cambio, discotecas de la zona les suenan a todo el mundo. Es una falta de educación cultural que se expresa en este ejemplo. Sí es cierto que la satisfacción es enorme cuando nos llegan personas interesadas desde diferentes lugares.

¿Por qué desde este país, se entiende que la actividad cultural debe ejercerse altruistamente, sin remunerarse?

¡Qué buena pregunta! Y qué difícil de responder. Creo que esto tiene que ver con la cultura que todavía no ha llegado a tener un nivel tan alto e importante como, por ejemplo, la económica. Las actividades culturales parecen ser un pasatiempo, un pasárselo bien. No las vemos con la importancia que tienen. La cultura y las artes nos humanizan de manera que nos hacen entendernos, nos abren la mente y facilitan que podamos seguir viviendo y conviviendo con esa faceta de «máquina» que, cada vez más, ocupa nuestro interior en la sociedad contemporánea. Desde luego, me da la sensación de que, en España, si no has llegado al Reina Sofía, no mereces ser remunerado. La cultura alternativa se bonifica con una sonrisa.

¿El próximo reto?

Los retos son muchos y nos esperan cada día. Sabiendo a dónde queremos llegar, uno elige siempre entre una paleta de colores. art N ground acaba de abrirse, nos esperan residencias de artistas de fuera con sus proyectos. Estamos planteando nuevos festivales de arte para el barrio de las Cuevas del Rodeo. De momento, tenemos que hacer todo con Low o No Budget, pero donde hay una visión, nada nos puede parar. Desde luego, el reto más grande e importante que tendremos este año, y que nos ocupará toda nuestra vida, va ser nuestra hija, que está a punto de nacer. El proyecto más vital que me pueda imaginar.

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