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Un personaje

El comic ha devuelto estos días a la actualidad a Francesc Pujols

El comic ha devuelto estos días a la actualidad a Francesc Pujols, aquel personaje inclasificable de la Barcelona de principios del siglo XX. La publicación de Les extraordinaries aventures de Francesc Pujols, del dibujante Toni Benages, ha hecho que los periódicos vuelvan la mirada sobre el autor del Concepte general de la Ciéncia Catalana, que permanecía un tanto olvidado. Pujols tocó prácticamente todos los géneros literarios y tuvo un papel muy activo en la vida intelectual de su ciudad. Como poeta, escribió un libro, Poesies, que publicó en 1904, con un prólogo de Joan Maragall. Novelista, escribió un libro en castellano, El nuevo Pascual o la prostitución, con el que escandalizó a la Barcelona de su tiempo. Pero la principal dedicación de Pujols fue, sin duda, la filosofía, a la que dedicó sus mayores afanes. La obra filosófica de Pujols, al decir de quienes la han leído, resulta tan voluminosa como inextricable, y se inspira vagamente en los libros de Lulio y de Sabunde. En Dalí, tuvo un gran admirador.

La prensa ha dicho que «Pujols es uno de los personajes más fascinantes de Cataluña, injustamente olvidado durante lustros, a quien la Universidad dio la espalda sepultándolo bajo sus anécdotas quijotescas que, sin embargo, esconden una gran profundidad de pensamiento (aunque él reivindicaba una filosofía cultivada en bata de andar por casa)». El texto está bien, aunque los calificativos pueden parecer algo exagerados; en cualquier caso, nos dan una idea de la fascinación que despierta el personaje. En general, la prosa de Pujols atrae porque tiene un punto de ambigüedad; sin llegar a un desarrollo completo de sus ideas, intuimos en ella un potencial que deslumbra.

En esta recuperación de Pujols, es probable que haya influido la actualidad catalana de los últimos meses. No sé, los contagios de la moda, los caminos de la actualidad no son fáciles de averiguar. En cualquier caso, la fascinación que Pujols ejerce sobre muchas personas viene de tiempo atrás. Pla, que le conoció bien -escribió a su dictado El sistema de Francesc Pujols para el editor López Llausàs- afirma que el Concepte «es un gran llibre, pero massa patrioter». Y algo de eso hay, siempre que no olvidemos que Pujols era catalanista, sí, pero un catalanista inteligente. Cuando escribe: «Tal vez no lo veremos, porque estaremos muertos y enterrados, pero es seguro que los que vendrán después de nosotros verán a los reyes de la Tierra ponerse de rodillas ante Cataluña. Y será entonces cuando los lectores de mi libro, si todavía quedan algunos ejemplares, sabrán que tenía razón. Cuando se mire a los catalanes, será como si se mirara la sangre de la verdad; cuando se les dé la mano, será como si se tocara la mano de la verdad. Muchos catalanes se pondrán a llorar de alegría; se les deberá secar las lágrimas con un pañuelo. [...] Al fin y al cabo, y pensándolo bien, más valdrá ser catalán que millonario. Como las apariencias engañan, aunque un catalán sea más ignorante que un asno, los extranjeros lo tomarán por un sabio, que lleva la verdad en la mano». Los lectores no dejamos de ver como, por debajo de la ampulosidad de las predicciones, una fina ironía recorre el escrito de punta a cabo.

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