Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«Me es difícil delimitar la frontera entre vida y arte»

Omar Arráez Pérez (Elda, 1982). Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona (2006). Fotografía, dibujo, pintura, escultura.

«Me es difícil delimitar la frontera entre vida y arte»

El arte debe ser un proceso, un camino, ¿si no, no tiene sentido?

Tiene sentido que pueda ser un camino,? pero no es condición que lo sea, puede ser un viaje, un fin, una herramienta, un pequeño paso, un reflejo? y si es un camino, es un proceso abierto, indefinido, incierto o algo intrincado, como un territorio laberíntico. Tenemos pocas certezas ante nuestra propia existencia y un gran desconocimiento e incertidumbre, y mi trabajo es en gran medida un reflejo de cómo voy entendiendo esto. Es un proceso no lineal, de búsqueda, reencuentros y desencuentros, un sendero de destino abstracto, y como en la vida, siempre es más interesante el camino que la posada. Mi percepción de la realidad está motivada por el contraste de periodos estáticos, de permanencia en un mismo lugar, con periodos de desplazamiento, de descontextualización o deslocalización, tránsitos más efímeros que alimentan mi visión del mundo. Aprendo de la interacción con este y en la soledad de mi caverna y sus sombras, de la quietud y el desplazamiento físico o mental. Encuentro cierta coherencia ahora, al mirar atrás, por ejemplo, hace unos años me decía: «eres un nómada de estilos», y al profundizar en esto entiendo lo que intuía: que podemos ser otros. Esto se traduce en diversas formas de actuar, diversos medios, procesos e intenciones. También en un tránsito de lo personal a lo colectivo, en una espiral de aparentes avances y retrocesos. Existe un deseo de mejorar, de crecer, que otorgue algún sentido a esta existencia. No se si se amplió el concepto de arte a todo aquello que el humano realiza con cabeza, manos y corazón, pero lo siento como una vía para el ejercicio de esas capacidades, una herramienta de consciencia? a eso aspiro. A aportar algo con la práctica artística propia, participar de algo más conscientemente colectivo o común? y todo eso hay que andarlo. Me es difícil o imposible delimitar dónde hay una frontera entre vida y arte: si la hay no es crónica ni inamovible. Y entonces no puedo negar que sí, es un camino. A veces para mí «el arte" no tiene sentido más allá de lo comercial, lo lúdico, lo espiritual, lo metafísico, lo social y político, lo comunicativo o lo terapéutico.

¿Estás disfrutando de tu trabajo y éxitos? ¿Todo tiene su momento y lugar?

Estoy entre «Joy is the essence of success» y «fail again, fail better», buscando un equilibrio inédito (la primera cita la encontré en la etiqueta de un sobre de té, y la segunda se le ocurrió a Samuel Beckett). Sí, disfruto de mis éxitos y trato de hacer lo mismo con mis fracasos; que así dejan de serlo. Gozo con mi trabajo, que aun siendo creativo y «libre» a veces es duro o tedioso; hay momentos que obligan a dejarse el pellejo, a enfrentar situaciones complejas, y conseguir disfrutar de esos momentos es un reto, toda una escuela. Es un éxito, un privilegio, en este mundo disfrutar con tu actividad, ser dueño de gran parte de tu tiempo, decidir qué hacer y cuándo con relativa libertad. Sí, todo tiene su tiempo y su momento, bajo el sol; he pasado por varias etapas polares: cuando terminé la carrera crucé una fase más ambiciosa, de cierta urgencia de producción, ingresar en el contexto artístico institucional, posteriormente me aparté totalmente de esa vía, dejé la ciudad, desconecté de un torrente sobre-informativo que me hiper-estimulaba, para zambullirme en la naturaleza y el ritmo bio-lento del aquí y ahora. Hoy no deseo estar donde aún no he llegado.

¿Cómo se ve el sistema del arte desde fuera?

Se ve como una secta de «dinosaurios culturetas», como un tren de alta velocidad donde se celebran una fiesta y un juicio al unísono, como estar colgado de un acantilado con lava abajo y un glorioso cielo arriba. Se ve como algo ajeno y atrayente, pero que a la vez causa repulsa. Se ve como algo incomprensible, superficial e impermeable. No sé si se ve así, pero así me lo imagino. Quizás sea algo más sencillo, que hondea según ciertas conveniencias y tendencias, como siempre, e independientemente de si se mira desde dentro o desde fuera. «Dentro» de este sistema, (en España) el poder se concentra en pocas manos, y las decisiones a veces son de dudosa intencionalidad. El sistema del arte es un reflejo más del sistema instalado, una parte del mismo, donde casi todo se puede traducir en cifras.

¿Hay un mayor respeto fuera al trabajo del artista?

Fuera de esta provincia muy probablemente. En todo caso, hay personas que lo respetan o valoran más que otras, ya sea como consecuencia de su educación, cultura o de una sensibilidad innata («Education is the key»). El Estado español es diverso, pero yo veo que la práctica artística es un privilegio que hay que ganarse a base de perseverancia o testarudez, buenas conexiones o simplemente saliendo fuera. En Italia, en UK o en USA he percibido mayor permeabilidad ante el arte. Cuanto más se conoce, menos se puede permitir uno generalidades; cada lugar tiene sus estratos y sus particularidades. Hay grandes contrastes en cómo las personas, desde nuestro contexto sociocultural, percibimos el arte. Sin duda, cualquiera debe poner de su parte para poder obtener algo a cambio.

¿Qué ha supuesto tener el apoyo de tu galería norteamericana?

Ha supuesto mayor visibilidad, una revalorización de mi trabajo, y nuevos problemas. Hay muchas cosas que mejorar, pero el balance es positivo. También me ha aportado mayor comprensión al entender que las galerías tienen su razón de ser para los artistas, que hacen un trabajo inabarcable para los que nos dedicamos a otros asuntos y que no todos los galeristas son autómatas.

Tus próximos proyectos.

Los próximos son pura incertidumbre, o eso quisiera? Hay proyectos presentes que se proyectan hacia el futuro en diversas formas. Por ejemplo, un amplio proyecto de retratos y «des-retratos» que empecé desde un enfoque más gestual e introspectivo ha ido creciendo en varias direcciones y diversificándose, entre otras cosas, alimentado por una inquietud de compromiso social. Quiero retomar procesos escultóricos, traducir ideas a vídeo? casi nada es descartable. Aunque en mi trabajo el contacto con la materia siempre prevalece sobre medios más tecnológicamente refinados, ambos coexisten de forma natural. Estoy trabajando en colaboraciones, con otras personas, artistas o no. Y existen ideas anteriores, aparcadas, que permanecen en procesos latentes, que sobreviven al curso del tiempo y por ello merecen ser retomadas. Sigo mirando al cielo, por si cae algo, y a la tierra para ver con qué tropiezo. No se dónde voy, pero como señalabas, trato de respirar en cada paso del camino.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats