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La autopublicación pisa fuerte en Alicante

Octubre es el mes de los libros. ¿Y qué tema se cuela en todas las ferias consolidadas? El auge de la autopublicación

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En octubre se habla un poco más de libros y, en estas conversaciones, cada vez encuentra un hueco mayor el mundo de la autopublicación. Así como la llegada de las cámaras de vídeo permitió a todos hacer su película, la autopublicación, sostiene Gabriel Martínez, permite a cualquiera que haya escrito un libro «lanzarse a la aventura de publicarlo, sin filtros ni intermediarios, y ponerlo al alcance de cualquier lector en todo el mundo».

La autoedición digital se ha convertido en una alternativa para aquellas personas que han llamado sin éxito a las puertas de las editoriales, que tienen olvidados en los cajones manuscritos sin publicar o que simplemente prefieren saltarse la figura del editor. Lo más difícil es escribir el libro, pero, una vez logrado, te puedes ahorrar toparte con el «no» de las editoriales tradicionales, dejando el veredicto directamente en mano del lector.

Ya en 2013 la Feria del Libro de Frankfurt dedicó por primera vez un espacio a la autoedición, «The Next Generation», abordándose su auge «como nueva vía de ingresos, así como nuevo 'caladero' de contratación de derechos», tal y como señaló Javier Celaya, director del portal cultural Dosdoce.com. En España, los síntomas de que las obras autopublicadas pisan fuerte se sienten con fuerza: a finales de septiembre, Sevilla acogió el I Congreso Internacional de la Autoedición. Y el diagnóstico fue evidente cuando la autoedición encontró su espacio, la Zona del Autor, en LIBER 2015, la gran cita internacional del libro en español, que celebró en Madrid este mes su 33ª edición.

Antes, explica Koro Castellano, responsable de Kindle en España, «las barreras de entrada para conseguir que tu libro fuera publicado de una manera tradicional eran muy altas. Con la autopublicación, a través de KDP, el proceso elimina esas barreras de entrada y, de una manera fácil, rápida y gratuita, puedes poner tu libro a disposición de lectores en todo el mundo». KDP permite a los autores obtener un mayor porcentaje de las ganancias de sus libros, hasta el 70% del libro va directamente para el escritor. «El autor pone el precio y se convierte en editor». Por lo tanto, añade, «tiene el control de todo el proceso, de su obra».

Ante la posible molestia de las editoriales tradicionales, Castellano encuentra en la autopublicación «un modelo de negocio complementario» e incluso que puede ayudar a los editores, porque «no es lo mismo apostar por un manuscrito de un autor desconocido que te llega a la oficina, que por alguien que ha demostrado que es capaz de vender a través de Amazon». Los lectores, también ganan, ya que tienen a su alcance una selección «mucho más amplia que la que encuentran habitualmente en las librerías y a unos precios mucho más baratos de los acostumbrados».

Nuestra Comunidad está entre las siete autonomías que más publican. Según una encuesta realizada, traslada Koro Castellano, el 70% de los valencianos han pensado alguna vez en publicar. Los autores que utilizan KDP pueden ser tanto noveles como consagrados. Un ejemplo es Matilde Asensi, que ha publicado El regreso del Catón en edición impresa con Planeta y de manera independiente digital con Amazon. La escritora alicantina negoció para mantener los derechos digitales libres y hoy ya se puede decir que es el libro más vendido en preventa en Amazon.

Hace ya algunos años, el caso de Eva García Sáenz, revolucionó el mundo de la autopublicación en Alicante con sus bestsellers La saga de los longevos, Los hijos de Adán y Pasaje a Tahití. Y se siguen consolidando carreras como la del autor Gabriel Martínez, que llegó al mundo de la autopublicación «por pura casualidad» y es un claro ejemplo de autor independiente que ha logrado el éxito y poder dedicarse a lo que realmente le gusta: escribir y viajar. Y todo empezó porque su hijo, que sabía de su pasión por la escritura, le sugirió que probara suerte con KDP. Subió su primer libro, El asesino de la Vía Láctea, y, en pocos meses, se convirtió en un auténtico best-seller en España, Alemania y Gran Bretaña (8ª novela más vendida en Amazon durante 2012 y, hace pocas semanas, firmó con una editorial alemana para su traducción y edición).

A aquella le han seguido nueve novelas más. Y no para: cuenta con dos novelas terminadas que saldrán en los próximos meses y está concluyendo el primer libro de una trilogía sobre los Prytz, legendaria familia que «reinó» en Alicante desde el último cuarto del siglo XIX hasta mediados del XX. «Un proyecto muy ambicioso», cuenta, en el que está trabajando desde hace varios años y que algún día saldrá a la luz, si es que sobrevive al «Universo Prytz» en el que se encuentra sumergido.

Martínez no aboga ni mucho menos por la desaparición de los libros en papel: «¿Cómo perdernos el placer de tocar y oler un libro recién abierto?». Pero reconoce que el mundo de la literatura no puede quedarse al margen de la revolución tecnológica que está cambiando el mundo y, aunque solo sea por razones ecológicas, el futuro pasa por los libros electrónicos. De esta etapa se queda con la relación especial que mantiene con sus lectores: le escriben interesándose por un personaje o le saluda una estudiante de español en el metro de Londres. «El mundo es así de pequeño», y con esta revolución tecnológica, «todavía lo será más».

Hay muchos temas a debate sobre las obras autopublicadas, pero lo que no se puede negar es que están ahí y que han venido para quedarse. Así que, si tienes un libro escrito, anímate a sacarlo a la luz. Ya nadie puede impedírtelo.

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