Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Toni García. Con licencia para blasfemar

Toni García. INFORMACIÓN

Toni García fue creativo publicitario en varias agencias catalanas antes de dejarlo todo y volver a Valencia, su ciudad, para conducir trenes de mercancías. Después pasó a ser guionista de televisión, y cuando Canal 9 cerró, canalizó su torrente creativo en una web de noticias satíricas que alcanzó un éxito notorio en poco tiempo. Ahora ha reunido los mejores textos en un libro que lleva el mismo nombre que la web, Rokambol, que ha publicado Llibres de la Drassana. Utiliza el humor como herramienta de denuncia de la parte más sucia de la realidad, y pese a que la mayor parte de su contenido puede obtenerse de forma gratuita en Internet, está obteniendo un gran éxito de ventas.

De creativo en agencias de publicidad a guionista de televisión, de guionista de televisión a triunfar en Internet con una página web de contenido ficcionado, ¿apostar ahora al papel no es un paso atrás tecnológico?

Puede que sea un paso atrás tecnológico, pero creo que es un paso adelante para tratar de recuperar precisamente el placer por la letra impresa en papel. Y no creo que sea únicamente un acto romántico sino absolutamente práctico. ¿Has probado a intentar colocar directamente en una estantería todos los textos que has visto en Internet y te han gustado? ¿Has encontrado un puerto USB en alguna de las baldas? Es imposible. Se desvanecen solo con tocarlos.

En un clima político como el actual, ¿qué papel cumplen las publicaciones de humor satírico como Rokambol?

Yo creo que es una modalidad de periodismo, pero con licencia para blasfemar. Es bastante eficaz porque la sátira te permite, además, ridiculizar, burlarte y desenmascarar a los farsantes sin que el ministro del Interior se entere.

En Rokambol hay secciones contra la Iglesia, contra todos los partidos políticos, contra la usura de los bancos? últimamente se está hablando mucho de los límites del humor, ¿dónde pone los límites este libro?

Aunque Rokambol es bastante irreverente y siempre procura faltarles al respeto a todas esas «instituciones» que has dicho, reconozco que antes de publicar cada día la noticia me lo pienso veintisiete veces, pero no porque me sepa mal que se molesten sino por si me aplican la ley Mordaza. Al fin y al cabo, son precisamente esas «bandas de forajidos» las que no ponen límites a su avaricia, y pretenden sin embargo que seamos nosotros quienes nos autolimitemos.

El lector de Internet y el lector en papel son muy diferentes, ¿cómo realizó la selección de noticias para pasarlas a un libro?

Yo creo que la mayoría de las personas que compran el libro lo hacen porque ya conocen el blog y son seguidores. Y quieren tener una prueba física para colocarla justamente en la estantería de la que hablábamos antes. Ya he escrito cerca de mil cien pots desde finales de 2011, y en el libro he seleccionado 77, entre las que más me han gustado a mí, y las más visitadas y compartidas. En el blog se han quedado muchas que a mí también me parecían interesantes pero que tenían una temporalidad demasiado concreta o eran poco «apropiadas» para leerse en papel.

¿Cuáles son los referentes humorísticos de los que se nutre Rokambol?

Bueno, a mí siempre me ha gustado mucho el humor absurdo de Monty Python, que la mayoría de las veces también se acompaña de crítica. También Faemino y Cansado, George Carlin, Gila, el maestro Chiquito de la Calzada, Andreu Buenafuente, la Hora Chanante, y Woody Allen, claro.

A pesar de que es una publicación nacional, el hecho de estar escrita desde la Comunidad Valenciana marca buena parte del contenido del libro ¿Somos una comunidad predispuesta al humor absurdo? Estoy pensando en el aeropuerto fantasma de Castellón, el «caloret faller» o las grabaciones de El Bigotes; todo ello son casi chistes por sí mismos.

Pues yo creo que más que predispuestos al humor absurdo, somos proclives a que nos estafen de manera absurda. Porque todos esos individuos con corbata y bolsos de Vuitton no eran precisamente ladrones elegantes y de métodos exquisitos, todo lo contrario. En cuanto una denuncia ha tenido la suerte de caer en la mesa de un juez medianamente decente los han pillado como a conejos, excepto a los pesos pesados, claro, que habitan en una dimensión paralela e inasible.

Los libros de humor siempre lo tienen más difícil para llegar al público, ¿cree que sigue siendo considerado un género menor?

Sí, creo que se considera un género menor. Supongo que es porque los libros siempre se han relacionado con la literatura, el saber, etc., y, a pesar de que escribir humor de calidad, como lo hacían Tom Sharpe o Terry Pratchett o lo hace Eduardo Mendoza, puede ser muchas veces más difícil que escribir una novela seria, sigue siendo aparentemente más ligero. Y a pesar, también, de que muchas veces hay más literatura y saber en esos libros de humor que en los grandes dramas.

Detrás de las noticias satíricas recogidas en el libro hay cierto fatalismo con respecto a la política, ¿de verdad piensa que no hay esperanza?

Concretamente en España creo que todavía han de pasar varias generaciones hasta que podamos meter en el calabozo a la mayoría de los chorizos oficiales, nacionalizar las grandes compañías energéticas mafiosas y a los bancos psicópatas, prescindir de los parásitos y agoreros de la Iglesia, y reeducar a la parte del Ejército y la Policía que aún añora el franquismo. Podremos obtener pequeñas concesiones de carácter social, como el derecho al aborto, las bodas homosexuales, polideportivos, etc, pero el «aparato» seguirá haciéndose rico a nuestra costa. Todo esto, claro está, dicho de manera presunta.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats