Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Para muestra vale un botón teatral

Dentro de una semana arranca la XXII Muestra de Autores, con interesantes propuestas

Desde el 7 hasta el 15 del próximo noviembre se podrá ver en Alicante la XXII Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos. Siempre apoyándose en compañías de diferentes comunidades y en autores vivos con variadas tendencias y la diversidad de formas a la hora de representar. Eso sí, la vinculación de la Muestra con los distintos sectores sociales no brilla a la altura de lo deseado. La proyección mediática no es la misma que la del teatro con nombres famosos, y eso no empuja a muchos a acudir a este tipo de espectáculos que asumen más riesgo. Difundir a los dramaturgos en el terreno nacional y en el exterior, estimular la traducción de textos en colaboración con otros países europeos o promover esta clase de montajes en España son objetivos, con más o menos éxito, de la Muestra. Las representaciones, los encuentros, los talleres o la presentación de publicaciones contribuyen a radiografiar la creación y la producción de la dramaturgia de hoy.

La pretensión de que la Muestra aliente una actividad continuada a lo largo del año en Alicante y en el extranjero debería ser algo más que una teoría, así como la consolidación del Premio de Literatura Dramática Carlos Arniches ha perdido continuidad. Por cierto, propiciar la presencia de autoras es otra de las prioridades. Vean unos ejemplos. Aprendiendo a vivir (o de cómo Pinotxa encontró a Dogot), de Margarita Reiz, es una obra para todos los públicos que se apoya en el cuento de Pinocho y en Esperando a Godot, pieza de teatro del absurdo, original de Beckett, sobre la difícil búsqueda de la felicidad. De Carolina África es Verano en diciembre, un retrato familiar con sus decepciones. Carolina Solas, María Vázquez, Marta Belenguer y Rosa Manteiga, junto a Emilio del Valle y Jorge Muñoz, se responsabilizan de la autoría de Femenino singular, donde cuatro mujeres, madres y actrices, comparten problemas. Dos personajes con vida insustancial intervienen en El matrimonio Palavrakis, de Angélica Lidell. O la realidad de una mujer en Hazme una perdida, de Mercè Sarrias. Una comedia que refleja la rutina y los anhelos y que interpreta la compañía alicantina Jácara Teatro. El estreno de Ulisses in Berlin, de Francesc Sanguino, es una producción hecha aquí por CulturArts y que coloca su enfoque en las víctimas de la crisis. ¿Puede la transmisión de un partido de fútbol acabar con un rey y escindir una nación? La respuesta la tienen Raúl Hernández y Teatro del Astillero en El procedimiento. Por su parte, el Centro Dramático Nacional y Pérez de la Fuente Producciones presentan el drama político Dionisio Ridruejo. Una pasión española, de Ignacio Amestoy. Un alegato a favor de la democracia social, que se desarrolla en 1975. Imaginen una empresa multinacional y el suicidio de tres empleados. Esto es La punta del iceberg, de Antonio Tabares y con Teatro de la Abadía, o la rentabilidad económica por encima de los intereses personales. Y Carles Alberola, uno de los más notables autores valencianos, recibirá el homenaje en esta edición. Ofrece ¿Me esperarás?, una divertida cena con el fin de conseguir pareja a un amigo. En suma, paralelismos con la sociedad de ahora en un ámbito de disminución del consumo cultural y de dificultades sociales y teatrales.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats