Baralides es el nombre de la bisabuela de Beatriz Rico, un nombre clásico poco frecuente en España. «Un día, comiendo con mi madre, salió su nombre a colación y me pareció que tener un grupo con su nombre sería un homenaje chulo», recuerda. Y tan improbable como llamarse Baralides -representa el 0,00009% de la población del país-, es encontrar música tan envolvente, deliciosa y enigmática como la que nos regala este cuarteto formado en Alicante.
La generación espontánea selló también una manera de fluir en el trabajo creativo de la banda. Beatriz Rico nos cuenta que tenía que dar un concierto en el bar Pixies de Alicante, pero que no le apetecía cantar sola. Allí estaba su amiga, Noelia Meseguer, con quien había compartido grupo musical en Pili Perkins, que no se lo pensó, y se apuntó a cantar los coros. «Sonó tan increíble que pensamos que teníamos que hacer algo más serio juntas». Los otros componentes del grupo vinieron poco después: Sergio Prieto, a la batería, y Joan Lorenzo, al bajo. Así fue el bautizo de otra Baralides.
Un proyecto hecho a sí mismo
«Supongo que será una constante en todos los sitios, pero especialmente Alicante es un sitio donde hay una escena musical abundante y de muy alta calidad, pero donde salir adelante es muy complicado porque no hay ayuda por parte de ninguna institución», opina, por lo que todo es «Do it yorself». Aún así, está convencida de que, a base de trabajo e ilusión, las cosas van saliendo y se siente orgullosa de que en Baralides son «completamente dueños y dueñas» de lo que hacen, sin que nadie les diga cómo lo tienen que hacer.
De esta forma, el pistoletazo de salida lo dieron en 2012 con su EP homónimo, dejando muy buen sabor de boca. Con su primer largo (Draco), que vio la luz a principios de este año, han confirmado que han llegado para quedarse largo y tendido. El trabajo de las nueve canciones que nutren este disco no les llevó, reconocen, «demasiado tiempo» porque tuvieron la suerte de encontrarse en un momento creativo bueno y todo fluyó en el estudio de grabación.
Una vez que habían presentado canciones como You're better o A day with you que componen el disco grabado en la Cabanada de Confrides en salas, este verano llegó la hora de los directos ante audiencias más grandes. Recuerdan, como una experiencia «enriquecedora» que esperan poder repetir, el concierto en las noches del Castillo de Santa Bárbara, «la primera vez en nuestra vida que tocábamos en un sitio así».
De la participación en esta edición del Low Festival de Benidorm, sólo tienen palabras de agradecimiento, ya que les sirvió para poder promocionar su trabajo y llegar a mucha más gente, «no sólo en el propio concierto, sino porque el hecho de aparecer en un cartel así, hace que mucha gente te busque con curiosidad y vea qué es lo que haces».
¿Qué tienen entre manos de aquí en adelante? Como nuevas fechas en el horizonte, dos bolos en octubre: el 24 en Zaragoza y el 25 en Vitoria. Además de colaboraciones como los coros para Empty Bottles y «seguir con la labor creativa haciendo temas para nuestro siguiente disco». Igual que pasa con los nombres de las personas, las rarezas y excepciones en el mundo de la música, como las bellas melodías de Baralides, son las que mejor recuerdas.
