Según la Policía japonesa, en varias bolsas que contienen las empanadillas se han detectado restos de un organofosfato denominado metamidofos, un componente frecuentemente utilizado en los pesticidas fabricados en China, pero de raro uso en Japón.

El caso saltó a la luz el pasado miércoles, después de que se relacionasen los casos de intoxicación de diez personas de las regiones de Chiba y Hyogo, en el centro y suroeste del país respectivamente, que entre diciembre y enero habían padecido dolor estomacal y diarrea tras ingerir este tipo de empanadillas chinas.

Estos productos, rellenos de carne y verduras, fueron comprados por la compañía japonesa JT Foods a la empresa china Tianyang Food, situada en Heibei (norte de China);.

El ministro nipón de Sanidad, Trabajo y Bienestar, Yoichi Masuzoe, instó ayer a los consumidores japoneses directamente a "no consumir estos productos" y exigió a los importadores y distribuidores locales que retiren los productos de esta empresa.

En total, Masuzoe enumeró 19 empresas japonesas que han importado estas empanadillas, así como otros productos alimenticios producidos en la fábrica china.

"Es una cuestión que pone en peligro la vida de la gente. El Gobierno debe esforzarse para evitar daños mayores", afirmó Masuzoe ante el Parlamento.

Otras tres compañías japonesas de alimentación - Maruha Corporation, Nippon Meat Packers y Nihon Shokken- anunciaron que retirarán de la venta los productos de esta fábrica china.

Varios restaurantes de Japón colgaron ayer carteles en los que se aseguraba que no servían este tipo de empanadillas chinas a sus clientes.

Este último caso ha reactivado cierta desconfianza en los consumidores nipones hacia los productos alimenticios, después de que en 2007 se detectaran fallos en el control de calidad en varios productos en Japón, aunque en estos casos se habían producido en el país.

Además, la polémica vuelve a poner de actualidad la preocupación sobre la calidad de los productos "made in China", que durante el año pasado se convirtió en un tema recurrente en la agenda internacional por las retiradas de diversos productos, de dentífricos a juguetes.

En 2002 se produjo un caso similar en Japón, cuando se detectaron niveles anormalmente altos de pesticidas en varios lotes de espinacas congeladas procedentes de China y el gobierno optó por limitar las importaciones de productos alimentarios del país vecino.